S¨¢nchez da a Montero las llaves de la legislatura
El Gobierno bascular¨¢ sobre la vicepresidenta primera y el ministro Bola?os, mientras que las elecciones gallegas amenazan con bloquear cualquier negociaci¨®n y el PSOE reconoce que la estabilidad de Sumar es la suya propia
No ser¨ªa real afirmar que el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro S¨¢nchez, no tiene quien lo defienda. Desde el Gobierno y desde su partido se sale en su defensa con frecuencia diaria, ya que diarios suelen ser los ataques personales y pol¨ªticos que recibe. Aun as¨ª, el jefe de Gobierno ha otorgado m¨¢s poder a Mar¨ªa Jes¨²s Montero, con su ascenso a la vicepresidencia primera. La tambi¨¦n ministra de Hacienda ejercer¨¢ como su n¨²mero dos tanto en el Ejecutivo como en el partido, donde es vicesecretaria general. En ella confluir¨¢n todas las competencias de negociaci¨®n con los grupos afines, con los m¨¢s alejados y con los que se encuentran absolutamente en sus ant¨ªpodas, como el PP. A ella le corresponde poner en marcha la negociaci¨®n sobre financiaci¨®n auton¨®mica, con el suplemento de la quita de la deuda que las comunidades tienen contra¨ªda con el Estado. Su habilidad para negociar con las posiciones m¨¢s alejadas y el conocimiento exhaustivo de los temas han hecho de Montero la persona de mayor confianza del presidente. Sobre ella y sobre el ministro de la Presidencia y de Justicia, F¨¦lix Bola?os, bascula todo el Ejecutivo, se?alan diferentes interlocutores gubernamentales.
Las exigencias de los independentistas, tanto de ERC como de Junts, van a obligar al Gobierno a un esfuerzo permanente para que el trato singular a Catalu?a no se convierta en un esc¨¢ndalo continuo por las denuncias del resto de comunidades aut¨®nomas. Habr¨¢ quita de la deuda para todos, y se intentar¨¢ hasta lo imposible para que la reforma del caducado modelo de financiaci¨®n auton¨®mica sea una realidad, sin fijarse un horizonte temporal cerrado. ?El PP rechazar¨¢ la quita y la puesta en marcha de un nuevo reparto en los recursos de las comunidades aut¨®nomas? Esta pregunta de interlocutores gubernamentales la responden con un ¡°negociar¨¢n y no rechazar¨¢n las indudables mejoras, adem¨¢s de la quita de la deuda¡±. Pero no existen certezas absolutas.
Desde la salida del Gobierno de Carmen Calvo y tambi¨¦n del ministro de Transportes, Jos¨¦ Luis ?balos, en julio de 2021, la figura imprescindible en todo Ejecutivo de parapeto del presidente no estaba definida. Cada ministro est¨¢ centrado en su ¨¢rea de competencia y aunque los miembros del Gabinete han ejercido la defensa del presidente cuando ha tocado, no es suficiente. Aqu¨ª las teor¨ªas sobre que Pedro S¨¢nchez se ha expuesto en exceso no son coincidentes. Para algunos ha hecho lo que ten¨ªa que hacer. Incluso algo tarde, de forma que tuvo que multiplicarse en las ¨²ltimas elecciones generales y ponerse como blanco de los ataques y protagonista. Para otros, debe estar m¨¢s acompa?ado, como durante a?os lo estuvieron Felipe Gonz¨¢lez con Alfonso Guerra y Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar con Francisco ?lvarez Cascos. En ambos casos no se trataba solo de dar la cara, sino de estar en todas las decisiones y negociaciones de trascendencia.
Junto a Mar¨ªa Jes¨²s Montero, con otros cometidos delicados, estar¨¢n F¨¦lix Bola?os y la ministra de Educaci¨®n, Pilar Alegr¨ªa, en la portavoc¨ªa del Ejecutivo. Un Gobierno ¡°de trinchera¡±, ha bautizado el PP. Ese concepto no se ajusta del todo a la pretensi¨®n de Pedro S¨¢nchez al elevar a Montero. El Gobierno no va a estar agazapado en la trinchera, sino en negociaci¨®n permanente, se?alan fuentes socialistas. Entre otras razones, por exigencia de la aritm¨¦tica parlamentaria. S¨¢nchez no se puede permitir disensiones en el partido cuando la dureza de la legislatura exigir¨¢ tener la casa en paz. Mar¨ªa Jes¨²s Montero, de nuevo ella, como vicesecretaria, y la imprescindible tarea del secretario de Organizaci¨®n, Santos Cerd¨¢n, garantizar¨¢n la estabilidad interna, seg¨²n fuentes cercanas al l¨ªder socialista. Explicar qu¨¦ y por qu¨¦ se adoptan determinadas pol¨ªticas, sobre todo en relaci¨®n con los independentistas, tambi¨¦n debe hacerse de puertas hacia dentro.
En la negociaci¨®n permanente entra, y muy de lleno, la vicepresidenta segunda, Yolanda D¨ªaz, al frente de Sumar. Mar¨ªa Jes¨²s Montero es un factor relevante en el mantenimiento de canales fluidos entre el PSOE y Sumar. Ambas pol¨ªticas tienen una excelente relaci¨®n y hasta ahora las discrepancias no han socavado el afecto personal y pol¨ªtico. Este ser¨¢ un cambio sustancial dada la discusi¨®n continua en la que conviv¨ªan la exvicepresidenta primera Nadia Calvi?o y Yolanda D¨ªaz. Montero y Bola?os negociar¨¢n con todos los grupos. Desde luego con Podemos, cuyos cinco votos son imprescindibles. Pero en el PSOE preocupa mucho el enconamiento de la disputa entre el Movimiento Sumar y Podemos. ¡°La estabilidad de Sumar es nuestra estabilidad¡±, remachan interlocutores del primer partido de la izquierda.
Todos los planes del Gobierno para comenzar la negociaci¨®n sobre financiaci¨®n auton¨®mica chocan con la cercan¨ªa de las elecciones gallegas en febrero. ¡°No hay negociaci¨®n auton¨®mica si no se aborda la financiaci¨®n de los ayuntamientos¡±. Esta condici¨®n de El¨ªas Bendodo, vicesecretario de pol¨ªtica auton¨®mica y local en el PP, ha sido acogida en el Gobierno como una broma amarga: ¡°?Otra vez?¡±. Se refieren al largo listado de argumentos y excusas por los que una y otra vez se romp¨ªa la negociaci¨®n sobre la renovaci¨®n del Consejo General del Poder Judicial. Mientras tanto, ministros y dirigentes del PSOE han salido a defender a Pedro S¨¢nchez despu¨¦s de que el ¨²ltimo d¨ªa del a?o varios centenares de personas se concentrar¨¢n frente a la sede nacional del partido en la madrile?a de Ferraz. All¨ª vejaron, golpearon y ahorcaron a un mu?eco con apariencia del l¨ªder socialista. El PSOE estudia acciones legales dentro de los delitos de odio.
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