Huir de la guerra y enfrentarse al rechazo: el periplo de los refugiados palestinos en Espa?a
La falta de citas para tramitar el asilo provoca que los solicitantes pasen varios meses en un limbo administrativo que les impide acceder a servicios b¨¢sicos
Ahmed D.W., palestino de 28 a?os, decidi¨® abandonar su casa cuando sinti¨® que su vida corr¨ªa peligro. Su situaci¨®n lleg¨® a un punto de ¡°inestabilidad e inseguridad¡± insoportable por la guerra en Gaza, desatada el 7 de octubre de 2023 y que ha dejado m¨¢s de 43.000 palestinos muertos, y por la represi¨®n de Israel en Cisjordania, donde viv¨ªa. Algunos amigos suyos fueron detenidos. Otros, asesinados. Viv¨ªa entre ¡°controles arbitrarios e indiscriminados¡± del ej¨¦rcito israel¨ª. El incidente definitivo fue la paliza que recibi¨® por parte de los militares en uno de esos controles. Prepar¨® la documentaci¨®n, solicit¨® un visado de turista y cuatro meses despu¨¦s, el pasado 22 de octubre, aterriz¨® en Barcelona. Nada ha sido f¨¢cil desde entonces. Aunque Espa?a reconoce el asilo al 91% de los palestinos que piden protecci¨®n, llegar a formalizar la solicitud es un calvario. Ahmed, sin conocidos en la ciudad, sin hablar el idioma y con los pocos ahorros de toda su vida, se vio viviendo en la calle y en casas de desconocidos a la espera de conseguir una de las preciadas citas para tramitar su solicitud.
El joven palestino eligi¨® Espa?a porque hab¨ªa o¨ªdo hablar de la solidaridad de los ciudadanos con la causa palestina. Le llegaba informaci¨®n sobre las numeros¨ªsimas protestas que ha habido en distintas ciudades espa?olas contra los ataques de Israel. Sinti¨® ¡°cercan¨ªa con el pueblo espa?ol¡±, algo que le daba una seguridad que, en otros pa¨ªses, no habr¨ªa sentido. Adem¨¢s, explica que el consulado facilita los tr¨¢mites para el visado siempre y cuando se cumplan los requisitos ¡ªvuelos, seguro m¨¦dico y de viaje, ¨²ltimos extractos bancarios¡¡ª. ¡°Otros pa¨ªses no te aceptan ni cumpliendo los requisitos¡±, expone.
Los 300 euros que le quedaron despu¨¦s de costearse el viaje se esfumaron r¨¢pidamente en comida y viajes de metro. Cuando le sorprend¨ªa la noche, dorm¨ªa donde pod¨ªa. Ni hablar de pagar un hostal o un hotel. Tuvo la fortuna de dar por casualidad con la comunidad palestina barcelonesa, que le busc¨® una familia que le acogi¨® y le ayud¨® a lidiar con todos los tr¨¢mites burocr¨¢ticos por los que tuvo que pasar. Ahmed a¨²n no est¨¢ en situaci¨®n irregular, porque formalmente es un turista con un visado en vigor. Pero en su situaci¨®n no puede optar a una tarjeta sanitaria, ni al abono de transporte, ni a clases de espa?ol para inmigrantes. Se le complica acceder a recursos b¨¢sicos como conseguir unas medicinas y, obviamente, encontrar un trabajo. Tiene titulaci¨®n en administraci¨®n de hospitales y ha trabajado de cocinero, pero por el momento tiene que vivir de lo que aportan las personas de la comunidad. Gracias a la ayuda recibida, consigui¨® una cita con la Polic¨ªa casi dos meses despu¨¦s de aterrizar en Barcelona y se encuentra a la espera de que Cruz Roja le derive a un centro de acogida para solicitantes de asilo y liberar as¨ª el sof¨¢ de su familia de acogida.
Saif Abukeshek, tambi¨¦n palestino residente en Barcelona, es uno de los encargados de acompa?ar a sus compatriotas en la odisea burocr¨¢tica. Tiene 44 a?os y lleg¨® a los 23 para estudiar. Desde el 7 de octubre de 2023, ha tenido que ejercer de traductor decenas de veces entre solicitantes de asilo con polic¨ªas y funcionarios. Abukeshek explica indignado que, en una ocasi¨®n, un funcionario cuestion¨® que un palestino necesitase dinero para la tarjeta del metro porque llevaba una gorra. ¡°Como trabajador social, no tienes que preguntar por qu¨¦ tienes una gorra. Es una manera de hablar acusativa, como un interrogatorio¡±, manifiesta.
Ahmed explica con resignaci¨®n que no es una cuesti¨®n que afecte solo a los palestinos, sino que todos los refugiados se enfrentan a los mismos problemas. Espa?a alcanz¨® en 2023 un r¨¦cord hist¨®rico en peticiones de protecci¨®n internacional: m¨¢s de 163.000 solicitudes, en su gran mayor¨ªa de ciudadanos de pa¨ªses latinoamericanos. Este a?o est¨¢ a punto de superar ese r¨¦cord: hasta noviembre, la cifra ya superaba las 155.000. El enorme caudal de peticiones lleva a?os poniendo contra las cuerdas al sistema. Seg¨²n el Ministerio del Interior, la Secretar¨ªa General de Administraci¨®n Digital (SGAD) cre¨® en 2023 ¡°un grupo de trabajo¡± para mejorar el servicio de Cita Previa en la Administraci¨®n.
El principal problema con el que se encuentran es que no hay citas para formalizar las solicitudes de asilo. Si bien ¡°intentan que en el caso de Palestina se tramiten m¨¢s r¨¢pidamente¡±, las l¨ªneas telef¨®nicas de la Polic¨ªa est¨¢n saturadas, indica Elena Mu?oz, coordinadora estatal del servicio jur¨ªdico de la Comisi¨®n Espa?ola de Ayuda al Refugiado (CEAR).
Los palestinos no son un colectivo muy numeroso entre los solicitantes que llegan a Espa?a (m¨¢s del 80% vienen de Latinoam¨¦rica), algo que se explica por las dificultades que tienen para huir. Desde el 31 de octubre de 2023 al mismo d¨ªa de 2024 se aprob¨® el asilo de 374 de los 704 solicitantes, se han archivado 77 casos y solo ha habido uno denegado. La tasa de reconocimiento de los palestinos es de las m¨¢s altas (91%, seg¨²n Acnur). Esto no quita que, al igual que los refugiados de otras nacionalidades, d¨ªa tras d¨ªa, llamen cientos de veces para concertar una cita mientras sobreviven sin apenas recursos ni documentaci¨®n.
¡°Protecci¨®n ret¨®rica¡±
El ministro de Exteriores, Jos¨¦ Manuel Albares, ha reiterado su compromiso humanitario con Palestina, ha impulsado su reconocimiento como estado independiente y ha pedido un alto el fuego inmediato. ¡°La protecci¨®n de los palestinos no puede ser ret¨®rica, tiene que ser una medida para oponerse de forma efectiva a un genocidio, porque los Gobiernos occidentales tienen medios sobrados para hacerlo¡±, apunta el fiscal C¨¦sar Estirado, que denunci¨® la extradici¨®n de un palestino el pasado que pidi¨® asilo en el aeropuerto de El Prat (Barcelona) el pasado 27 de noviembre.
En el comunicado, difundido en redes por la Asociaci¨®n Progresista de Fiscales, Estirado exig¨ªa que, ¡°ante la situaci¨®n de genocidio y la persecuci¨®n que pueden sufrir en su territorio¡±, se agilicen los tr¨¢mites de asilo para los palestinos. Tambi¨¦n alude a la orden de arresto de la Corte Penal Internacional a Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, y a Yoav Gallant, su exministro de Defensa. Por ello, Estirado argumenta que ¡°se deber¨ªan poner en marcha medidas autom¨¢ticas de protecci¨®n colectiva¡±, como tienen los ucranios o los venezolanos. Adem¨¢s, pide dar a los refugiados los medios materiales necesarios para que puedan vivir dignamente hasta la resoluci¨®n de sus solicitudes.
COMUNICADO TRAS LAS RECIENTES EXPULSIONES Y DENEGACIONES DE ASILO DE CIUDADANOS PALESTINOS
— UPFiscales (@UPFiscales) November 27, 2024
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Sin estos medios, algunos palestinos se ven obligados a tomar decisiones desesperadas para solucionar su situaci¨®n. Salah Shelbaya, palestino en Madrid y vicepresidente de la Asociaci¨®n Hispanopalestina, tambi¨¦n ayuda a los refugiados que llegan huyendo de la guerra y recuerda la historia de uno de ellos que, como tantos otros, acab¨® dependiendo del mercado negro de las citas. Este palestino, que esperaba el ansiado tr¨¢mite con la Polic¨ªa para tramitar su solicitud de asilo, estuvo a punto de pagar 350 euros a un estafador que le prometi¨® una cita. Tambi¨¦n hizo un viaje de ida y vuelta a Alemania para entrar otra vez por la sala de migraciones del aeropuerto en Madrid y pedir el asilo all¨ª. Pero al formar parte del espacio Schengen, entr¨® directamente a territorio espa?ol sin pasar por la polic¨ªa migratoria. Despu¨¦s de siete meses en Madrid, ha tenido que regresar a Palestina, con la esperanza de volver a conseguir un visado y, esta vez, hacer la solicitud de asilo en el aeropuerto.
Los palestinos que, en mejores o peores condiciones, consiguen estabilizarse en Espa?a saben de compatriotas que se han enfrentado a esto. Ahmed los conoce. Cuando no tienen la ¡°suerte de encontrar una familia que les facilite las cosas, se vuelven a su casa¡±, poniendo su vida en riesgo. Saif puntualiza: ¡°Que est¨¦n en su casa no significa que est¨¦n seguros¡±.
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