El Gobierno se desespera ante la guerra Junts-ERC: parece casi imposible contentar a los dos a la vez
S¨¢nchez se centra en la investidura de Illa e intentar¨¢ recuperar a los de Puigdemont despu¨¦s
Desde la noche electoral del 23 de julio de 2023, hace ahora un a?o, Pedro S¨¢nchez y su equipo sab¨ªan que la principal dificultad del acuerdo de investidura, adem¨¢s de la ley de amnist¨ªa, que ya supon¨ªa un giro de 180 grados en su discurso, era la guerra eterna entre ERC y Junts. ?C¨®mo negociar algo para que los dos rivales del independentismo, que libran una lucha sin cuartel desde hace d¨¦cadas, pudieran entrar a la vez en el mismo acuerdo? Despu¨¦s de much¨ªsimas tensiones, se logr¨® para la investidura, a duras penas, pero un a?o despu¨¦s, cuando Junts ha tumbado la senda de estabilidad precisamente al ver que las negociaciones con ERC para la investidura de Salvador Illa caminan a buen ritmo, la pregunta vuelve a aparecer y desespera al Ejecutivo ante la posibilidad de que esta batalla impida la aprobaci¨®n de unos Presupuestos para 2025 y ponga as¨ª en riesgo la legislatura.
En el n¨²cleo duro de S¨¢nchez son optimistas. Creen que esto es solo un aviso, no un golpe definitivo. Hacienda volver¨¢ a llevar la senda de estabilidad al Consejo de Ministros ¨Des posible que incluso la pr¨®xima semana, como gesto pol¨ªtico¨D para volver a intentar aprobarla en septiembre. Y entonces, ya con la investidura de Illa despejada ¨Do eso esperan en La Moncloa¨D la batalla empezar¨¢ de nuevo y habr¨¢ que negociar con Junts de otra manera sobre bases diferentes. Pero en otros sectores del Gobierno, del PSOE, de Sumar y de algunos socios son m¨¢s esc¨¦pticos, y creen que si Junts pierde la gran batalla que est¨¢ dando por impedir la investidura de Illa no tendr¨¢ ning¨²n deseo de apoyar los Presupuestos.
La historia se repite. Durante las negociaciones para la investidura de S¨¢nchez, la gran dificultad era cerrar la ley de amnist¨ªa con Junts y ERC a la vez, pero con discusiones en paralelo, sin una sola reuni¨®n a tres, porque las dos quer¨ªan acuerdos por separado. Era el mismo texto, pero se negociaba en distintas mesas. Consciente de este problema, S¨¢nchez tom¨® desde el principio la decisi¨®n de separar tambi¨¦n los negociadores: Santos Cerd¨¢n se encargaba de Junts y F¨¦lix Bola?os de ERC. Y as¨ª sigue a¨²n hoy. Cuando ya estaba pr¨¢cticamente cerrado el acuerdo con Junts, y Cerd¨¢n viaj¨® a Bruselas para firmarlo, ERC firm¨® el suyo en Barcelona con Bola?os y todo se complic¨® de nuevo. La intervenci¨®n del juez Manuel Garc¨ªa-Castell¨®n, que implic¨® a Carles Puigdemont en un posible delito de terrorismo, complic¨® a¨²n m¨¢s las cosas y a punto estuvo de tumbar la investidura. El acuerdo aguant¨®, pero Junts se quejaba de que hab¨ªa p¨¢rrafos enteros de su pacto que estaban tambi¨¦n en el de ERC. Era algo l¨®gico, porque las dos estaban negociando la misma ley de amnist¨ªa, pero la divisi¨®n en el independentismo de nuevo complic¨® mucho las cosas.
Ese problema ha sido recurrente en cada negociaci¨®n, aunque las cosas cambiaron m¨ªnimamente despu¨¦s de la investidura, cuando al fin los socialistas lograron que hubiera una reuni¨®n a tres ¨DPSOE, ERC, Junts¨D para rematar las enmiendas a la ley de amnist¨ªa que de nuevo pusieron en jaque al Gobierno. Despu¨¦s de eso, en cada ley, en cada decreto, los recelos entre Junts y ERC han dominado las negociaciones, siempre por separado.
Este martes, el Gobierno confiaba en que Junts aprobar¨ªa la senda de estabilidad, que se ven¨ªa negociando hace semanas, pero ya por la ma?ana, incluso antes de que se anunciara la reuni¨®n en Barcelona entre S¨¢nchez y Pere Aragon¨¨s, Junts ya empezaba a lanzar mensajes de amenaza que despu¨¦s se consolidaron. Nada m¨¢s conocerse la votaci¨®n, en los pasillos del Congreso el an¨¢lisis de todos los sectores del Gobierno y de grupos de la mayor¨ªa era un¨¢nime: ¡°Es una rabieta porque se ve que el acuerdo con ERC avanza¡±.
Junts apelaba a cuestiones econ¨®micas, pero todos los dem¨¢s ve¨ªan una decisi¨®n pol¨ªtica para complicar la negociaci¨®n de la investidura de Illa. De hecho en el Gobierno se esperan m¨¢s movimientos de Carles Puigdemont en los pr¨®ximos d¨ªas para intentar que el acuerdo fracase ya sea porque no se logre cerrar o porque las bases lo tumben. La posibilidad incluso de que el expresident se presente en Barcelona, con el riesgo de ser detenido, est¨¢ encima de la mesa de todos los implicados en la negociaci¨®n. Nadie sabe si ERC aguantar¨¢ la presi¨®n, pero los movimientos dentro de la negociaci¨®n indican que su c¨²pula parece decidida a apostar por un acuerdo.
La gran pregunta es qu¨¦ pasar¨¢ despu¨¦s. Si la investidura de Illa se va al garete por esta presi¨®n o por un varapalo de las bases a la c¨²pula de ERC, la respuesta es f¨¢cil: no habr¨¢ Presupuestos, al menos este a?o, porque la campa?a electoral en Catalu?a lo complicar¨¢ todo y devolver¨¢ a Espa?a a la inestabilidad durante unos meses. Pero si Illa es president, la respuesta no es tan sencilla. ?Tendr¨¢ incentivos Junts para pactar unos Presupuestos si es ERC la que habr¨¢ logrado el acuerdo para una nueva ¡°financiaci¨®n singular¡± en Catalu?a? No es f¨¢cil imaginarlo, pero varios miembros del Gobierno plantean la pregunta al rev¨¦s: ?qu¨¦ incentivo tiene Junts, que a¨²n no tiene a su l¨ªder amnistiado ¡ªporque los jueces del Supremo de momento lo han impedido¡ª y que sabe qu¨¦ significar¨ªa en este punto la llegada de un Ejecutivo del PP y Vox, para tumbar la legislatura y forzar unas elecciones anticipadas?
Por eso, despu¨¦s del golpe de este martes, el Gobierno se concentra en su principal objetivo ahora, que es la negociaci¨®n con ERC y la investidura de Illa, y despu¨¦s intentar¨¢ recomponer las cosas con Junts cuando se digiera la nueva situaci¨®n pol¨ªtica en Catalu?a. Es una legislatura muy dif¨ªcil, eso parec¨ªa seguro desde la noche del 23 de julio de 2023, pero eso no quiere decir que sea imposible. La palabra m¨¢s pronunciada por los miembros del Gobierno al m¨¢ximo nivel es ¡°paciencia¡±. En septiembre la partida empieza de nuevo y eso s¨ª, en oto?o puede llegar un resultado casi definitivo, porque ah¨ª ya se sabr¨¢ si hay o no Presupuestos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.