La evoluci¨®n del discurso federal del PSOE, de Rubalcaba a S¨¢nchez
El candidato electoral en 2011 promulg¨® un documento consensuado con todos los secretarios socialistas para avanzar la federalizaci¨®n del Estado. Valenciano y J¨¢uregui, dos de sus art¨ªfices, explican las diferencias con el preacuerdo de ERC
Detr¨¢s del preacuerdo entre el PSC y ERC para investir al socialista Salvador Illa, que prev¨¦ un concierto econ¨®mico para Catalu?a sac¨¢ndola del r¨¦gimen com¨²n, hay un viej¨ªsimo debate sobre el modelo territorial del Estado y su financiaci¨®n en el que el PSOE ha ido cambiando su discurso y propuestas a medida que cambiaban su l¨ªder, el contexto pol¨ªtico y sus socios. El debate es tan antiguo que tambi¨¦n pueden encontrarse en la hemeroteca declaraciones del actual presidente del PP, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, en 2016, diciendo: ¡°No es f¨¢cil de explicar que a Catalu?a no se le d¨¦ un concierto cuando lo tienen los vascos y los navarros. Yo en eso estoy de acuerdo. (...) Tambi¨¦n es cierto que en la discusi¨®n constituyente se lleg¨® al acuerdo de que Catalu?a no tuviese concierto. Ahora bien, estas cosas se pueden cambiar, plantear y discutir. El problema es c¨®mo nos ponemos de acuerdo en los contenidos del concierto¡±. Hoy, a juicio del PP, ese debate rompe Espa?a.
La palabra m¨¢s destacada de la rueda de prensa en la que el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, hizo este mi¨¦rcoles balance del curso, fue ¡°federalizaci¨®n¡±. Tras una cascada de preguntas que evidenci¨®, por la falta de concreci¨®n en las respuestas, el deseo del secretario general de los socialistas de no herir sensibilidades antes de la crucial votaci¨®n de las bases de ERC este viernes para validar o no el pacto, S¨¢nchez aclar¨®: ¡°Es una negociaci¨®n bilateral la que se abrir¨ªa con la Generalitat, y tambi¨¦n, l¨®gicamente, corresponde a un espacio multilateral la negociaci¨®n y el acuerdo del nuevo sistema de financiaci¨®n auton¨®mica. Pero que efectivamente estamos dando un paso en la federalizaci¨®n de nuestro Estado auton¨®mico creo que es incuestionable y una muy buena noticia para el sistema pol¨ªtico espa?ol¡±. El PSOE lleva a?os d¨¢ndole vueltas a ese concepto, el de ¡°federalizaci¨®n¡±, pero su ¨²ltimo documento pol¨ªtico consensuado al respecto no coincide con las ideas plasmadas en el preacuerdo con ERC, pendiente, en todo caso, de un largo recorrido hasta su ejecuci¨®n.
Cuando, en noviembre de 2011, el PP gan¨® las elecciones generales con mayor¨ªa absoluta (186 diputados), el candidato socialista, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, traz¨® un plan para relanzar el partido. Recuerda Ram¨®n J¨¢uregui, ministro de la presidencia entre 2010 y 2011: ¡°Era un momento cr¨ªtico y Alfredo me encarg¨® una especie de aggionamiento ideol¨®gico, la revisi¨®n de nuestras propuestas pol¨ªticas ante una etapa en la oposici¨®n que se preve¨ªa larga. Estudiamos muchas materias, desde la laicidad del Estado hasta Internet, incluyendo, por supuesto, la propuesta auton¨®mica, que siempre hab¨ªa sido relativamente contenciosa internamente porque no es f¨¢cil poner de acuerdo a Andaluc¨ªa con Catalu?a¡±.
Hab¨ªa, adem¨¢s, otro aliciente para todo aquel proceso, limar asperezas con el PSC, que defend¨ªa, al contrario que el PSOE, el ¡°derecho a decidir¡± de los catalanes. La familia socialista catalana siempre ha tenido un estatus diferenciado dentro del partido, como explica Elena Valenciano, en aquellos a?os vicesecretaria de organizaci¨®n de los socialistas y una de las personas clave en aquel proceso: ¡°Se llama PSC-PSOE. Siempre tuvo una constituci¨®n distinta porque nace de la adhesi¨®n de otro partido y siempre que hay un problema con el PSC, se tensionan los territorios, como se ve ahora. Se trataba de quitar tensi¨®n al ambiente general despu¨¦s de la candidatura de Rubalcaba [que gan¨® a Carme Chac¨®n, la opci¨®n del PSC] y de la apuesta por el derecho a decidir, que para el PSOE era casi un sacrilegio¡±. Y se consigui¨®. En 2013, el PSOE public¨® un documento, conocido como la declaraci¨®n de Granada, en el que, tras consensuarlo en su Consejo Territorial, es decir, con el apoyo de todos, incluyendo a Catalu?a, abogaban por una reforma constitucional para, entre otras cosas, avanzar ¡°hacia una estructura federal del Estado¡±. ¡°?ramos conscientes¡±, recuerda Valenciano, ¡°de que ten¨ªamos que elaborar algo que conviniera a todos, no solo al PSC, que es el riesgo de ahora, incendiar al resto del partido. Trabajamos durante muchos meses con todos los secretarios generales. Palabra por palabra. Y no es f¨¢cil poner de acuerdo a Castilla-La Mancha y Catalu?a, pero Alfredo en eso era un mago y a los tres meses de conversaciones, aquello empez¨® a tomar forma¡±.
El texto finalmente pactado anticipaba, ya en 2013, el proc¨¦s ¡ª¡±El nacionalismo moderado de Catalu?a se ha pasado al campo del secesionismo. Ya no busca la mejor forma de encajar a Catalu?a como una realidad diferenciada dentro de Espa?a: busca directamente que Catalu?a rompa con Espa?a¡±¡ª y trata de ponerle un remedio preventivo. ¡°?ramos plenamente conscientes¡±, recuerda Valenciano, ¡°del tsunami que ven¨ªa¡±. Para entonces, el Tribunal Constitucional ya hab¨ªa recortado la reforma del Estatut. Aquella propuesta del PSOE, apostaba, en el apartado de financiaci¨®n auton¨®mica, por ¡°reformar la Constituci¨®n para establecer un nuevo sistema justo y equitativo¡±, al entender que la ley fundamental no hab¨ªa previsto ¡°reglas ni t¨¦cnicas propias del federalismo para articular las relaciones del Estado con las comunidades aut¨®nomas y de ¨¦stas entre s¨ª¡± y tomaba como referencia ¡°el modelo federalista alem¨¢n¡±. La Constituci¨®n, a?ad¨ªan, ¡°deber¨ªa precisar las competencias que tienen las comunidades sobre los impuestos, as¨ª como el modo de repartir su recaudaci¨®n entre ¨¦stas y el Estado, e incluir para aquellas el doble listado de impuestos cedidos total y parcialmente¡±. Tanto Valenciano como J¨¢uregui aclaran que aquella concepci¨®n federal del Estado de las autonom¨ªas manten¨ªa el r¨¦gimen com¨²n, pero con ¡°consorcios tributarios¡±, no Haciendas auton¨®micas. Tambi¨¦n explican que federal no significaba, en aquella propuesta, que cada territorio tuviera, como defiende ERC estos d¨ªas tras su preacuerdo con el PSC, ¡°la llave de la caja¡±.
¡°El federalismo¡±, afirma J¨¢uregui, ¡°implica igualdad y solidaridad, sin perjuicio de los hechos diferenciales que ped¨ªamos que se plasmaran en la Constituci¨®n¡±. J¨¢uregui form¨® parte del primer gobierno de coalici¨®n entre el PSOE y el PNV en Euskadi y recuerda que entonces (1987) la condici¨®n que pusieron los nacionalistas vascos ¡ªy que acept¨® el presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez¡ª, fue ¡°consolidar el sistema de c¨¢lculo del cupo que ya hab¨ªa proporcionado claras ventajas financieras al Pa¨ªs Vasco¡±. En aquel momento, prosigue, ¡°hab¨ªa razones muy importantes para d¨¢rselo, fundamentalmente, la incorporaci¨®n del nacionalismo vasco a la lucha contra el terrorismo. Siempre hay razones y yo entiendo las del Gobierno actual. Entiendo que se pretenda que el nacionalismo catal¨¢n pierda elementos de reivindicaci¨®n, puesto que econ¨®micamente ya no tendr¨ªan razones para la queja. Pero el riesgo de que finalmente se ejecute lo pactado con ERC, que depende de unos tr¨¢mites legislativos complej¨ªsimos y de un debate jur¨ªdico tambi¨¦n complicado, es que la contribuci¨®n de Catalu?a al sistema [de solidaridad] ser¨ªa una negociaci¨®n permanente y en esos casos, el Estado siempre tiene las de perder porque la sart¨¦n por el mango la tiene siempre el que da, el que tiene ¡®la llave de la caja¡±. En este caso, de triunfar el acuerdo, el primer due?o de esa llave ser¨ªa un socialista.
Aquel documento en el que el PSOE abogaba por una reforma constitucional para avanzar hacia un Estado federal implicaba y apelaba ¡°al conjunto de fuerzas pol¨ªticas¡±. ¡°Enviamos el texto a Mariano Rajoy¡±, recuerda Valenciano, ¡°y Alfredo [P¨¦rez Rubalcaba] quiso hablarlo con ¨¦l, pero Rajoy no ve¨ªa la posibilidad de que Catalu?a se incendiara como luego se incendi¨® y lo meti¨® en un caj¨®n. Nuestro prop¨®sito, en todo caso, era que aquella propuesta contara con un nivel de apoyo parecido al que tuvo la propia Constituci¨®n¡±. Tanto J¨¢uregui como Valenciano coinciden en que el ambiente de crispaci¨®n actual, ¡°por desgracia¡±, hace ese debate sosegado y ese consenso imposibles. ¡°En este caso [el del preacuerdo con ERC]¡±, lamenta la exvicesecretaria general del PSOE, ¡°ha cambiado la metodolog¨ªa: de algo muy participativo, d¨¢ndole vueltas durante d¨ªas a un p¨¢rrafo entre todos, a negociar con ERC lo que ERC necesite. Este es un documento ad hoc para la investidura de Illa; lo otro era una propuesta de reforma constitucional a pactar con todos¡±.
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