Las comparecencias de los candidatos a presidir las salas del Supremo abren la pugna entre progresistas y conservadores para hacerse con los puestos clave

Los aspirantes a presidir cuatro de las cinco salas del Tribunal Supremo han defendido este martes su candidatura ante la comisi¨®n de calificaci¨®n del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Esta cita ha servido para escenificar la carrera abierta para estos nombramientos, los primeros que afronta el nuevo CGPJ tras su renovaci¨®n en julio pasado y que ponen en liza cuatro plazas claves del alto tribunal. La atenci¨®n se centra especialmente en dos: las presidencias de la Sala de lo Penal, la que investiga y juzga a los aforados y tiene la ¨²ltima palabra sobre todos los casos de corrupci¨®n; y la de lo Contencioso-Administrativo, la encargada de dirimir los recursos que afectan a decisiones del Gobierno. Las fuentes del CGPJ consultadas auguran una negociaci¨®n complicada para ambos puestos, en los que conservadores y progresistas apoyan a diferentes candidatos.

La sustituci¨®n en la presidencia de la Sala Penal de Manuel Marchena, que tras dos mandatos de cinco a?os no puede presentarse a la reelecci¨®n, augura una dura batalla para hacerse con el tim¨®n de una sala que, en los ¨²ltimos tiempos, ha marcado el paso de la actualidad no solo jur¨ªdica, sino tambi¨¦n pol¨ªtica, con sus decisiones sobre el proc¨¦s, la amnist¨ªa o la investigaci¨®n al fiscal general. Este ¨²ltimo caso, unido al abierto en torno al exministro de Transportes Jos¨¦ Luis ?balos, dan cuenta del papel que va a jugar esta sala en los pr¨®ximos meses, y de la relevancia que adquiere la elecci¨®n de su presidente.

Los conservadores apuestan, en principio, por Andr¨¦s Mart¨ªnez Arrieta, n¨²mero 1 del escalaf¨®n de la carrera judicial y que de facto suceder¨¢ a Marchena en funciones a partir del pr¨®ximo 6 de diciembre hasta que se produzca el nombramiento oficial por ser el magistrado m¨¢s antiguo de la sala. Mart¨ªnez Arrieta, miembro de la Asociaci¨®n Judicial Francisco de Vitoria, de tendencia moderada, ha resumido ante la comisi¨®n una carrera judicial de 45 a?os, m¨¢s de 25 de ellos en el Supremo. Si rival ser¨¢ la magistrada Ana Ferrer, miembro de la progresista Juezas y Jueces para la Democracia. Los vocales propuestos por el PSOE y Podemos ya apoyaron su candidatura para presidir el CGPJ, pero su nombre fue vetado por los conservadores, que ni la eligieron para ese cargo ni est¨¢n dispuestos a darle la presidencia de la Sala de lo Penal.

Durante su comparecencia de este martes, Ferrer ha presentado una bater¨ªa de propuestas que, entre otros objetivos, persiguen, seg¨²n ha explicado, potenciar la ¡°transparencia¡± y acabar con las ¡°sospechas¡± que han generado en algunos asuntos la elecci¨®n de los magistrados designados para resolver determinados casos. Su plan pasa por que se publique al inicio del a?o qu¨¦ magistrados van a integrar cada sala, en vez de decidir esa composici¨®n a medida que se se?ala la deliberaci¨®n de cada caso, como ocurre ahora. ¡°Creo que contribuir¨¢ a enervar el riesgo de sospecha de que se puedan constituir salas ad hoc para casos concretos¡±, ha advertido. Un objetivo similar tendr¨ªa tambi¨¦n otra de las propuestas que ha detallado, consistente en asignar al magistrado ponente de cada asunto a trav¨¦s de una aplicaci¨®n inform¨¢tica con la que ya funcionan muchos tribunales.

La candidata a presidir la Sala Segunda ha propuesto tambi¨¦n cambios en el funcionamiento actual de la sala encargada de los casos de aforados, de forma que se divida en dos, una de admisi¨®n y otra de enjuiciamiento, y que el presidente de la Sala Penal solo pueda formar parte de una de ellas. Este modelo, seg¨²n Ferrer, contribuir¨ªa a ¡°potenciar la apariencia de imparcialidad¡± y a reducir el car¨¢cter excesivamente ¡°presidencialista¡± que a menudo se atribuye a esta sala. La magistrada ha defendido tambi¨¦n su disposici¨®n para encabezar un proyecto a largo plazo para dar estabilidad a la sala, en contraposici¨®n con Mart¨ªnez Arrieta, que se jubila dentro de dos a?os y medio y no podr¨ªa culminar los cinco de mandato previstos.

La pugna para presidir la Sala de lo Contencioso-Administrativo repetir¨¢, en parte, la que se vivi¨® el verano pasado para presidir el CGPJ y el Supremo. Los dos candidatos, Pablo Lucas y Pilar Teso, aspiraron a ese puesto y la divisi¨®n entre los vocales impidi¨® que ninguno de ellos fuera elegido. Los conservadores apoyan a Lucas, que ocupa la presidencia de la sala de forma interina desde que el anterior presidente, C¨¦sar Tolosa, fue nombrado magistrado del Tribunal Constitucional. Lucas ha esgrimido este martes esa labor desempe?ada hasta ahora que, asegura, ha sido vital para adaptar su funcionamiento a las vacantes que se iban generando y que ya suponen que haya la mitad de las plazas sin cubrir (16 de 32). ¡°No ha sido f¨¢cil, pero ha merecido la pena¡±, ha se?alado el magistrado, que ha reivindicado su experiencia como un valor para liderar la recomposici¨®n que va a vivir la sala.

Frente a ¨¦l, la magistrada Teso, la preferida de los progresistas, ha expuesto un programa m¨¢s reformista para acortar los plazos de resoluci¨®n de los recursos, que incluye la creaci¨®n de una nueva secci¨®n. Al igual que Ferrer, Teso ha subrayado la ¡°estabilidad¡± que dar¨ªa a la sala su nombramiento, en alusi¨®n, aunque sin citarlo, a su rival, cuya jubilaci¨®n est¨¢ prevista para 2026. Antes de acabar, la magistrada ha hecho tambi¨¦n referencia a uno de los debates que est¨¢n sobre la mesa: la necesidad de poner a m¨¢s mujeres al frente de las salas del alto tribunal (actualmente no hay ninguna y la primera, Mar¨ªa Luis Segoviano, no lo fue hasta 2020). ¡°Yo creo que las mujeres del Tribunal Supremo tienen de su lado el m¨¦rito y la capacidad. Yo soy la m¨¢s antigua en el Tribunal Supremo y en la Sala ercera (...). Fui la primera mujer especialista en Contencioso-Administrativo que lleg¨® al Supremo. He estado siempre en salas grandes y creo que mi perfil se ajusta a las funciones que tiene atribuida la presidencia de la sala¡± ha concluido.

La comisi¨®n de calificaci¨®n har¨¢ una primera propuesta para cada presidencia, pero la decisi¨®n final es del pleno, donde se necesitan 13 de los 21 votos para sacar adelante el nombramiento. Ninguno de los dos grupos cuenta con este n¨²mero de miembros, lo que obliga a una negociaci¨®n que se prev¨¦ larga.