Muere Juan Mar¨ªa Uriarte, el obispo que luch¨® por la paz en Euskadi
Particip¨® como facilitador en la mesa de di¨¢logo del Gobierno de Aznar con ETA en 1999 y contribuy¨® a la creaci¨®n de Gesto por la Paz, primer movimiento de respuesta a la violencia nacido en 1985
Juan Mar¨ªa Uriarte, fallecido ayer en Bilbao a los 90 a?os, es el representante de la Iglesia vasca que mejor simboliza su evoluci¨®n en una etapa extremadamente conflictiva como fue el final del franquismo y la beligerancia del terrorismo etarra, cuyo final pudo vivir. Nacido en Fruniz (Vizcaya), en 1933, fue obispo auxiliar de Bilbao y titular de San Sebasti¨¢n, con un forzado par¨¦ntesis como obispo de Zamora. El acontecimiento m¨¢s sonado de Uriarte fue su participaci¨®n como facilitador en la mesa de di¨¢logo del Gobierno de Aznar con ETA en mayo de 1999. Adem¨¢s de su labor pastoral, dedic¨® muchos esfuerzos a promover la paz en Euskadi.
Formado en Psicolog¨ªa y Teolog¨ªa por las universidades de Comillas y Lovaina, su primera misi¨®n en Euskadi fue la de obispo auxiliar de Bilbao de Monse?or A?overos entre 1976 y 1991. Fue decidida por el papado de Pablo VI, en 1976, en plena crisis entre la Iglesia vasca y el Gobierno franquista de Arias Navarro tras la homil¨ªa de A?overos en que reconoci¨® la identidad vasca y que estuvo a punto de provocar su expulsi¨®n de Espa?a. Uriarte, que cont¨® con un amplio apoyo en el clero vizca¨ªno, respond¨ªa al sentimiento mayoritario de la Iglesia vasca que rechazaba la violencia etarra y el r¨¦gimen franquista. A A?overos le sustituy¨® Monse?or Larrea, pero Uriarte, como obispo auxiliar, fue el motor del obispado bilba¨ªno.
Entre 1976 y 1991, influy¨® decisivamente en el discurso de la Iglesia vasca sobre el terrorismo, criticada en algunos sectores por ¡°equidistante¡±. En una entrevista publicada en EL PA?S en marzo de 2015 se defend¨ªa de las cr¨ªticas, pero tambi¨¦n reconoc¨ªa errores: ¡°La Iglesia vasca fue la primera en condenar los asesinatos de forma ininterrumpida. Pero tambi¨¦n es verdad que en una ¨¦poca pusimos m¨¢s ¨¦nfasis en elaborar una ¨¦tica de la paz que en cultivar una sensibilidad con las v¨ªctimas. Con todo, quien mantenga la tesis de la equiparaci¨®n de la lucha de ETA y contra ETA le invito a que consulte las hemerotecas y nuestras cartas pastorales. No hay comparaci¨®n posible entre nuestra contundencia contra ETA y las cr¨ªticas a ciertas violaciones graves de los derechos humanos por instancias vinculadas al Estado¡±.
Como obispo auxiliar de Bilbao contribuy¨® a la gestaci¨®n de Gesto por la Paz, primer movimiento de respuesta a la violencia nacido en 1985 que acabar¨ªa despleg¨¢ndose por toda Euskadi. Sus miembros sal¨ªan a la calle ante cada hecho violento, entonces predominantemente de ETA. Las pastorales de la Iglesia vasca, que Uriarte inspiraba, eran contundentes en su rechazo al terrorismo y a la vez evitaban la identificaci¨®n de terrorismo y nacionalismo, habitual en el discurso de la Conferencia Episcopal espa?ola, especialmente durante el Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar.
En 1991, Uriarte fue nombrado obispo de Zamora. Una decisi¨®n de la Conferencia Episcopal espa?ola que estuvo a punto de provocar un conflicto con el clero vizca¨ªno que no comprend¨ªa su traslado a Zamora ante la situaci¨®n conflictiva vasca. Estando en Zamora se produjo el acontecimiento pol¨ªtico m¨¢s sonado que protagoniz¨®: su participaci¨®n en el di¨¢logo entre el Gobierno de Aznar y ETA en Vevey (Suiza) en mayo de 1999. Fue a ra¨ªz de la tregua de ETA de septiembre de 1998. Uriarte accedi¨® como intermediario, acompa?ado de su n¨²mero dos, Joseba Segura, hoy obispo de Bilbao, al encuentro de cuatro horas entre el secretario de Estado de Seguridad, Ricardo Mart¨ª Fluxa; el secretario general de la Presidencia, Javier Zarzalejos y el asesor del presidente Aznar, Pedro Arriola, con los dirigentes de ETA, Mikel Antza y Bel¨¦n Gonz¨¢lez.
Uriarte revel¨® a EL PA?S en 2015 que ¡°aquella iniciativa la tom¨® ETA, aconsejada por la izquierda abertzale; el Gobierno de Aznar acept¨® sin demora que yo fuera intermediario¡±. ¡°Un intermediario se limita a preparar los contactos, a rebajar con su presencia los grados de confianza rec¨ªproca y desatascar si es necesario el di¨¢logo cuando se encasquilla¡±, precis¨®. El encuentro fue ¡°muy sobrio¡±. ¡°Observ¨¦ temblor en unos y otros. En esa situaci¨®n, a m¨ª me correspond¨ªa generar serenidad y relativa seguridad de que aquello no iba a acabar en una tragedia¡±.
Opin¨®, asimismo: ¡°Todos los relatos que he le¨ªdo sobre ese encuentro son sesgados¡±. Una muestra es la interpretaci¨®n de Aznar de ese encuentro que difiere de la que Uriarte ofreci¨® a EL PA?S. Aznar ha dicho sistem¨¢ticamente que envi¨® a sus representantes para decir a ETA que abandonara las armas y como se neg¨®, regresaron y cortaron el di¨¢logo. Uriarte revel¨® a EL PA?S que ¡°sus representantes [de Aznar] no se limitaron a pedir el abandono de las armas a ETA que fue quien cort¨® los contactos, a pesar de que los representantes del Gobierno quer¨ªan mantenerlo¡±. ¡°Como casi siempre sucede, la versi¨®n oficial no coincide del todo con la real¡±, a?adi¨®.
No hubo m¨¢s encuentros y ETA rompi¨® la tregua en enero de 2000. A los pocos meses, Uriarte fue nombrado obispo de San Sebasti¨¢n en sustituci¨®n de Jos¨¦ Mar¨ªa Seti¨¦n. La posici¨®n teol¨®gico-pol¨ªtica de Seti¨¦n, que sosten¨ªa la tesis del conflicto pol¨ªtico en Euskadi, le hab¨ªa enfrentado al creciente movimiento social contra el terrorismo etarra y divid¨ªa al clero vasco. Tampoco le ayudaba su car¨¢cter distante. Uriarte contaba con un respaldo m¨¢s amplio. Siempre rechaz¨® la identificaci¨®n entre nacionalismo y terrorismo, pero a diferencia de Seti¨¦n, fue m¨¢s contundente en la condena al terrorismo etarra y cercano a sus v¨ªctimas.
Su trato cordial, a diferencia de Seti¨¦n, le abr¨ªa las puertas. Pese al fracaso del proceso dialogado de la etapa de Aznar mantuvo contactos. Los propiciaba especialmente el sector de la izquierda abertzale que quer¨ªa acabar con el terrorismo. Uriarte contribuy¨® a la nueva oportunidad de di¨¢logo entre el Gobierno de Zapatero y ETA que, tras muchas vicisitudes, se zanj¨® con el cese definitivo del terrorismo en 2011. Poco antes renunci¨® al obispado de San Sebasti¨¢n y regres¨® a Bilbao.
Uriarte contempl¨® satisfactoriamente el final del terrorismo al que dedic¨® muchos esfuerzos. Los ¨²ltimos a?os los dedic¨® a favorecer la reconciliaci¨®n de la sociedad vasca. En 2015 en su entrevista a EL PA?S, se?al¨®: ¡°Yo albergo una neta esperanza humana y cristiana de que alcancemos un nivel de reconciliaci¨®n aceptable porque la plena reconciliaci¨®n es un don para la vida eterna. Pero no debemos conformarnos con una coexistencia no violenta en la que no existiera verdadera comunicaci¨®n en los grupos sociales ni ejercicio del perd¨®n ni un acuerdo de valores que en aras del bien com¨²n todos debemos de respetar, promover y defender¡±.
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