El Gobierno demora la orden de la Audiencia Nacional de traer a Espa?a al sudan¨¦s que pidi¨® asilo en?Rabat
El joven, que sobrevivi¨® a la tragedia de Melilla, abri¨® una brecha legal hace m¨¢s de un a?o al pedir protecci¨®n al embajador espa?ol en Marruecos, pero sigue sin respuesta a pesar de un mandato judicial de hace 42 d¨ªas
Hace 42 d¨ªas la Audiencia Nacional dict¨® un auto que ordenaba a la Administraci¨®n que efectuase las ¡°actuaciones oportunas¡± para que un joven sudan¨¦s que pidi¨® protecci¨®n en la Embajada de Espa?a en Rabat hace ya m¨¢s de un a?o pueda trasladarse a territorio espa?ol. Se trata de una medida cautelar de ejecuci¨®n inmediata, pero el Ministerio de Exteriores y el de Interior la est¨¢n dilatando. Preguntado por qu¨¦ no se da cumplimiento al auto, el departamento de Fernando Grande-Marlaska alega que su competencia comienza cuando el solicitante est¨¦ en Espa?a; el de Jos¨¦ Manuel Albares no responde por ¡°confidencialidad¡±. Fuentes conocedoras del caso confirman que la Audiencia Nacional envi¨® este mi¨¦rcoles sendos oficios a los dos ministerios y a la embajada, d¨¢ndoles cinco d¨ªas para que informen de lo que han hecho para acatar la decisi¨®n. La Abogac¨ªa del Estado tiene hasta el pr¨®ximo martes para recurrir, pero el recurso no exime del cumplimiento del auto.
La historia de este sudan¨¦s, que podr¨ªa ser uno m¨¢s entre tantos refugiados que intentan dar el salto a Espa?a desde Marruecos, se col¨® en los despachos de las autoridades espa?olas el 13 de diciembre de 2022. Asistido por DEMOS, Estudio Legal de Derechos Humanos, Basir (nombre ficticio) se planta en la Embajada espa?ola en Rabat y pide que se le aplique el art¨ªculo 38 de la Ley de Asilo. Este permite pedir en una delegaci¨®n diplom¨¢tica el traslado a territorio espa?ol para formalizar la solicitud de protecci¨®n internacional, siempre que haya riesgo para su integridad f¨ªsica.
Basir, de 25 a?os, lleva huyendo desde que es un adolescente, cuando perdi¨® a su padre y uno de sus hermanos en una matanza en su aldea. El joven es cristiano y alega persecuci¨®n religiosa en un pa¨ªs en guerra que ya tiene el mayor n¨²mero de desplazados internos del mundo, m¨¢s de siete millones de personas. Basir, adem¨¢s, fue uno de los supervivientes de la tragedia de Melilla, en junio de 2022, y aunque logr¨® entrar en territorio espa?ol, fue expulsado en caliente. Si hubiese podido pedir asilo se lo habr¨ªan concedido con seguridad: Espa?a resuelve favorablemente el 100% de los expedientes de sudaneses, seg¨²n datos de Interior.
La iniciativa del joven sudan¨¦s acab¨® poniendo frente al espejo al Gobierno, que ha accedido a las peticiones de cientos de afganos en Pakist¨¢n, pero las ignora sistem¨¢ticamente en otros casos, especialmente el de subsaharianos.
Basir puso a prueba el cumplimiento de la legislaci¨®n y cu¨¢nto hay de verdad en la afirmaci¨®n de que quien salta la valla o se sube a una patera es porque quiere, porque es posible pedir protecci¨®n en delegaciones diplom¨¢ticas. Es lo que defendi¨® Espa?a ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos cuando se juzgaba la legalidad de las devoluciones en caliente. En su defensa, la Abogac¨ªa del Estado argument¨® contra los demandantes que estos ¡°habr¨ªan podido entrar en Espa?a legalmente si hubieran presentado las solicitudes de asilo en Marruecos, en la Embajada, en los consulados de Espa?a en Marruecos o en el resto de Estados por los que pasaron¡±. Este argumento, que fue clave para la sentencia absolutoria, tambi¨¦n lo ha defendido el ministro Grande-Marlaska en varias ocasiones.
Su abogado, Arsenio G. Cores, lamenta que el Gobierno ¡°ignore¡± la resoluci¨®n de la Audiencia Nacional. ¡°Es una demostraci¨®n m¨¢s de que no existen v¨ªas efectivas de acceso al derecho de asilo para las personas africanas negras, como ha afirmado el ministro Grande-Marlaska en el Congreso de los Diputados y en el Parlamento Europeo¡±.
La angustiosa espera de Basir, que malvive en las calles de una capital marroqu¨ª con miedo a ser detenido, maltratado y expulsado por las fuerzas de seguridad, tambi¨¦n lleg¨® al Congreso el 9 de febrero de 2023. En el mismo texto con el que una mayor¨ªa de diputados reprob¨® al ministro del Interior por su actuaci¨®n ante la tragedia de Melilla, se incluy¨® la petici¨®n del traslado inmediato a Espa?a de Basir. La impuls¨® el PP y hasta Vox vot¨® a favor.
Las instrucciones dadas ante un caso como el de Basir dictan que el embajador tiene la facultad para que, si considera que ¡°la integridad f¨ªsica de esa persona corre peligro¡±, facilite el traslado del solicitante a territorio nacional. El de Marruecos no decidi¨® ni a favor ni en contra y, ante la inactividad administrativa, los abogados de Basir interpusieron un recurso ante la Audiencia Nacional el 1 de septiembre de 2023. Y tres meses despu¨¦s solicitaron la medida cautelar para que Basir pudiese viajar a Espa?a. La Audiencia se la deneg¨® el pasado 15 de enero porque no consider¨® que existiese ning¨²n riesgo para la vida e integridad del solicitante, pero ante un nuevo recurso [y una nueva sentencia] cambi¨® de parecer.
El nuevo auto toma en consideraci¨®n una sentencia del Supremo de febrero de 2024 que marca jurisprudencia en escenarios como este. En este caso, liderado por la Fundaci¨®n Profesor Ur¨ªa, el tribunal concede una medida cautelar a unos ciudadanos de Afganist¨¢n y pide al embajador su ¡°traslado urgente¡±.
La clave que aporta esta sentencia para el caso de Basir (y los que puedan venir despu¨¦s) es que se discute si el ¡°peligro para la integridad f¨ªsica¡± que se requiere para el traslado a Espa?a debe ocurrir en el pa¨ªs de origen o en el que se realiza la solicitud. Y el Supremo deja claro que debe analizarse ¡°no la situaci¨®n de riesgo en el pa¨ªs de la solicitud donde est¨¢ ubicada la Embajada [en el caso de Basir, Marruecos], sino la existente en al pa¨ªs de origen [Sud¨¢n]¡±. La Audiencia Nacional reconoce en su auto que el criterio que sigui¨® en un principio para rechazar el peligro al que est¨¢ expuesto Basir en Marruecos ha quedado ¡°desautorizado¡± y le concede la medida cautelar por los riesgos claros y demostrados a los que se enfrentar¨ªa en Sud¨¢n.
La situaci¨®n del joven es l¨ªmite. Basir cuenta a EL PA?S que no aguanta m¨¢s. En este tiempo, los campamentos de migrantes en la ciudad donde vive han sido desmantelados y varios de sus amigos, expulsados a zonas remotas y agredidos por las fuerzas de seguridad. Ha enfermado varias veces, tiene fuertes jaquecas, pero no acude al m¨¦dico por miedo a ser capturado. En circunstancias normales, Basir llevar¨ªa m¨¢s de un a?o intentando saltar la valla una y otra vez o arriesgando su vida para llegar a las Canarias o a Italia a trav¨¦s de T¨²nez. No lo ha hecho confiando en que tendr¨ªa una respuesta de Espa?a, pero no quiere esperar m¨¢s. ¡°No s¨¦ por qu¨¦ lo demoran todo este tiempo, solo espero que respeten la ley y mis derechos¡±, explica.
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