Andrea Levy: ¡°La pol¨ªtica es dura e injusta. Un d¨ªa est¨¢s en portada y al siguiente nadie te llama¡±
La exdirigente del PP, ahora concejal de distrito, reflexiona sobre la ca¨ªda de Casado, los errores de su partido en Catalu?a, los movimientos del Ibex para promocionar a Cs, adicciones y salud mental

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Cuenta Andrea Levy (Barcelona, 39 a?os) que hubo d¨ªas que pens¨® que no podr¨ªa levantarse de la cama y que ¡°salir del armario de la fibromialgia¡±, enfermedad que le fue diagnosticada en 2020, fue ¡°una liberaci¨®n¡±. Lo hace en La utilidad de todo este dolor (La esfera de los libros), donde repasa en el ¨¢mbito sentimental, pol¨ªtico y de salud una d¨¦cada voraz, que engull¨® siglas y l¨ªderes ¡ªincluido su cicer¨®n cuando lleg¨® a Madrid desde Catalu?a, Pablo Casado¡ª y que provoc¨® su ingreso hospitalario tras un colapso f¨ªsico y mental.
Pregunta. ¡°Mi relaci¨®n m¨¢s estable fue con los inhibidores de la serotonina¡±. Hace una confesi¨®n valiente para alertar a otros sobre los riesgos de la automedicaci¨®n y lo adictivas que pueden ser algunas pastillas.
Respuesta. Antes del diagn¨®stico de fibromialgia, pasas un periplo en el que no sabes bien lo que te pasa. Yo ten¨ªa dolores constantes, iba al m¨¦dico y me dec¨ªan: est¨¢s estresada, toma Valium. ?Tienes ansiedad? Lexatin. ?No puedes dormir? Orfidal... Acab¨¦ acumulando muchos remedios que eran parches, en lugar de pararme y acudir al reumat¨®logo, al neur¨®logo... como finalmente hice. Pero no podemos normalizar la ansiedad medicaliz¨¢ndola. Este tipo de medicamentos pueden ser muy ¨²tiles en situaciones puntuales, pero son altamente adictivos, como ir a una m¨¢quina a tragaperras. Yo los tom¨¦ demasiado tiempo, desarroll¨¦ tolerancia y mi cuerpo colaps¨®.
P. Es un relato muy ¨ªntimo tambi¨¦n sobre lo que supone estar cerca de un adicto. Dice: ¡°Estaba enamorada de un yonqui¡±. ?Qu¨¦ le ha parecido a ¨¦l el libro?
R. Nacho [Vegas, su expareja] aparece en el libro, pero no para hablar de ¨¦l, sino para ponerlo de ejemplo de c¨®mo a veces, al intentar ser perfecta en todos los ¨¢mbitos, puedes llegar a descuidarte a ti misma. Yo pensaba en cuidar a otra persona que necesitaba mi ayuda, tambi¨¦n ten¨ªa mucha responsabilidad profesional, pero dentro de m¨ª habitaba la destrucci¨®n y la ocultaba. Nacho ha hablado abiertamente de sus adicciones y ha visto el libro. Sigue siendo una persona muy importante para m¨ª.
P. Atribuye su nombramiento como vicesecretaria del PP en 2015 a la necesidad del partido de ¡°renovar su imagen¡± con portavoces j¨®venes, entre ellos, Pablo Casado, sin relaci¨®n con los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n. Pero les dieron un toque por ser demasiado beligerantes...
R. No s¨¦ si por beligerantes o porque nos hicimos demasiado populares. En ese momento la base de nuestra militancia estaba muy tocada por todo lo que pasaba, si bien en esa ¨¦poca tambi¨¦n aprendimos a no prejuzgar cuestiones que, en el transcurso de la acci¨®n judicial, a veces se convert¨ªan en otra cosa. La corrupci¨®n estaba muy presente en la agenda. Nosotros hicimos lo que pensamos que era mejor y creo que conseguimos que una nueva generaci¨®n se identificara con el partido y que otros no desconectaran de ¨¦l.
P. Y le dieron otro toque cuando pidi¨® disculpas a los ciudadanos tras la sentencia del caso G¨¹rtel.
R. S¨ª. En ese momento todos ten¨ªamos sensaci¨®n de agotamiento, de fin de ciclo: la corrupci¨®n, lo de Catalu?a, que era imposible gobernar con Ciudadanos... Yo asum¨ª que no pod¨ªa ser ¨²til porque el proyecto que represent¨¢bamos hab¨ªa fracasado en la gesti¨®n, en la cohesi¨®n nacional y en la honorabilidad. Pero creo que todo eso fue lo que impuls¨® el esp¨ªritu de las primarias que dio la victoria a Casado: ¨¦l representaba el cambio, las ganas de no volver a cometer los mismos errores.
P. Dice en el libro, refiri¨¦ndose a [la expresidenta del PP catal¨¢n] Alicia S¨¢nchez Camacho: ¡°Uno mismo no suele darse cuenta de cu¨¢ndo el partido va a dejarte caer. Cuando ya no te consideran ¨²til, despu¨¦s de que te hayas dejado parte de tu vida en la causa, empiezan a hacerte la cama¡±. ?No es eso lo que le hicieron a Casado, dejarlo caer?
R. No son casos comparables. Es duro, pero todos tenemos una fecha de caducidad que hemos de asumir. S¨ª creo que las nuevas generaciones pol¨ªticas son demasiado fugaces. Es un error pensar que, o est¨¢s en primera l¨ªnea, o est¨¢s fuera. Luego, la vida pol¨ªtica consume, te equivocas... Alicia era superbeligerante y de repente parec¨ªa como que hab¨ªa que apartarla, que no se la viese. Me dio mucha pena porque era la persona de la que yo estaba aprendiendo y me di cuenta de lo injusto que es esto. Hemos visto desaparecer a gente con carreras brillantes que pens¨¢bamos que lo iban a ser todo. El caso de Cristina Cifuentes tambi¨¦n fue muy cercano. En un a?o pas¨® de serlo todo a no estar. Y te conmueve esa dureza de la pol¨ªtica: un d¨ªa est¨¢s en portada y al siguiente nadie te llama para preguntarte nada.
P. ?No ve similitudes en el caso de Casado?
R. No son similares. Al final, Alicia sigue estando en el partido.
P. Revela movimientos para moverle la silla a Mariano Rajoy y que una empresa del Ibex-35 les exigi¨® un cambio de responsables a cambio de no apoyar econ¨®micamente a Ciudadanos. ?Qu¨¦ le respondieron?
R. El partido no se dobleg¨® y el tiempo nos dio la raz¨®n: Ciudadanos ha desaparecido. Lo pongo de ejemplo de lo que ocurre cuando la gente no nos ve. La vida pol¨ªtica te acaba desprendiendo de cierta ingenuidad y es dif¨ªcil no volverse un c¨ªnico cuando oyes determinadas cosas.

P. ?Cree que las empresas del Ibex-35 tienen esa clase de poder: el de quitar y poner?
R. Intentarlo lo van a intentar. El poder en nuestro pa¨ªs no solo lo ejercen los pol¨ªticos y los medios, tambi¨¦n las empresas. Hasta el f¨²tbol. Y todo eso se concentra en Madrid.
La gente confi¨® en el independentismo porque durante mucho tiempo el Estado no contrarrest¨® la desinformaci¨®n y creyeron que su proyecto era viable¡±
P. Cuenta que su padre lleg¨® a mentir en un hospital catal¨¢n a una enfermera con lazo amarillo diciendo que su hija era arquitecta. Hoy la situaci¨®n en Catalu?a es distinta. El Gobierno lo atribuye a los indultos. ?Usted?
R. Al fracaso del proyecto independentista y c¨®mo lastr¨® a Catalu?a, que perdi¨® la delantera econ¨®mica y se sumi¨® en el caos. La gente se sinti¨® enga?ada. Ahora el Gobierno de S¨¢nchez pone alfombra roja al que nos sumi¨® en el caos, que vuelve victorioso. Eso me preocupa.
P. Critica la gesti¨®n del desaf¨ªo soberanista por parte del Gobierno del PP: ¡°La inacci¨®n hizo crecer al monstruo¡±; ¡°la respuesta judicial, aunque necesaria y obligada, resultaba inocua¡¡±. ?A qu¨¦ atribuye los malos resultados del partido en Catalu?a y qu¨¦ perspectivas cree que tiene en las auton¨®micas?
R. Todo esto empez¨® mucho antes de 2017 y no se trabaj¨® intensamente en un proyecto pol¨ªtico que contrarrestara desde el punto de vista emocional e institucional la lluvia fina nacionalista, c¨®mo hablaban del maltrato de Espa?a, etc. Ten¨ªan toda una red de organismos trabajando para ese proceso, iban acumulando ¨¦xitos en el imaginario colectivo que hicieron pensar a mucha gente que su proyecto era viable. La gente confi¨® en ellos porque el Estado, durante mucho tiempo, no respondi¨® para contrarrestar la desinformaci¨®n. Y luego, efectivamente, llega la reacci¨®n jur¨ªdica que lo para, pero el Gobierno de Espa?a pudo haberse anticipado. Ahora no hay tanta tensi¨®n emocional y el PP tiene la oportunidad de canalizar hacia nuestras siglas la victoria que en su d¨ªa consigui¨® Arrimadas [In¨¦s, candidata de Ciudadanos]. Necesitamos ser atractivos incluso para desencantados del independentismo. El desaf¨ªo es ensanchar nuestra base.
P. Poco despu¨¦s de su nombramiento como vicesecretarios, fue la boda de Javier Maroto y cuenta que hubo un debate pol¨ªtico en el PP sobre si Rajoy deb¨ªa asistir o no cuando el partido ten¨ªa recurrida al Constitucional la ley del matrimonio gay. ?El PP ha ido por detr¨¢s en los derechos sociales? Se opuso al divorcio, a la ley del aborto¡
R. En el pasado, sin duda alguna. Siempre hay un pulso entre los m¨¢s liberales y los m¨¢s conservadores, pero se ha demostrado que cuanto m¨¢s nos ensanchamos, m¨¢s mayor¨ªas logra el PP. Ese debate sobre la boda de Javier envejece muy mal porque hoy es completamente extempor¨¢neo. En ese momento se produjo una rotura de costuras en un partido que no se hab¨ªa abierto a generaciones m¨¢s j¨®venes en la direcci¨®n y nos dimos cuenta de que determinados postulados eran inasumibles. Asistimos perplejos a ese debate sobre la boda, pero Rajoy entendi¨® que ¨¦ramos una especie de becarios a los que hab¨ªa que hacer caso y yo me alegro mucho de haber coincidido con ¨¦l porque entre otras cosas, nos ense?¨® a tener los pies en el suelo, a no caer en la tentaci¨®n de ser un pol¨ªtico ansioso. Eso me ha ayudado mucho a no sentirme frustrada.
El sistema, y aqu¨ª implico al partido, a la oposici¨®n y a la prensa, genera un entorno de violencia emocional. Muchos no aguantan m¨¢s y se van¡±
P. ¡°Andrea Levy se pone sexy para el debate del estado de la regi¨®n¡±; ¡°Dan ganas de abrazarla¡±; ¡°Todos los novios de Andrea Levy¡¡±. Son extractos de prensa que cita en el libro, donde cuenta, tambi¨¦n, que Jorge Moragas, jefe de gabinete de Rajoy, le coment¨® que se dec¨ªa que eran amantes o que la emparejaron con ??igo Errej¨®n en plena guerra interna de Podemos. ?C¨®mo reaccion¨® su partido y c¨®mo le afect¨® personalmente ese machismo?
R. En el grupo de vicesecretarios hicimos pi?a y nos lo tom¨¢bamos con humor. Rajoy siempre me llamaba a quitarle hierro, pero todo eso no es inocuo. Se daba una imagen de m¨ª que no ten¨ªa nada que ver con la realidad y te vas frustrando, haci¨¦ndote peque?a. Mientras escrib¨ªa el libro, me fijaba en otros casos, como el de ?ngela Rodr¨ªguez, Pam [exsecretaria de Estado de Igualdad]. Detr¨¢s de la m¨¢scara pol¨ªtica, hay un individuo y los ataques, esa deshumanizaci¨®n, tienen un impacto, alguien puede sufrir una crisis en su casa sin que nos enteremos por lo que se est¨¢ diciendo de ¨¦l o de ella. A veces, el sistema ¡ªy aqu¨ª implico al partido, a la oposici¨®n y a la prensa¡ª genera un entorno de violencia emocional. Hoy lo veo en la forma en que se hablan unos a otros en el Congreso. Si queremos que haya una convivencia, que la sociedad no est¨¦ a garrotazos, debemos favorecer la empat¨ªa, no la agresividad. Por mucho que sepas d¨®nde te metes, hay un grado de violencia en la pol¨ªtica dif¨ªcil de soportar. De hecho, hemos visto a representantes pol¨ªticos que deciden que ya no aguantan m¨¢s y se van.
Algunos pol¨ªticos prefer¨ªan ser virales en Twitter a sentarse a debatir. Y por eso duraron poco¡±
P. Hace una reflexi¨®n sobre las redes sociales, lo que llama ¡°la yihad de bots¡± y c¨®mo la atacaron por los efectos secundarios de la medicaci¨®n que tomaba, o c¨®mo Gabriel Rufi¨¢n le confes¨® que un diputado del PP le ped¨ªa que se metiera con ¨¦l por Twitter para aumentar sus seguidores. ?Cree que la crispaci¨®n pol¨ªtica viene de ah¨ª? ?Se comportan sus se?or¨ªas como haters con sus rivales?
R. Hay una patolog¨ªa de la viralidad. Yo seguramente he ca¨ªdo millones de veces en el error en el que cae ?scar Puente, pero es un error. Querer convertirte en estrella de la viralidad acaba por nublarte. Hubo un momento en que algunos pol¨ªticos prefer¨ªan ser virales en Twitter a sentarse a debatir. Y por eso duraron poco.
P. Muchos con los que empez¨® ya han ca¨ªdo: Casado, Pablo Iglesias, Albert Rivera, In¨¦s Arrimadas... Retrata la pol¨ªtica como un ¡°terreno lleno de crueldad¡±; ¡°un sistema corrosivo que quema a la velocidad del rayo¡± y aun as¨ª, mantiene que merece la pena. Ahora es concejala de distrito. ?D¨®nde se ve dentro de 5 o 10 a?os?
R. En el libro empiezo contando c¨®mo una persona llena de ilusi¨®n se va empeque?eciendo, pensando que esto no es para ella, pero termino explicando que merece la pena cuidarse a uno mismo para poder sortear todos esos obst¨¢culos. En mi caso, en la pol¨ªtica y padeciendo de fibromialgia, y en el de cualquier otra persona, en sus propias circunstancias. Sigo pensando que ha valido la pena, aunque el relato sea, a veces, tan agrio. Quiero seguir en pol¨ªtica.
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