La fiscal de Extranjer¨ªa: ¡°Puedes alejar la frontera, pasar el problema a otro pa¨ªs, pero la inmigraci¨®n seguir¨¢¡±

Beatriz S¨¢nchez asumi¨® el cargo de Fiscal de Sala de Trata de Personas y Extranjer¨ªa en mayo de 2022 y apenas un mes despu¨¦s se produjo la tragedia de Melilla en la que al menos 23 personas murieron intentando entrar en Espa?a. S¨¢nchez asumi¨® unas diligencias que acab¨® archivando porque no encontr¨® indicios de delito en la conducta de los agentes espa?oles. Contundente en su defensa de que su trabajo debe sustentarse en las pruebas, recuerda tambi¨¦n lo duros que fueron aquellos meses. ¡°Desde el punto de vista humano, fue desgarrador tratar con personas que han sufrido tanto para llegar hasta aqu¨ª. Tuve que parar alg¨²n interrogatorio porque se echaban a llorar¡±, recuerda al finalizar la entrevista. Desde entonces, multitud de episodios requieren su atenci¨®n, aunque S¨¢nchez tiene una verdadera vocaci¨®n: la lucha contra la trata, a la que llama la esclavitud del siglo XXI. ¡°La identificaci¨®n de v¨ªctimas quiz¨¢ no parece muy alta, pero que exista una sola persona v¨ªctima de trata de seres humanos ya es terrible¡±, defiende.

Pregunta. Ha estado esta semana en el aeropuerto de Barajas para comprobar la situaci¨®n de los solicitantes de asilo. ?Qu¨¦ ha visto?

Respuesta. [Resopla] Es una pregunta complicada. Cuando he ido, la presi¨®n ya hab¨ªa bajado respecto a d¨ªas anteriores y no hab¨ªa hacinamiento, pero las condiciones son claramente mejorables. No puedo dar m¨¢s detalles porque a¨²n tengo que remitir un acta a la Fiscal¨ªa General del Estado, pero lo que le puedo decir es que las condiciones actuales solo son admisibles si se trata de momento cr¨ªtico y urgente. Pero situaciones como esta pueden repetirse. Creemos que tienen que existir unas instalaciones dotadas adecuadamente que puedan ser, por ejemplo, modulables, para estar preparados para cuando vuelva a pasar.

P. Espa?a, pa¨ªs receptor de inmigraci¨®n irregular hace m¨¢s de 30 a?os, parece tener una crisis migratoria tras otra. Y, a veces, no es tanto por el n¨²mero de personas, sino por la respuesta que damos¡­

R. Espa?a, por su posici¨®n geogr¨¢fica, va a seguir teniendo una presi¨®n migratoria importante procedente de ?frica y tambi¨¦n de pa¨ªses iberoamericanos. Esto va a ser una constante y se deben adoptar medidas con car¨¢cter de continuidad que garanticen la dignidad y los derechos fundamentales de los inmigrantes en general y en particular de los solicitantes de asilo. Decir que hay que proteger a los inmigrantes es impopular, pero es que el verdadero problema migratorio no es, como dicen algunos, que quieran venir a invadirte, sino la situaci¨®n en la que se encuentran algunos pa¨ªses que viven en la riqueza en comparaci¨®n con otros, que viven en una absoluta pobreza. No se puede negar algo que va a seguir sucediendo y la ¨²nica soluci¨®n posible es adoptar medidas en los pa¨ªses de origen desde un punto de vista de justicia y no de mera beneficencia. Puedes alejar la frontera, puedes pasar el problema al siguiente pa¨ªs pag¨¢ndole, d¨¢ndole medios, pero el problema seguir¨¢, porque la gente no tiene nada que perder si sus pa¨ªses no les ofrecen futuro.

P. No le veo muy a favor de la pol¨ªtica migratoria europea de externalizar fronteras.

R. Obviamente no.

P. Junts ha vuelto a agitar el debate de la inmigraci¨®n en Catalu?a y apuesta, entre otras cosas, por la expulsi¨®n de multirreincidentes. ?Qu¨¦ le parece este planteamiento?

R. Primero tengo que leer cu¨¢l es la propuesta, pero creo que nuestra ley y nuestro C¨®digo Penal ya prev¨¦n las situaciones en las que una persona puede tener sustituida su pena privativa de libertad por la expulsi¨®n del territorio nacional. Y eso es inmodificable por una comunidad aut¨®noma.

Emparejar la inmigraci¨®n con la delincuencia. Es una premisa que a m¨ª me parece err¨®nea e inaceptable.

Beatriz S¨¢nchez

P. ?Pero se est¨¢n ejecutando esas expulsiones? ?Por qu¨¦ en Catalu?a se identifica como un problema?

R. Nosotros tenemos la obligaci¨®n de solicitar, cuando procede, la sustituci¨®n de pena por la expulsi¨®n. Pero tienen que cumplirse unos requisitos muy tasados, por ejemplo, en el caso de extranjeros residentes. O que se hayan cometido delitos muy concretos en el caso de ciudadanos comunitarios. El porqu¨¦ no se ejecutan expulsiones en el porcentaje que se deber¨ªa es porque no se les puede documentar a trav¨¦s de sus pa¨ªses de origen. Durante a?os, Cuba, por ejemplo, no ha aceptado la devoluci¨®n de sus nacionales, as¨ª que es evidente que este asunto, no solo depende de la decisi¨®n de un juez, ni siquiera de las autoridades competentes. En cualquier caso, se est¨¢ trasladando a la sociedad un concepto equ¨ªvoco, el emparejar la inmigraci¨®n con la delincuencia. Es una premisa que a m¨ª me parece err¨®nea e inaceptable.

P. ?Hay datos que sostengan o desmonten esa percepci¨®n?

R. Los datos son siempre sesgados dependiendo de c¨®mo se utilicen y hay que tener en cuenta m¨²ltiples variables. En cualquier caso, no hay datos para poder afirmar bajo ning¨²n concepto que entre los inmigrantes hay una mayor incidencia en la comisi¨®n de conductas delictivas.

P. Tras la derivaci¨®n de miles de migrantes de Canarias a la Pen¨ªnsula, han aparecido cientos de supuestos menores en centros de adultos. ?Por qu¨¦ ocurre esto? ?D¨®nde se falla?

R. La deficiencia est¨¢ sencillamente en los medios que se tienen para poder hacer una buena valoraci¨®n inicial desde el momento que llegan. Necesitamos medios humanos y tambi¨¦n t¨¦cnicos que permitan hacer un diagn¨®stico provisional ante las dudas, porque en muchas ocasiones vienen en una situaci¨®n de tal deterioro f¨ªsico que les hace parecer mayores y a la semana te das cuenta de que son verdaderamente ni?os. Tambi¨¦n se necesitan establecimientos m¨¢s adecuados para que estas situaciones se puedan detectar con mayor facilidad. El hacinamiento, tener a personas en naves, en lugares que no permitan un tratamiento individualizado, dificulta la gesti¨®n. Es toda una cadena que requiere recursos ingentes y un compromiso de Europa.

P. Espa?a lleva 15 a?os sin regular su ley de asilo, ?hay que promover una nueva ley?

R. Obviamente. Han pasado muchos a?os y la evoluci¨®n del fen¨®meno migratorio es evidente debido a much¨ªsimas causas y circunstancias y, adem¨¢s, hay una cuesti¨®n fundamental y es que no se ha traspuesto la directiva comunitaria. Hay que atender las nuevas realidades que se est¨¢n presentando y contemplar nuevas vulnerabilidades, como las crisis provocadas por el cambio clim¨¢tico.

P. ?Y le consta que se est¨¦ trabajando en ello?

R. No me consta. Pero estoy convencida de que son conscientes de la necesidad, lo que pasa que el panorama parlamentario a veces no permite el abordaje de determinadas normas.

P. Usted investig¨® la tragedia de Melilla y no encontr¨® ning¨²n indicio de delito en la actuaci¨®n de las fuerzas de seguridad espa?olas¡­

R. Yo como fiscal archivo porque lo ¨²nico que valoro es la actuaci¨®n de los agentes espa?oles. Y no pude acreditar, con todas las diligencias que se practicaron, que la actuaci¨®n de la Guardia Civil, que estaba en el otro lado de la valla y que no ve¨ªa lo que estaba pasando en el interior del puesto fronterizo, fuese delictiva. El ¨²nico extremo que se apreci¨® y se puso en conocimiento de las autoridades, para que se adoptaran las medidas necesarias, es que algunos de estos agentes tiraron piedras, aunque no se acredita que dieran a nadie.

Obviamente, hay que promover una nueva ley de asilo

Beatriz S¨¢nchez

P. Esto pod¨ªa ser objeto de expediente disciplinario, ?lo ha sido?

R. Lo ha sido, pero ha terminado sin sanci¨®n.

P. En su decret¨® aval¨® los 470 rechazos en frontera, mientras que el Defensor del Pueblo los consider¨® ilegales por ser colectivos y no tener en cuenta las circunstancias individuales. ?Por qu¨¦ siguen existiendo tan diferentes criterios jur¨ªdicos sobre el mismo hecho?

R. Este es procedimiento que est¨¢ legalmente establecido por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y por el Tribunal Constitucional. Lo que a m¨ª me dicen todos los agentes de la Guardia Civil y de la Polic¨ªa a los que tom¨¦ declaraci¨®n, es que en el interior del puesto fronterizo hab¨ªa un funcionario marroqu¨ª y otro espa?ol, y que fueron entrando uno a uno y que se que se hizo un diagn¨®stico en ese momento de la situaci¨®n de vulnerabilidad. Y ninguno entraba en los supuestos que prev¨¦ la ley como excepcionales. Y no tengo ning¨²n dato, ni testimonial ni videogr¨¢fico, que me indique lo contrario. Yo puedo tener sospechas de lo que sea, y no me refiero espec¨ªficamente a este caso, pero yo tengo que ir a un tribunal con pruebas.

P. Que en este caso son los testimonios de los propios agentes de la Guardia Civil.

R. Y las im¨¢genes, que no me dicen lo contrario. Yo no veo pasar a 50 personas a la vez [para considerarlo una expulsi¨®n colectiva].

P. Se devolvi¨® a casi 500 personas en cuesti¨®n de horas

R. Fueron seis meses de trabajo exhaustivo. Cada uno puede tener una opini¨®n al respecto, pero de lo que se trata es de tener pruebas. No es lo mismo lo que puede decir el Defensor del Pueblo, que lograr las pruebas para mantener una acusaci¨®n. Uno puede ver conductas que son reprochables socialmente, pero que no son delictivas. Y a veces hay que tener la valent¨ªa de decir que algo que parece tan inadecuado no tiene un encuadre en ninguna conducta delictiva. Esta fue una investigaci¨®n honesta y quien conoce mi trabajo sabe que me caso con poca gente.

P. En su decreto tambi¨¦n afirm¨® que era necesario abrir v¨ªas para pedir asilo, como las peticiones en delegaciones diplom¨¢ticas Ha pasado ya m¨¢s un a?o y medio de aquel suceso y no ha cambiado nada. Hay un superviviente de esa tragedia que lleva un a?o esperando a que su petici¨®n de asilo en la embajada de Rabat sea atendida. ?Qu¨¦ hace falta para que este mecanismo se tome en serio?

R. No se ha mejorado. Yo puse de manifiesto que varias de estas personas, como se acredit¨® posteriormente, ten¨ªan derecho a protecci¨®n internacional. Es un problema y se pueden adoptar medidas que eviten que la gente tenga que saltar una valla. Pero tenemos unas pol¨ªticas migratorias que no dise?o yo. Como todo ciudadano, tenemos nuestra opini¨®n al respecto, pero el porqu¨¦ no se adoptan medidas creo que tiene que pregunt¨¢rselo al Ministerio del Interior.