La princesa de Asturias embarca en ¡®Elcano¡¯ para ser ¡°una guardiamarina m¨¢s¡±
Leonor de Borb¨®n llega a C¨¢diz para completar su instrucci¨®n a bordo del buque escuela en el que visitar¨¢ siete pa¨ªses a partir de este s¨¢bado
El buque escuela de la Armada Juan Sebasti¨¢n de Elcano encarna a la perfecci¨®n la paradoja de Teseo. Esa por la que los fil¨®sofos griegos se preguntaban si a un barco se le van sustituyendo sus piezas sigue siendo el mismo. Es imposible saber si esas flamantes cubiertas que la tarde de este mi¨¦rcoles pisaba por primera vez la princesa de Asturias, Leonor de Borb¨®n, tras embarcar en el puerto de C¨¢diz, son las mismas por las que camin¨® primero su abuelo, el rey em¨¦rito Juan Carlos I y luego su padre, el rey Felipe VI. El tiempo ha pasado desde el ¨²ltimo embarque de un Borb¨®n ¡ªconcretamente, 38 a?os desde el del actual Rey¡ª en el Elcano, pero la tradici¨®n apenas ha cambiado y no lo har¨¢ por la heredera. La guardiamarina Borb¨®n est¨¢ llamada a ser ¡°una m¨¢s¡± en el 97? crucero de instrucci¨®n que se har¨¢ a la mar el pr¨®ximo s¨¢bado en una traves¨ªa en la que recalar¨¢ en siete pa¨ªses.
¡°Su alteza real la Princesa de Asturias a bordo¡±, con ese aviso por la megafon¨ªa del buque, Leonor de Borb¨®n ha accedido a las dependencias interiores del Juan Sebasti¨¢n de Elcano, tras saludar a la bandera y sus superiores. Minutos despu¨¦s, los otros 75 guardiamarinas han embarcado para encontrarse con su compa?era. ¡°No habr¨¢ diferencia alguna en la operatividad¡±, ha asegurado el alf¨¦rez de nav¨ªo David Delgado mientras realizaba una visita guiada por los camerinos en los que transcurrir¨¢ la vida de la princesa de Asturias durante los pr¨®ximos cuatro meses. Ha sido horas antes de que embarcase Leonor de Borb¨®n, que ha llegado al puerto de C¨¢diz pasadas las 16.00 horas de este mi¨¦rcoles para incorporarse a los otros 75 guardiamarinas que realizar¨¢n su crucero de instrucci¨®n a partir del s¨¢bado. Hasta esa despedida, a la que acudir¨¢n los Reyes, la ministra de Defensa, Margarita Robles, y familiares del resto de compa?eros, los 76 guardiamarinas ¡ªnueve de ellos, mujeres¡ª tendr¨¢n unos d¨ªas para familiarizarse con el bergant¨ªn-goleta y completar la tradicional agenda que realizan los futuros oficiales cada a?o: visitas al Ayuntamiento de C¨¢diz, al Pante¨®n de Marinos Ilustres de San Fernando y a la Virgen del Rosario, patrona de C¨¢diz.
La previsi¨®n es que este 97? crucero de instrucci¨®n en el que viaja una dotaci¨®n total de 250 tripulantes recale en C¨¢diz, Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas, Salvador de Bah¨ªa (Brasil), Montevideo (Uruguay), Punta Arenas (Chile), Valpara¨ªso (Chile), El Callao (Per¨²), Panam¨¢ (en el pa¨ªs hom¨®nimo), Cartagena de Indias-Santa Marta (Colombia), Santo Domingo (Rep¨²blica Dominicana) y Nueva York (EE UU), para volver a Gij¨®n y Mar¨ªn, donde desembarcan los guardiamarinas y, finalmente como es tradici¨®n, a C¨¢diz.
El embarque de este mi¨¦rcoles de la princesa de Asturias ha dejado estampas similares a las que vivi¨® su padre 38 a?os atr¨¢s, cuando vivi¨® una experiencia similar, un 7 de enero de 1987. En estos a?os, la vida a bordo ha cambiado lo justo, impulsada especialmente por las mejoras tecnol¨®gicas que permiten una mejor conexi¨®n con los familiares, como ha explicado Delgado. En estos a?os, el emblem¨¢tico buque tambi¨¦n ha experimentado un plan de reformas y restauraciones. Los ¨²ltimos retoques han estado en las cocinas y la zona de habitabilidad de los suboficiales, despu¨¦s de que en a?os recientes se abordase ya la recuperaci¨®n de las zonas de guardiamarinas que transitar¨¢ la princesa de Asturias.
La vida a bordo de la princesa de Asturias ser¨¢, como la del resto de sus compa?eros, a la que se sumar¨¢ el tiempo libre que Leonor de Borb¨®n echar¨¢ en cada uno de los puertos de escala y en el que la guardiamarina podr¨¢ dormir en tierra o a bordo, como han precisado desde la Armada. No obstante, seg¨²n marca el protocolo, en cuanto la guardiamarina pise tierra recibir¨¢ un trato de princesa y de Alteza Real, con lo que cada parada es susceptible de convertirse en visita oficial con cierto contenido diplom¨¢tico. ¡°En el barco es una guardiamarina m¨¢s, pero en tierra no, es la princesa. El protocolo en tierra ser¨¢ otro, pero se est¨¢ intentando liberar al m¨¢ximo su agenda de actos oficiales para que tambi¨¦n pueda ser una guardiamarina m¨¢s. No deja de ser una joven de 19 a?os. Tendr¨¢ agenda oficial, pero no ser¨¢ toda la que muchos querr¨ªan porque se est¨¢ intentando que tenga tiempo libre¡±, seg¨²n fuentes cercanas a la Armada.
Leonor de Borb¨®n viajar¨¢ como ¡°una m¨¢s¡±, como han repetido hasta la saciedad cada uno de los alf¨¦rez que han realizado la visita a los medios, hasta Nueva York. All¨ª, sin embargo, la princesa volver¨¢ a Espa?a en avi¨®n para embarcarse durante un mes en una fragata de la Armada. Posteriormente se incorporar¨¢ de nuevo con sus compa?eros antes de atracar en Mar¨ªn el 14 de julio, d¨ªa del Carmen, patrona de las gentes del mar.
Con este crucero de instrucci¨®n, la guardiamarina Borb¨®n culmina el proceso de formaci¨®n como oficial de la Armada que realiz¨® durante cuatro meses en la Escuela Naval Militar de Mar¨ªn (Pontevedra). Los cinco siguientes meses que arrancar¨¢n este s¨¢bado la preparaci¨®n ser¨¢ distinta. A las clases te¨®ricas que seguir¨¢ en la zona de habitabilidad, se sumar¨¢n horas de guardia, tiempos de asueto en el alc¨¢zar ¡ªzona de cubierta reservada a guardiamarinas¡ª y tiempos de descanso en el sollado, zona de camarotes que compartir¨¢, en literas de tres en tres, con otras ocho mujeres.
Con este periplo a bordo de Elcano, la princesa contin¨²a con su formaci¨®n militar, ya que est¨¢ llamada a ser la jefa suprema de las Fuerzas Armadas, como lo es el rey Felipe VI. Tras su paso por la Academia General Militar de Zaragoza, donde sali¨® el pasado julio como alf¨¦rez del Ej¨¦rcito de Tierra, y su paso por la Armada, que finalizar¨¢ con la formaci¨®n en una fragata durante un mes en la que embarcar¨¢ despu¨¦s del periplo de Elcano, la princesa Leonor iniciar¨¢ este verano la ¨²ltima instrucci¨®n de la mano del Ej¨¦rcito del Aire en la academia de San Javier (Murcia).
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