Podemos puede reventar la mayor¨ªa de S¨¢nchez siempre que vote en contra
La negociaci¨®n de los Presupuestos, primera prueba para medir la relaci¨®n entre el Gobierno y el grupo de Belarra
Eran pocos y se fue Podemos. El Gobierno se hab¨ªa hecho a la idea de que cada votaci¨®n en el Congreso tendr¨ªa que ser negociada previamente con seis interlocutores distintos, dejando de lado a Sumar: ERC, Junts, EH Bildu, PNV, BNG y Coalici¨®n Canaria (CC). Y de repente ha salido uno m¨¢s, con cinco diputados, tantos como el PNV. Si Podemos ya causaba problemas cuando formaba parte de Gobierno, m¨¢s a¨²n se antoja ahora, liberado de esa disciplina, tras anunciar este martes que deja el grupo parlamentario de Sumar para irse al Mixto.
Desde el Grupo Mixto, la formaci¨®n de Ione Belarra seguramente adquirir¨¢ la visibilidad que, seg¨²n se quejaba, hab¨ªa perdido dentro de Sumar. Al PSOE no le quedar¨¢ m¨¢s remedio que abrir un nuevo frente negociador, y Podemos tendr¨¢ la capacidad de tensar la cuerda en determinados temas. Lo que falta por ver es hasta d¨®nde estar¨¢ dispuesto a llegar en sus pulsos.
Para reventar la mayor¨ªa de 178 esca?os que encumbr¨® a S¨¢nchez de nuevo a La Moncloa, el pasado noviembre, Podemos tendr¨ªa que votar en contra del Gobierno. La abstenci¨®n, una postura que siempre resulta menos comprometida, no le bastar¨ªa para hacerle perder votaciones, siempre que el Ejecutivo mantuviese intacto el resto de sus apoyos. En la pasada investidura, por ejemplo, si los nuevos miembros del Grupo Mixto se hubiesen abstenido, S¨¢nchez habr¨ªa salido igualmente con 173 votos a favor y 172 en contra. El apoyo de CC, que tambi¨¦n vot¨® a favor de la investidura de Alberto N¨²?ez Feij¨®o, habr¨ªa resultado decisivo.
Otra cosa son las leyes org¨¢nicas, que necesitan el respaldo de la mayor¨ªa absoluta del Congreso y, por tanto, precisar¨¢n indefectiblemente del concurso de Podemos. Es el caso de la proposici¨®n de ley de amnist¨ªa, que comenzar¨¢ a debatirse el pr¨®ximo martes en el pleno. Sobre esta cuesti¨®n no cabe esperar dificultades por parte de los de Belarra, dadas su conocida posici¨®n y su afinidad con los independentistas. Aun sin car¨¢cter de ley org¨¢nica, m¨¢s compleja puede resultar otra negociaci¨®n que se viene encima, la de los Presupuestos para 2024. Ah¨ª se espera que Podemos enarbole sus banderas m¨¢s inequ¨ªvocamente izquierdistas y trate de marcar diferencias con Sumar, alardeando que son ellos quienes arrancan m¨¢s concesiones al PSOE. Hasta las elecciones europeas de junio, que el partido fundado por Pablo Iglesias prev¨¦ convertir en una pugna particular con la plataforma de Yolanda D¨ªaz, gestionar esa tensi¨®n se perfila como uno de los grandes desaf¨ªos del Gobierno.
Ya en el pasado, cuando formaba parte del Ejecutivo, Podemos constituy¨® a veces una suerte de polo izquierdista junto a ERC, EH Bildu y BNG. Justamente para evitar que pudiesen promover por su cuenta iniciativas conjuntas con estas formaciones, Sumar los hab¨ªa dejado sin ninguna portavoc¨ªa adjunta y, por tanto, sin firma acreditada para ello. Ahora la tendr¨¢n en el Mixto. Sumar s¨ª les hab¨ªa concedido, esta misma semana, algunos cargos en las comisiones: tres puestos en las Mesas y una docena de portavoc¨ªas. Fuentes del grupo de D¨ªaz anunciaron que de inmediato iniciar¨¢n los tr¨¢mites para retir¨¢rselas.
En el Mixto, los cinco diputados de Podemos compartir¨¢n presupuestos y tiempo con los tres ¨²nicos que hab¨ªa hasta ahora, los del BNG, CC y UPN. Para estos resulta todo un contratiempo. ¡°Cada uno ten¨ªamos derecho a una pregunta al mes en la sesi¨®n de control y a partir de ahora me temo que ser¨¢ cada dos meses y medio¡±, lamentan fuentes de una de esas formaciones. El reparto de puestos en las comisiones que ya hab¨ªan decidido queda tambi¨¦n invalidado. Podemos se anticip¨® a comunicar su decisi¨®n antes de hacerla p¨²blica a sus futuros compa?eros de grupo, con quienes se reunir¨¢n pr¨®ximamente para decidir la organizaci¨®n. Pese a que ser¨¢n clara mayor¨ªa en el Mixto, no podr¨¢n acaparar m¨¢s de un tercio del tiempo para las intervenciones, salvo acuerdo con los dem¨¢s.
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