El Congreso aprueba la readmisi¨®n en la Guardia Civil de cuatro sindicalistas expulsados hace 27 a?os
La C¨¢mara baja saca adelante sin votos en contra la rehabilitaci¨®n de los agentes que impulsaron en los a?os 80 el clandestino SUGC
Fin a 27 a?os de espera. El Congreso de los Diputados ha aprobado este jueves la readmisi¨®n de cuatro agentes de la Guardia Civil que fueron expulsados en 1997 por promover el clandestino Sindicato Unificado de la Guardia Civil (SUGC). La medida ha salido adelante despu¨¦s de que, a iniciativa de Sumar, se incorporara una disposici¨®n adicional al proyecto de Ley Org¨¢nica del Derecho de Defensa que se ha aprobado en el pleno de la C¨¢mara baja con 178 votos a favor, 170 abstenciones y ninguno en contra. El texto debe ir ahora al Senado para ser ratificado antes de entrar en vigor.
Los agentes que se ver¨¢n beneficiados de la norma son el sargento primero Jos¨¦ Morata Gargallo, el cabo Manuel Rosa Recuerda, y los guardias Jos¨¦ Carlos Pi?eiro Gonz¨¢lez y Manuel Linde Falero, este ¨²ltimo ya fallecido, todos ellos expulsados del instituto armado al considerar que su implicaci¨®n en las actividades del SUGC, creado en mayo de 1986, supuso entonces una conducta grave contraria a la disciplina militar. Morata, que ahora tiene 70 a?os y ha asistido al pleno en el que se ha aprobado la medida, asegura en conversaci¨®n telef¨®nica con EL PA?S que ¡°lo m¨¢s importante¡± es que ahora podr¨¢ volver a decir que es guardia civil: ¡°Siempre he considerado que lo era, y estaba orgulloso de ello, pero no pod¨ªa decirlo¡±. ?l fue detenido en junio de 1990 y permaneci¨® encarcelado durante 19 d¨ªas acusado de ser el secretario nacional del SUGC.
En su intervenci¨®n ante el pleno, el portavoz del Grupo Parlamentario de Sumar y de Izquierda Unida en temas de Justicia, Enrique Santiago ha defendido una medida que ¡°reconoce y repara a todos los guardias civiles, a sus esposas y a sus familiares, que se sacrificaron por la defensa de los valores y derechos democr¨¢ticos. La expulsi¨®n de cuatro de ellos del Cuerpo fue una sanci¨®n injusta, que no debi¨® imponerse ni mantenerse hasta hoy¡±, ha a?adido.
La medida, que era una hist¨®rica reclamaci¨®n de las asociaciones profesionales de la Guardia Civil y, en especial, de la Asociaci¨®n Unificada de la Guardia Civil (AUGC, heredera de aquel SUGC), tendr¨¢ en realidad efectos pr¨¢cticos muy limitados. De hecho, los tres agentes a¨²n vivos pasar¨¢n, por la edad, a la situaci¨®n de retiro y no se reincorporar¨¢n, por tanto, a ning¨²n puesto en el instituto armado. Tampoco cobrar¨¢n las n¨®minas que les hubiera correspondido durante estos 27 a?os, aunque la medida s¨ª afectar¨¢ al c¨¢lculo de las pensiones que reciben en la actualidad. La disposici¨®n se?ala que los agentes y, en el caso del agente ya fallecido, sus familiares tendr¨¢n ¡°un plazo m¨¢ximo de dos meses desde la entrada en vigor de la norma¡± para solicitar su rehabilitaci¨®n. Esta incluir¨¢ el reconocimiento del empleo ¡°que les hubiera correspondido por antig¨¹edad¡± de no haber sido expulsados. En el caso de Morata, que era sargento primero cuando fue expulsado, ascender¨¢ ahora a subteniente, seg¨²n se?ala ¨¦l mismo.
El SUGC al que pertenec¨ªan los cuatro guardias civiles ahora rehabilitados protagoniz¨® a finales de los a?os 80 y principios de los 90 ruedas de prensa en las que participaban agentes con tricornio encapuchados en las que reivindicaban mejoras laborales y la desmilitarizaci¨®n de la instituci¨®n. Cerca de 40 de sus integrantes fueron detenidos aquellos a?os y muchos ingresaron en prisiones militares acusados de sedici¨®n, aunque finalmente la justicia sobresey¨® las causas contra ellos. De los expedientes disciplinarios que abri¨® en paralelo el Ministerio del Interior, se archivaron la mayor¨ªa por defectos formales y, de los que prosperaron, solo los de estos cuatro agentes concluyeron con la expulsi¨®n del cuerpo. En la actualidad, la ley a¨²n proh¨ªbe a los guardias civiles el derecho de sindicaci¨®n ¨Ddel que est¨¢n privados, entre otros, tambi¨¦n los militares y los jueces¨D, pero desde 2007 tienen reconocido el derecho de asociaci¨®n con fines profesionales.
Es la cuarta vez que el Congreso aborda la situaci¨®n de los agentes, aunque en las tres anteriores ¨Den los a?os 2009, 2013 y 2017¨D las iniciativas que se plantearon fueron sendas proposiciones no de ley que no se materializaron posteriormente en ninguna medida legislativa. En 2021, el Consejo de la Guardia Civil (un ¨®rgano colegiado de car¨¢cter consultivo integrado de forma paritaria por los representantes de las asociaciones profesionales de los agentes y la administraci¨®n) tambi¨¦n aprob¨® un texto en el que se hac¨ªa ¡°una menci¨®n para los guardias civiles que, desde finales de los a?os 70 y hasta principios de los 90, propiciaron que hoy el ejercicio de este derecho [de asociaci¨®n] sea una evidente mejor¨ªa para el funcionamiento de la Instituci¨®n¡±. No obstante, en aquel escrito se dejaba claro que no se pretend¨ªa ¡°revisar lo sucedido, ni cuestionar el tratamiento que en aquellos momentos recibieron los hechos que protagonizaron¡± y que acabaron con su expulsi¨®n.
Un a?o despu¨¦s, Interior plante¨® incluir una disposici¨®n en los mismos t¨¦rminos a la aprobada este jueves en el Congreso en la nueva ley de personal de la Guardia Civil que entonces ultimaba para enviar al parlamento. Sin embargo, la dimisi¨®n tres meses despu¨¦s de la entonces directora general de la Guardia Civil, Mar¨ªa G¨¢mez, arrumb¨® aquel proyecto y, con ¨¦l, la rehabilitaci¨®n de los agentes sindicalistas. Finalmente, este jueves ha visto la luz.
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