San Rafael se cansa del infierno del tr¨¢fico de los coches que evitan la autopista
La localidad segoviana clama contra el alto volumen de coches y camiones que pasan por ah¨ª para evitar el peaje en Guadarrama. El alcalde pide que se liberalice o se reduzcan las tasas
Arranca, frena, claxon. Primera, segunda, revoluciones, sem¨¢foro en rojo. Juramentos en arameo. Vecinos que cruzan el paso de cebra. M¨¢s vecinos. M¨¢s vecinos. Arranca, frena, claxon. Luz verde. Aceler¨®n. El motor ruge para salir de la jaula de San Rafael (Segovia, 1.500 habitantes), enfilar mediante la nacional VI el Alto del Le¨®n y encaramarse a la sierra de Guadarrama. Miles de conductores de coches y camiones recurren a esta argucia para ahorrarse el peaje de la autopista y desbordar as¨ª la localidad segoviana atravesada por la carretera, harta de ruidos, poluci¨®n e inseguridad. El alcalde reclama liberalizar la autopista o reducir tasas para rebajar el trasiego mientras algunos lugare?os temen que tales medidas funcionen y alejen a miles de viajeros de sus negocios en el municipio. Mientras, las movilizaciones consisten en ¡°rutas por el pueblo¡± para obstaculizar el tr¨¢fico y exasperar a los conductores.
El alcalde de El Espinar, a quien corresponde San Rafael, Javier Figueredo (PP), recurre a datos del Ministerio del Interior: se calculan unos 15.000 usuarios diarios, con unos 2.000 camiones. La cifra se multiplica los viernes y domingos por la tarde y los s¨¢bados por la ma?ana. El regidor asegura que el volumen supera el de v¨ªas importantes de Castilla y Le¨®n e incluso al del acceso al aeropuerto de Madrid. ¡°Es la nacional que baja de Guadarrama, cruzando todo el pueblo por la traves¨ªa de San Rafael¡±, precisa Figueredo, y describe el plan local para fastidiar a los automovilistas: ¡°Todos los meses, como nos han prohibido las manifestaciones desde la Subdelegaci¨®n del Gobierno, hacemos visitas guiadas para ense?ar la traves¨ªa y que sea una forma de reivindicarnos legalmente¡±. As¨ª, durante el paseo para ¡°presumir del pueblo y ense?ar los alrededores, carretera incluida¡±, caminar¨¢n por las aceras y desbordar¨¢n los pasos de peatones ¡°para ralentizar el tr¨¢fico¡±.
Un reciente domingo de verano el colapso conllev¨® ¡°retenciones m¨¢s de 15 kil¨®metros, m¨¢s de 65 guardias civiles, un helic¨®ptero¡ no s¨¦ cu¨¢nto cuesta, pero s¨ª que no lo van a aguantar¡±, se?ala el regidor. Portavoces de la Subdelegaci¨®n detallan que ¡°su idea era cortar tres horas en d¨ªas de mayor afluencia de tr¨¢fico de todo el a?o, se les propusieron alternativas y otros d¨ªas pero los rechazaron, los informes de Tr¨¢fico y Carreteras fueron negativos a su propuesta¡± y entienden el ¡°derecho¡± a manifestarse pero concili¨¢ndolo ¡°con la movilidad de los ciudadanos por esa v¨ªa¡±.
El alcalde recuerda que el precio ahorrado entre Segovia y el t¨²nel de Guadarrama asciende a 9,70 euros, 4,60 si se recorta el paso bajo la monta?a y se asciende por San Rafael. Su propuesta, a corto plazo, reducir importes para los camioneros porque ¡°causan la gran mayor¨ªa de los accidentes, contaminan con humos y ruido¡± y centrarse en 2029. El Ministerio de Transportes no ha respondido a las consultas de EL PA?S sobre este tema. Ese a?o vence la concesi¨®n actual de la AP-6 y Transportes deber¨¢ contemplar c¨®mo actuar. Con suerte, que el Estado lo saque a licitaci¨®n y que quede vacante, sin adjudicatarias interesadas, y se deba quitar el peaje. Si no, hasta 2036, a?o cuando vence una orden europea de posible pr¨®rroga. Entonces, por fin, llegar¨ªa la liberalizaci¨®n. Figueredo admite ciertas voces contrarias a reducir tr¨¢fico: ¡°La gente que vive de la carretera est¨¢ en contra, como talleres o comerciantes, pero coinciden en descuentos para usuarios recurrentes, que ya hay en algunas autopistas, y quitar el tr¨¢fico pesado¡±. Adem¨¢s, el alto uso de la v¨ªa hacia el Alto del Le¨®n, llena de curvas, cambios de rasante y subidas y bajadas pronunciadas, puede conllevar accidentes y situaciones de peligrosidad en el invierno por las nieblas, heladas o nevadas habituales en estas cotas monta?osas. Asimismo, en cualquier ¨¦poca del a?o, los tr¨¢ilers dificultan los adelantamientos y multiplican las retenciones.
Varios vecinos consultados telef¨®nicamente admiten su descontento con la inseguridad y los atascos derivados del desv¨ªo. Los dudosos, como Ra¨²l Marquer¨ªez, regentan negocios de hosteler¨ªa con potencial clientela sobre ruedas. Esta tienda de pollos asados se beneficia de b¨²squedas en Google y de despistados hambrientos justo al pasar por delante. ¡°Si nos quitaran el tr¨¢fico no ser¨ªa la ruina, pero s¨ª quita venta¡±, indica, pero reconoce algunos matices: el transporte pesado es peligroso, hay mucho conductor ¡°de pasada¡± que apenas para a comprar y los residentes tardan mucho en desplazarse por el propio San Rafael debido a tanto invasor. Una segoviana que declina dar su nombre tilda de ¡°horror¡± el panorama con los coches y camiones. ¡°Es peligroso, adem¨¢s de la cantidad de tr¨¢fico, por la velocidad, la cantidad de camiones por el trayecto, los pasos de peatones no se respetan¡ es complicado para los mayores y ni?os¡±, lamenta la mujer, habituada a sustos, alg¨²n atropello y a no despistarse demasiado de los menores cuando bajan a la calle. ¡°Hay divisi¨®n de opiniones, los que tienen bares o negocios en la carretera quieren el tr¨¢fico porque les asegura clientela pero habr¨ªa que estudiarlo, mucha gente no para, y luego hay quienes por bienestar o seguridad no estamos de acuerdo¡±.
Un colectivo especialmente agraviado por los motores es el ciclista. Juan Jos¨¦ Aparicio, de 45 a?os y gerente de una tienda y taller de bicicletas, piensa que el ¡°traj¨ªn¡± espanta a clientela potencial: por mucho que les apetezca pararse, tales atascos y molestias solo invitan a huir cuanto antes. Cuando mont¨® el establecimiento junto a la Nacional pens¨® en muchos clientes de paso, pero pronto repar¨® en el agobio de ese p¨²blico sin ganas de detenerse. ¡°Limita mucho a los ciclistas para fines de semana o de ocio, por no hablar de la traves¨ªa por el pueblo, est¨¢ infestada de ruido y poluci¨®n¡±, aporta Aparicio, con una reflexi¨®n: ¡°Hago un alegato en favor de reducir emisiones. Tener tantos camiones cruzando Navacerrada¡ nos meten el gol de las etiquetas del coche pero un cami¨®n de gran tonelaje contamina m¨¢s que todos los coches. Es il¨®gico ese mensaje de conservaci¨®n mientras los camiones suben y bajan el puerto en cantidades ingentes en un Parque Nacional¡±. De momento, a falta de soluci¨®n, m¨¢s visitas guiadas para exhibir los monumentos de San Rafael y provocar monumentales atascos.
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