La batalla de fondo de la amnist¨ªa se jugar¨¢ en Europa
Las instituciones europeas, donde todav¨ªa colea el ¡®proc¨¦s¡¯,?se preparan para un nuevo embate jur¨ªdico en medio de una amplia indiferencia pol¨ªtica
¡°Nadie en los pasillos anda preguntando qu¨¦ pasa con la amnist¨ªa¡±, zanja una fuente diplom¨¢tica europea. Puede que Bruselas salga en casi cada discusi¨®n de la pol¨ªtica espa?ola sobre la proposici¨®n de ley. Pero la normativa, que el PP ¡ªcon Ciudadanos y Vox detr¨¢s¡ª llevan meses intentando convertir en un problema europeo, genera m¨¢s indiferencia que cuestionamiento en los corrillos diplom¨¢ticos de la capital belga o en la prensa europea, y m¨¢s irritaci¨®n que inter¨¦s real en una Euroc¨¢rmara con muchas otras preocupaciones internacionales y electorales. Aun as¨ª, las instituciones europeas, sobre todo la Comisi¨®n en Bruselas y el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) en Luxemburgo, se preparan ya para un nuevo embate. La ley ha sido dise?ada para ser batallada en Europa, en vista de que el Gobierno asume que va a haber obst¨¢culos en la v¨ªa judicial espa?ola, que ha mostrado una y otra vez su intenci¨®n de frenar la normativa con la que el expresident Carles Puigdemont busca, parad¨®jicamente, dejar de una vez la capital belga en la que lleva huido casi siete a?os.
Cerrado el primer frente, el dictamen de la Comisi¨®n de Venecia solicitado por el PP y que este viernes dio algunos toques de atenci¨®n, aunque en general valida la idea de una amnist¨ªa para resolver este tipo de conflictos, todos los grupos pol¨ªticos espa?oles, tanto de los que aspiran a tumbar la amnist¨ªa como quienes esperan verla refrendada, miran ahora hacia la Comisi¨®n Europea. Porque, aunque que la amnist¨ªa no es, aseguran diversas fuentes diplom¨¢ticas, un tema que ocupe o preocupe a los l¨ªderes europeos que volver¨¢n a reunirse esta semana en Bruselas, el Ejecutivo comunitario, en tanto que guardi¨¢n de los tratados, ha prometido que analizar¨¢ la ley, aunque puntualizando que solo se pronunciar¨¢ una vez esta est¨¦ definitivamente aprobada. ¡°No vamos a prejuzgar la forma final de la ley hasta que haya sido votada definitivamente y publicada¡±, reiter¨® el viernes, por en¨¦sima vez, el portavoz del Ejecutivo europeo, Eric Mamer.
El tema se ha convertido en un asunto profundamente t¨®xico que pocos, fuera del entorno espa?ol o de la militancia f¨¦rrea del Partido Popular Europeo (PPE), quieren comentar. ¡°Es un asunto interno de Espa?a con muchas aristas¡±, se?ala un eurodiputado conservador, que no quiere identificarse. Su familia pol¨ªtica, si habla, lo hace para cargar contra el acuerdo del PSOE con Junts y ERC que dio el Gobierno a Pedro S¨¢nchez. El l¨ªder de los populares en el Parlamento Europeo, Manfred Weber, ha acusado incluso al presidente del Ejecutivo espa?ol de ser una ¡°marioneta¡± en manos de Puigdemont.
Los ¨²ltimos cambios introducidos en la proposici¨®n de ley est¨¢n muy enfocados a allanar el camino de la amnist¨ªa en Europa, a cuyo ordenamiento, convenios y jurisprudencia se ci?e tanto en el pre¨¢mbulo como en el articulado del texto. Garantizar la adhesi¨®n a los principios y al derecho europeo e internacional es clave para que cale en el exterior, si fuera necesario, el relato pol¨ªtico favorable a la amnist¨ªa, pero tambi¨¦n para asegurar el respaldo de la justicia europea a la medida de gracia. La evoluci¨®n de las tres versiones de la norma que han pasado por el Congreso muestra un af¨¢n creciente por europeizar el texto, un objetivo que se ha ido priorizando a medida que se constataba que algunos de los tribunales espa?oles que tienen que decidir si aplican la ley no lo iban a poner f¨¢cil. Algunos jueces y juristas coinciden en que el texto aprobado finalmente por la C¨¢mara baja asume que la norma va a encontrar resistencia en los tribunales espa?oles y se ha centrado en asegurar su recorrido en Europa.
Aunque el mantra de Bruselas es ¡ªy lo lleva siendo, como tarde, desde 2017¡ª que el conflicto catal¨¢n es un ¡°asunto interno de Espa?a¡±, los intentos desde Espa?a por europeizarlo, con grandes hip¨¦rboles pol¨ªticas, han sido constantes: en los primeros a?os fue desde el lado independentista, en una b¨²squeda, frustrada r¨¢pidamente, para alivio del Gobierno popular de Mariano Rajoy, de que Europa mediara en el proc¨¦s: ¡°El respeto de la ley no es opcional, es fundamental. Si la ley no te da lo que quieres, puedes oponerte a ella, puedes trabajar para cambiarla. Pero no puedes ignorarla¡±, dijo tres d¨ªas despu¨¦s del refer¨¦ndum ilegal del 1 de octubre el vicepresidente primero de la Comisi¨®n de la ¨¦poca, Frans Timmermans. Parad¨®jicamente, es ahora el PP el que ha adoptado la estrategia europea y centra buena parte de sus fuerzas en intentar que Bruselas medie y acabe con la ley de amnist¨ªa.
Pareci¨® que su estrategia se refrendaba cuando el Ejecutivo comunitario cambi¨® el paso a finales del a?o pasado, cuando ni siquiera hab¨ªa a¨²n un texto legal: el comisario de Justicia, Didier Reynders, reclam¨® al Gobierno de Espa?a m¨¢s informaci¨®n sobre el asunto y dio cuenta de la ¡°seria preocupaci¨®n¡± que le hab¨ªan trasladado cientos de personas. Una campa?a organizada hab¨ªa enviado miles de correos electr¨®nicos a Reynders, a otros comisarios y a cientos de funcionarios que nada ten¨ªan que ver con los temas de justicia. Finalmente, Reynders, un liberal del que Ciudadanos y PP gustan decir que gozan de su confianza, recuper¨® el discurso de que el conflicto en Catalu?a es un ¡°asunto interno¡± de Espa?a y se cerr¨® a comentarios de la ley hasta su tramitaci¨®n parlamentaria.
Aun as¨ª, nada m¨¢s ser aprobada la proposici¨®n de ley en el Congreso, el jueves, la eurodiputada popular y vicepresidenta del PPE, Dolors Montserrat, volvi¨® a la carga instando a la UE a que ¡°empiece a actuar¡± y ¡°frene este peligroso atropello socialista que pone en jaque los propios valores europeos¡±.
La v¨ªa europea por la que la amnist¨ªa pasar¨¢, indefectiblemente, es por Luxemburgo. Se da por seguro que el TJUE deber¨¢ pronunciarse sobre la ley en respuesta a cuestiones prejudiciales planteadas por los jueces espa?oles que tienen que aplicar la norma. La intervenci¨®n de la justicia europea ser¨¢, adem¨¢s, anterior a la del Tribunal Constitucional espa?ol, porque este estableci¨® en 2016 que si un ¨®rgano judicial plantea una cuesti¨®n prejudicial sobre una ley, no puede presentar una cuesti¨®n de inconstitucionalidad (ante el Constitucional) hasta que la primera est¨¦ resuelta. Fuentes del TJUE se?alan que la duraci¨®n media de un procedimiento prejudicial normal suele ser de 18 meses. Se puede pedir una tramitaci¨®n urgente, pero la decisi¨®n ¨²ltima es del propio tribunal europeo.
En el Supremo se asume como probable que Europa avale la ley. En general, el recorrido judicial en Europa del proc¨¦s no ha sido favorable para los jueces espa?oles tras m¨¢s de seis a?os de pulso entre el alto tribunal y los tribunales de B¨¦lgica, Alemania o Italia, los pa¨ªses a los que, desde 2017, se ha reclamado la entrega del expresidente catal¨¢n o alguno de sus colaboradores.
Por eso, en el alto tribunal temen el segundo acto que puede iniciarse ahora con la amnist¨ªa y, tambi¨¦n, con la investigaci¨®n abierta por terrorismo al l¨ªder de Junts por el caso Tsunami Democr¨¤tic. Todos los caminos conducen a la justicia de la UE, admiten en el alto tribunal. Lo ¨²nico que parece descartado es que la Sala Penal vaya a aplicar la amnist¨ªa directamente, porque los jueces aseguran que tienen dudas tanto de su encaje en el derecho europeo como en el espa?ol. Ante eso, la opci¨®n m¨¢s probable es que se eleve una cuesti¨®n prejudicial al TJUE, lo que dejar¨ªa en suspenso tanto la causa de Tsunami como la del proc¨¦s, por la que el Supremo tiene dictada una orden nacional de busca y captura contra Puigdemont.
La otra opci¨®n es que el alto tribunal determine que la amnist¨ªa no es aplicable para el l¨ªder de Junts, lo que, adem¨¢s de abrir un nuevo pleito con los afectados, llevar¨ªa al Supremo a reactivar la persecuci¨®n del expresidente en Europa, salvo que este haya vuelto a Espa?a y decida quedarse, aun con el riesgo de ser arrestado y juzgado. El alto tribunal desconf¨ªa de que B¨¦lgica acabara entregando al expresident en la causa del proc¨¦s y lo da casi por imposible en la de Tsunami. Pesan mucho las reticencias hist¨®ricas de este pa¨ªs para colaborar con Espa?a en la entrega de terroristas (tard¨® 15 a?os en entregar a la etarra Natividad J¨¢uregui), pero en el Supremo han ca¨ªdo tambi¨¦n como una losa no solo la tramitaci¨®n de la ley de amnist¨ªa, que evidencia la intenci¨®n de Espa?a de cerrar la v¨ªa judicial del proc¨¦s, sino tambi¨¦n las reuniones de dirigentes del PSOE y Sumar con Puigdemont e incluso las declaraciones de Alberto N¨²?ez Feij¨®o abriendo la puerta a un futuro indulto al expresidente catal¨¢n.
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