El Gobierno se debate entre la gesti¨®n y el barro del ¡®caso Ayuso¡¯
La desafecci¨®n ciudadana por la crispaci¨®n inquieta al Ejecutivo y sus aliados. Sumar ha dejado clara su incomodidad por el ¡°espect¨¢culo¡±
El Gobierno vive un momento de mucho debate interno. Nadie est¨¢ c¨®modo en el Ejecutivo y los partidos que lo apoyan con la deriva que est¨¢ tomando la pol¨ªtica espa?ola estas semanas. Los datos del CIS, que vuelven a situar a la pol¨ªtica como el principal problema para muchos espa?oles ¡ªlo citan de diversas formas casi un 50% de los encuestados en el ¨²ltimo bar¨®metro¡ª, inquietan tanto al PSOE y a Sumar, socios de la coalici¨®n, como a sus aliados parlamentarios. Est¨¢n convencidos de que quien m¨¢s sufre en momentos as¨ª es la izquierda, cuyo votante se desmoviliza con m¨¢s facilidad en un ambiente de crispaci¨®n.
El Ejecutivo discute estos d¨ªas sobre una disyuntiva dif¨ªcil: volver el foco a la econom¨ªa y la gesti¨®n o contestar a los ataques de la oposici¨®n y, sobre todo, explotar al m¨¢ximo el caso Ayuso, que tuvo un salto el viernes con la imputaci¨®n por dos delitos de fraude fiscal y uno de falsedad documental de su pareja, Alberto Gonz¨¢lez Amador. Los socialistas creen que este caso traer¨¢ mucha cola, que habr¨¢ m¨¢s novedades, y que pone en cuesti¨®n el propio liderazgo de Alberto N¨²?ez Feij¨®o, porque con su apoyo a Ayuso est¨¢ quedando atrapado en la deriva que pueda tener el esc¨¢ndalo.
Es una tentaci¨®n demasiado fuerte como para dejarla pasar, explican varios dirigentes, sobre todo para neutralizar la ofensiva del PP que sube cada d¨ªa el tono y trata de meter en el barro pol¨ªtico a la esposa de S¨¢nchez, Bego?a G¨®mez, por su relaci¨®n profesional indirecta con Air Europa, una empresa rescatada en 2020 con 475 millones de euros. S¨¢nchez ya dijo en Bruselas el viernes que este asunto no ten¨ªa ning¨²n recorrido despu¨¦s de que la oficina del Conflicto de Intereses archivara la denuncia del PP en la que sosten¨ªa que S¨¢nchez ten¨ªa que haberse inhibido en ese rescate. Al frente de esa oficina est¨¢ desde 2007, con gobiernos del PSOE y del PP, la misma persona: Flor L¨®pez, miembro del Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado.
En pleno ambiente electoral, y con dos comisiones de investigaci¨®n a punto de abrirse en el Congreso y el Senado, cada una controlada por uno de los bloques, las posibilidades de que el nivel de barro baje son escasas, aunque hay mucho debate en el Ejecutivo sobre c¨®mo ajustar el tono para que la crispaci¨®n no se vuelva contra la izquierda. El par¨®n de Semana Santa tal vez sirva para calmar algo los ¨¢nimos.
Esta discusi¨®n est¨¢ provocando tambi¨¦n tensi¨®n dentro de la coalici¨®n, que ya viene con heridas importantes despu¨¦s de que los Comunes tumbaran los Presupuestos catalanes. Yolanda D¨ªaz y otros dirigentes de Sumar, como Aina Vidal, han dejado muy claro su incomodidad por lo que califican de ¡°espect¨¢culo¡±. ¡°M¨¢s hacer y menos gritar¡±, dijo Vidal en el Congreso. Mientras, desde el PSOE se critica a D¨ªaz y a Sumar por no apoyar al Gobierno frente a los ataques del PP.
Despu¨¦s de una semana de nuevo dur¨ªsima en el Senado y el Congreso, donde la gravedad de los cruces dial¨¦cticos ya es dif¨ªcil de superar, Pedro S¨¢nchez mandaba este s¨¢bado un mensaje a los suyos: ¡°Ellos a embarrar y nosotros a gobernar para la gente¡±, dijo en M¨¦rida. Pero no es tan sencillo. La Moncloa prepara mucha agenda de gobierno, y este martes presentar¨¢ su programa de reformas para este a?o en el Consejo de Ministros, al mismo tiempo que ha decidido entrar en ese barro para responder al PP. Varios dirigentes del Gobierno y del PSOE insisten en que est¨¢ asumido dentro del partido que cuando se centraron solo en la gesti¨®n y decidieron no contestar a la derecha, se los llev¨® por delante en las auton¨®micas y municipales de 2023. Y no van a cometer ese error. En La Moncloa se?alan que ellos quieren volver cuanto antes a la gesti¨®n, que ojal¨¢ lograran que el foco se pusiera de nuevo en la econom¨ªa, con 21 millones de cotizantes, r¨¦cord absoluto, o un crecimiento del PIB cinco veces por encima de la media europea, pero nadie juega solo en pol¨ªtica. Los rivales condicionan.
El propio S¨¢nchez insisti¨® en M¨¦rida en diferenciarse del PP y sobre todo en tranquilizar a los socialistas sobre la resistencia del Gobierno: ¡°La sensaci¨®n es que hay mucha crispaci¨®n, mucha polarizaci¨®n. La derecha y la ultraderecha se mimetizan. Pero hay polarizaci¨®n asim¨¦trica, unos atacan nuestras sedes y otros somos atacados. La pregunta que hay que hacerse es c¨®mo respondemos. Llevan seis a?os intentando destruir al Gobierno, no lo han logrado y no lo van a lograr, vamos a gobernar nueve a?os¡±, clam¨®.
En Sumar est¨¢n preocupados por otra consecuencia de este ambiente crispado, al menos desde su punto de vista. En el entorno de D¨ªaz creen que la clave de la recuperaci¨®n de la izquierda en las elecciones generales no fue, como creen algunos en el PSOE, que salieron a contestar a la derecha. Para ellos, fue decisiva la idea en positivo de un ticket electoral S¨¢nchez-D¨ªaz, con una buena relaci¨®n que se vio en el debate la ¨²ltima semana, frente al t¨¢ndem negativo Feij¨®o-Santiago Abascal, que generaba mucha alarma en sectores muy amplios. Esa batalla fue la que moviliz¨® mucho a la izquierda, creen en Sumar. Y ahora, con la guerra de estos d¨ªas, interpretan ellos, se est¨¢ volviendo a un eje bipartidista PP-PSOE que aparca a Sumar, pero tambi¨¦n a Vox, y elimina ese enfoque positivo de la coalici¨®n que ellos creen imprescindible.
En el PSOE, por el contrario, est¨¢n cada vez m¨¢s molestos con D¨ªaz por su intento, tal como lo ven ellos, de no mojarse cuando vienen curvas. Pero sobre todo la acusan de no controlar su espacio pol¨ªtico, y de permitir que primero Podemos se fuera al Grupo Mixto, despu¨¦s le votara en contra un decreto, y finalmente los Comunes tumbaran el Presupuesto catal¨¢n y ahora el de Barcelona. Los Comunes insisten en culpar al PSC por no ceder con el megacasino en Tarragona, algo que los socialistas ven absurdo.
En cualquier caso, el barro que est¨¢ invadiendo la pol¨ªtica espa?ola parece no gustarle a nadie, pero tampoco hay de momento f¨®rmulas claras sobre c¨®mo dispersarlo. Todo indica que se resolver¨¢ como siempre en democracia: con los votos. Tres elecciones en tres meses dar¨¢n sin duda para muchas consecuencias, positivas o negativas.
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