Inc¨®gnitas que afronta Puigdemont al volver a Espa?a: detenci¨®n y prisi¨®n provisional
La defensa del ¡®expresident¡¯ lleva semanas estudiando c¨®mo acelerar la intervenci¨®n del Constitucional si entra en la c¨¢rcel de forma preventiva
La vuelta a Espa?a de Carles Puigdemont, expresidente de Catalu?a, ha abierto un escenario rodeado de inc¨®gnitas. Junts y otros colectivos independentistas hab¨ªan convocado concentraciones para ¡°recibir¡± este jueves al dirigente secesionista, que ha permanecido casi siete a?os huido de la justicia y que hab¨ªa insistido en que acudir¨ªa a la sesi¨®n de investidura del socialista Salvador Illa, que ha arrancado a las 10.00. El regreso de Puigdemont, que ha pronunciado un discurso cerca del Parlament antes de que se le haya perdido el rastro, ha provocado un verdadero terremoto pol¨ªtico, y las consecuencias jur¨ªdicas a¨²n est¨¢n por dilucidar. Sobre ¨¦l pesa una orden de arresto nacional dictada por el Tribunal Supremo, que ha rechazado aplicarle la amnist¨ªa; y, por tanto, nadie descarta la posibilidad de que, en caso de que sea detenido, se decrete su ingreso en prisi¨®n provisional.
La posible detenci¨®n. Con la orden de arresto vigente, cualquier cuerpo de seguridad de Espa?a (como los Mossos, Polic¨ªa Nacional o Guardia Civil) tiene la obligaci¨®n de detener a Puigdemont en el caso de detectar su presencia. As¨ª que la primera inc¨®gnita es d¨®nde se producir¨ªa el arresto. Seg¨²n confirman fuentes policiales y de la defensa del expresident, los Mossos le ofrecieron hace d¨ªas una detenci¨®n pactada y discreta, pero ¨¦l la rechaz¨®. La Polic¨ªa catalana hab¨ªa desplegado diversos efectivos por la frontera con Francia, pero centr¨® sus esfuerzos en el centro de Barcelona para impedir su acceso al Parlament, en el caso de que irrumpiera en la ciudad y tratase de entrar al Hemiciclo, del que forma parte como diputado electo tras las elecciones catalanas del 12 de mayo. Sin embargo, tras reaparecer y dar un discurso cerca de la C¨¢mara, se le ha perdido el rastro.
Josep Rull, presidente del Parlament, ya subray¨® este mi¨¦rcoles que no permitir¨¢ a los mossos o polic¨ªas entrar en la C¨¢mara para detener a Puigdemont. ¡°Mientras yo sea presidente, har¨¦ todo lo posible para impedir que un diputado pueda ser detenido en el ejercicio de sus funciones, porque el Parlament dispone de una inmunidad que trasciende incluso el ¨¢mbito estrictamente normativo. Es un sitio sagrado. En cualquier pa¨ªs avanzado y democr¨¢tico, la sede del Parlamento es sagrada, democr¨¢ticamente sagrada, y no puede limitarse ning¨²n derecho, en t¨¦rminos de privaci¨®n de libertad, de ning¨²n diputado¡±, dijo Rull en una entrevista en el digital Vilaweb.
El art¨ªculo 55.3 del Estatut de Catalu?a establece que el Parlament es ¡°inviolable¡±. ¡°Lo garantizaremos con toda una serie de argumentos jur¨ªdicos, que son s¨®lidos [...] [Hay] dos protocolos que ya aprobamos y est¨¢n vigentes, por los que no se puede detener a ning¨²n diputado dentro del Parlament. Y m¨¢s, all¨¢ de esto, tambi¨¦n existen m¨¢s argumentos. El proceso de una actividad parlamentaria, en este caso tan solemne y tan relevante como la investidura de un presidente, no puede interferirse de ninguna manera. Por tanto, desde el momento en que se convoca el pleno formalmente, que yo firmar¨¦ la convocatoria, hasta que no se haya cerrado, no se puede detener a nadie porque alterar¨ªa la actividad parlamentaria¡±, a?adi¨® Rull.
El interrogante reside en si Rull puede impedir la entrada de los polic¨ªas si el magistrado Pablo Llarena, instructor de la causa del proc¨¦s contra Puigdemont, exige que irrumpan en el Parlament, aunque se est¨¦ desarrollando el pleno. Diversas fuentes jur¨ªdicas y policiales sostienen que los agentes, con la orden de detenci¨®n en la mano, podr¨ªan acceder, aunque antes deber¨ªa valorarse si esa medida es proporcional. En esa l¨ªnea, Rull reiter¨® que, si no acatan sus decisiones, tendr¨¢n que detenerle antes a ¨¦l y que, si se tercia, proteger¨¢ al expresidente en su despacho. Diversas fuentes parlamentarias sostienen que, para evitar ese extremo, el escenario m¨¢s probable es que la detenci¨®n, de ejecutarse, no se realice dentro de la C¨¢mara.
Ante la posibilidad de que se produzcan disturbios tras el arresto, los Mossos se han coordinado con la Polic¨ªa Nacional para que les d¨¦ apoyo en caso de necesitarlo, seg¨²n fuentes policiales. ¡°De todas formas, de momento, la hip¨®tesis es que no van a ser tan graves como algunos esperan¡±, vaticinan estas fuentes, informa ?scar L¨®pez-Fonseca.
Traslado a Madrid. En caso de detenci¨®n, los agentes podr¨ªan poner a Puigdemont a disposici¨®n del juzgado de guardia de la localidad donde se haya ejecutado el arresto. Al ser el Supremo quien lo reclama, la posibilidad de que se le traslade entonces a Madrid ¡ªdonde el alto tribunal tiene su sede¡ª est¨¢ sobre la mesa. Como precedente, el magistrado Llarena descart¨® tomar esa medida cuando se detuvo a la exconsejera Clara Ponsat¨ª en Barcelona en 2023, que hab¨ªa vuelto a Espa?a tras cinco a?os huida. En esa ocasi¨®n, Llarena descart¨® enviarla a Madrid antes de ponerla en libertad, pues esta medida hubiera supuesto ¡°una extensi¨®n de su privaci¨®n de libertad en un delito para el que no est¨¢n previstas penas de esta naturaleza¡±. Pero existe una diferencia fundamental con la situaci¨®n de Puigdemont. Sobre Ponsat¨ª solo pesaba una orden de arresto por un delito de desobediencia, que no acarreaba penas de c¨¢rcel. En cambio, el expresident se enfrenta tambi¨¦n al de malversaci¨®n, castigado por la ley con hasta ocho a?os de prisi¨®n.
Ingreso en prisi¨®n. Llarena tendr¨ªa que decidir igualmente sobre el ingreso en prisi¨®n provisional de Puigdemont, si alguna de las partes lo pide. En Junts dan por hecho que Vox, personado como acusaci¨®n popular en la causa del proc¨¦s, solicitar¨¢ esta medida si es detenido. Es m¨¢s, ante la anunciada vuelta del pol¨ªtico secesionista, el partido ultraderechista tambi¨¦n hab¨ªa convocado una concentraci¨®n este jueves junto al Parlament bajo el lema: ¡°?Puigdemont a prisi¨®n!¡±.
En contra del expresidente juegan dos factores fundamentales. Primero, el riesgo de fuga tras siete a?os huido de la justicia. Y segundo, el de reiteraci¨®n delictiva. Precisamente, el Supremo se pronunci¨® el 24 de julio sobre este tema, al plantear una cuesti¨®n de inconstitucionalidad contra la ley de amnist¨ªa. ¡°Los golpistas amnistiados no es que mantengan, como tienen derecho a hacerlo, la ideolog¨ªa que les trajo hasta aqu¨ª. No es que no pidan perd¨®n a los dem¨®cratas catalanes y a los del resto de Espa?a por haber intentado alterar por la fuerza de los hechos el orden constitucional democr¨¢tico. Es que afirman, en lo que ya es un eslogan, que ¡®lo volver¨¢n hacer¡±, expuso el alto tribunal.
Sin embargo, los tribunales cuentan con alternativas a la prisi¨®n provisional. Por ejemplo, existen medidas menos gravosas para reducir el riesgo de fuga, como la obligaci¨®n de comparecer en un juzgado peri¨®dicamente (incluso, cada d¨ªa).
Intervenci¨®n del Constitucional. Seg¨²n fuentes del entorno de Puigdemont, su defensa lleva semanas estudiando c¨®mo acelerar la intervenci¨®n del Tribunal Constitucional, dominado actualmente por una mayor¨ªa progresista. El l¨ªder de Junts considera escasas sus posibilidades de que el Supremo lo deje libre, despu¨¦s de que este tribunal haya rechazado aplicarle la amnist¨ªa. Ante esta situaci¨®n, las opciones pasan por agotar la v¨ªa ordinaria mediante recursos, y elevar su caso de alguna forma al Constitucional para intentar que este ¨®rgano de garant¨ªas se moje cuanto antes.
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