Ancianos incomunicados por Navidad en Zamora: ¡°Nos prometieron la fibra en mayo de 2022 y aqu¨ª estamos. Es inhumano¡±
Tres pueblos envejecidos de la provincia se han quedado sin l¨ªnea telef¨®nica fija. Alcalde y concejales se organizan para timbrar puerta a puerta y comprobar que todos los habitantes est¨¢n bien
Son las 11 de la ma?ana, pero las agujas del reloj del Ayuntamiento marcan las 17.51. Son los ¨²ltimos d¨ªas de 2023, pero San Vicente de la Cabeza (Zamora, 80 habitantes) vive sin los avances del siglo XX: se han quedado sin tel¨¦fono fijo. Mismo escenario en Palazuelo de las Cuevas y sus 70 personas, y en Bermillo de Alba, con un centenar de residentes. En los dos primeros pueblos, Telef¨®nica cort¨® de manera permanente el martes 19 de diciembre el viejo cable de cobre que les proporcionaba este servicio telef¨®nico, enlace especialmente importante ante la vejez del vecindario y sus dificultades para usar los m¨®viles tan frecuentemente sin cobertura. Bermillo de Alba ya llevaba unos d¨ªas en la misma situaci¨®n. La empresa los ha desconectado sin esperar a que les llegue la fibra ¨®ptica, una infraestructura que depende de otra compa?¨ªa.
Los residentes de estos tres pueblos de Zamora no pudieron llamar o contestar a sus familiares en fechas se?aladas como Nochebuena o Navidad y as¨ª siguen mientras rezan para que no haya un problema de salud grave que requiera una reacci¨®n r¨¢pida. El alcalde y sus concejales se organizan para timbrar puerta por puerta y comprobar que todos siguen bien.
El humo de las escasas chimeneas encendidas desemboca en el mar de niebla tendido sobre San Vicente. La perenne masa gris dificulta a¨²n m¨¢s las telecomunicaciones, trunca las l¨ªneas vinculadas con sat¨¦lite, la alternativa que les ha dado Telef¨®nica, y exige a los usuarios de los tel¨¦fonos m¨®viles desplazarse al front¨®n o a las zonas elevadas del lugar para hacer una triste llamada o usar aplicaciones. El paseo, el fr¨ªo y la brecha tecnol¨®gica a¨ªslan a los ancianos, mientras los m¨¢s j¨®venes, cuarentones, claman al cielo.
Una escalera con una persona encaramada invita a pensar que hay obras en los cables o tendidos, pero al acercarse se apaga la ilusi¨®n: es un hombre, hacha en ristre, podando los chopos. Alberto N¨²?ez, de 51 a?os, lamenta desde las alturas que ¡°los mayores no pueden ni llamar para pedir la vacuna de la gripe¡±, menos a¨²n atender las llamadas de hijos o nietos desperdigados por Espa?a. All¨ª la sanidad funciona a demanda, requiriendo telef¨®nicamente al doctor si pasa algo, ardua misi¨®n para los abuelos. Agustina Fern¨¢ndez, de 56 a?os, sostiene la escalera mientras expone la dependencia de los ancianos obviados por las grandes empresas.
El alcalde, Fernando Gonz¨¢lez (PP), de 62 a?os, se desespera: tambi¨¦n se cort¨® el cable del cercano Palazuelo de las Cuevas. Si ya tiembla el censo a?o a a?o, m¨¢s a¨²n cuando los descendientes de los mayores se los est¨¢n llevando, buscando la seguridad que no ofrece esa isla comunicativa. El secretario, frustrado, ha cogido vacaciones y se ha llevado los papeles a su casa de Zamora para intentar avanzar. ¡°Nos prometieron la fibra en mayo de 2022 y aqu¨ª estamos. Es inhumano, una verg¨¹enza, quieren acabar con nosotros y no hay manera, esto es anterior a la Prehistoria¡±, estalla el hombre, que en Navidad fue visitando a los vecinos para comprobar su bienestar: ¡°Temo que ocurra una desgracia m¨¦dica¡±. Gonz¨¢lez critica el desinter¨¦s hacia zonas como Zamora, ¡°mientras en Valladolid siempre que voy parece que lo han cambiado todo o para Catalu?a hay de todo¡± y ruega implicaci¨®n a las administraciones: ¡°Por favor, decid que el alcalde est¨¢ dispuesto a cualquier cosa, cualquier barbaridad, a ver si as¨ª nos hacen caso¡±.
Portavoces de Telef¨®nica alegan que la compa?¨ªa avis¨® insistentemente a los usuarios que iba a cortar el cable y que ha ofrecido ¡°soluciones para dar continuidad al servicio¡±, como radio o sat¨¦lite. Algunos clientes s¨ª solicitaron estas alternativas, prosigue, y se les dio servicio. La multinacional esgrime que no puede ofrecer fibra porque corresponde a otra adjudicataria llamada Adamo. Fuentes de Adamo, por su parte, aducen que su plan de suministro de fibra ¨®ptica por la provincia zamorana es ¡°independiente¡± de la decisi¨®n tomada por Telef¨®nica de cortar el servicio anterior y se comprometen a que la l¨ªnea llegue a estos pueblos ¡°cuanto antes¡±.
El alcalde ped¨¢neo, Domingo Fern¨¢ndez, de 58 a?os, ha perdido la esperanza: ¡°Los milagros, a Lourdes. Es lo que hay¡±. ¡°Hay que colaborar entre todos, si no, no hay forma¡±, se encoge de hombros sobre el apoyo vecinal, el acompa?amiento y la compa?¨ªa a los mayores para atenderlos si necesitan algo. Juan Garrido, de 79, se asoma bajo un dintel adornado por unos peque?os Pap¨¢s Noel. ¡°Los pueblitos est¨¢n con Dios, se est¨¢n quedando solitos. ?Esto es la ruina!¡±, exclama, se?alando el carrusel de casas vac¨ªas anta?o ocupadas junto al r¨ªo Aliste. ?C¨®mo vivir all¨ª si no hay servicios?, se pregunta. ¡°Esto acabar¨¢ para los corzos y los ciervos¡±, zanja. Jos¨¦ Mart¨ªn, de 80, resiste con su esposa gracias a que su hija, empleada en una empresa telef¨®nica, les ha instalado un n¨²mero m¨®vil en un tel¨¦fono fijo. ¡°Hay un l¨ªo de la Virgen¡±, resume Mart¨ªn, y bromea con su perro Maluma: ¡°Est¨¢ mejor el perro que el amo¡±. Tampoco ese m¨®vil garantiza nada ante los frecuentes fallos de la cobertura, pero, eso s¨ª, las facturas siguen llegando escrupulosamente: ¡°El pago no lo retrasan¡±.
Los habitantes de San Vicente se?alan el bar como epicentro de la informaci¨®n municipal y eje de las quejas sobre el abandono telef¨®nico y dem¨¢s desequilibrios respecto a la ciudad. All¨ª recibe el abrazo de la chimenea, hogar para los pies de un obrero que cacharrea con el m¨®vil a trompicones y asistido calor¨ªficamente por un chupito de hierbas suministrado por Juan Pablo Blanco, de 40 a?os. El camarero escucha las desgracias de su clientela y ense?a otra tradici¨®n del siglo pasado a¨²n engrasada en la Espa?a rural: un tel¨¦fono p¨²blico frecuentemente utilizado por las se?oras que no tienen terminal en casa. Ellas acuden cuando no hay nadie en el bar para evitar cotilleos innecesarios y, seg¨²n la temperatura, posan dentro o fuera el taburete, donde se sientan para charlar tranquilamente con sus familiares o amigas. Ese tel¨¦fono se inaugur¨® el 25 de diciembre de 1980 y 43 a?os despu¨¦s sigue siendo imprescindible, cita Blanco: ¡°Yo mismo les marco el tel¨¦fono de sus hijos porque ellas no se apa?an del todo bien¡±. Despu¨¦s, el aparato calcula el coste de la llamada. ¡°Se ha perdido la escala de valores, no tienen humanidad al dejar as¨ª a la gente¡±, reflexiona el zamorano, recordando la hondonada geogr¨¢fica del pueblo y los bancos de niebla que opacan la cobertura m¨®vil. Al descolgar el auricular, silencio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.