Acogimiento familiar: c¨®mo le cambia la vida a un menor criado en un entorno hostil
M¨¢s de 2.000 ni?os necesitan con urgencia un acogimiento en Andaluc¨ªa para no verse forzados a convivir en centros de protecci¨®n saturados
El jiennense Pedro Dom¨ªnguez acogi¨® a un ni?o de cuatro a?os de edad como familia monoparental. Ahora, cuando el menor ya va por los 16, tiene cada vez m¨¢s claro lo acertado de su decisi¨®n y lo positivo de la diversidad familiar. ¡°Emocionalmente, cuando lleg¨® era indomable. Ven¨ªa descentrado, nervioso. Y, a d¨ªa de hoy, tiene una adolescencia maravillosa. Con buenas notas, respeta las normas de casa, los horarios¡ ?Tiene hasta su novia!¡±, indica Dom¨ªnguez que, ahora ya con su pareja, son una de las miles de familias que recurren al acogimiento de menores.
En Andaluc¨ªa hay m¨¢s de 2.000 menores que necesitan con urgencia el acogimiento familiar. Son ni?os y adolescentes hasta los 18 a?os que han llegado a los centros residenciales de protecci¨®n despu¨¦s de que la Junta de Andaluc¨ªa les haya retirado la tutela a sus padres biol¨®gicos por haber incurrido en negligencias, abandono, maltrato f¨ªsico o psicol¨®gico e incluso abusos sexuales.
¡°Queremos apelar al compromiso y sensibilidad de las personas. Actualmente, hay cientos de familias de acogida que est¨¢n cambiando la vida de forma radical a estos menores, pero seguimos necesitando muchas m¨¢s¡±, explica Natalia Prieto, trabajadora social de la asociaci¨®n jiennense Apraf-a que, junto a las tambi¨¦n andaluzas Aldaima, Alcores e Infania, han puesto en marcha la campa?a Solo quiero un hogar, para abordar la necesidad de garantizar una familia a ni?os, ni?as y adolescentes que est¨¢n esperando en los centros de protecci¨®n.
¡°De repente te llega una personita, en nuestro caso una personita muy especial, con mucha energ¨ªa que a veces te pregunta cosas que te descolocan un poco. Gracias a eso, nuestros hijos est¨¢n aprendiendo de otras realidades. Por eso, animamos siempre, creemos que hay que apostar por esos ni?os y por darles un hogar¡±, explican los granadinos Olga Li?¨¢n y Nelson Quintero, que tienen acogida a una peque?a de seis a?os que convive con sus dos hijos biol¨®gicos.
Hay diferentes tipos de acogimiento: el de urgencia, hasta los seis meses; el temporal, hasta los dos a?os; y el permanente, hasta que los menores alcanzan la mayor¨ªa de edad. ¡°La primera opci¨®n siempre es que los menores puedan volver con sus padres, por eso se da un plazo de dos a?os para ver si los progenitores pueden solucionar su situaci¨®n vulnerable; despu¨¦s tienen preferencia los miembros de la familia extensa y, finalmente, entra en liza el acogimiento familiar, donde se mantienen los v¨ªnculos e incluso las visitas a los padres de origen¡±, subraya la psic¨®loga Elena S¨¢nchez, otra de las coordinadoras de la asociaci¨®n Apraf-a.
La mayor dificultad que encuentran estas asociaciones de acogimiento familiar es evitar que los m¨¢s peque?os entren en los centros de protecci¨®n. ¡°Son centros que ya est¨¢n muy saturados y donde tienen que convivir con adolescentes y j¨®venes de hasta 18 a?os, y eso no suele ser f¨¢cil¡±, explica Natalia Prieto. El contraste con esta situaci¨®n se da por la resistencia de las familias a acoger a ni?os mayores de seis u siete a?os
Mar¨ªa Albert, educadora social de la asociaci¨®n Alcores, responsable del proyecto en Huelva, recuerda lo que le dec¨ªa sobre los centros de protecci¨®n el menor que tuvo su casa: ¡°Era un lugar inc¨®modo, era muy grande y la soledad le persist¨ªa a pesar de estar los trabajadores implicados en su bienestar¡±.
La campa?a Solo quiero un hogar ha recorrido las ocho provincias andaluzas para concienciar y difundir la importancia del rol de familias acogedoras. Las familias deben ser valoradas para obtener la idoneidad. Posteriormente, deben pasar un curso de formaci¨®n breve donde se explica en qu¨¦ consiste el acogimiento familiar, sus modalidades y cuestiones a tener en cuenta sobre los ni?os y ni?as en acogida. Finalmente, se realiza un estudio psicosocial y entrevistas sobre la situaci¨®n personal y sanitaria de las personas solicitantes, sus motivaciones, capacidades, adem¨¢s de visitas al domicilio de la futura familia acogedora. All¨ª deber¨¢ haber un espacio exclusivo para que el ni?o o la ni?a pueda dormir y estar, pero no es necesario que disponga de cuarto propio.
¡°La relevancia del rol de estas familias reside en la necesidad de que estos menores puedan pasar el m¨¢ximo tiempo posible en un hogar y tengan asegurado su derecho a crecer en una familia¡±, indica Karima el Harchi Biro, presidente de la asociaci¨®n granadina Aldaima.
Pero lo m¨¢s importante que quieren transmitir desde las organizaciones que potencian esta campa?a es ¡°c¨®mo el acogimiento familiar puede tener un impacto radicalmente positivo en estos menores y cambiar sus condiciones de vida en su presente y futuro, facilit¨¢ndoles amor, hogar y oportunidades distintas¡±. ¡°Son ni?os normales que se han adaptado a un entorno de supervivencia porque crecen en un entorno hostil¡±, concluye Lorenzo P¨¦rez, trabajador social y divulgador sobre protecci¨®n de la infancia.
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