La inestabilidad pol¨ªtica amenaza los Presupuestos del Estado y de siete comunidades
Las pr¨®rrogas complican la puesta en marcha de nuevos proyectos y los deja en manos de continuas negociaciones entre partidos. El Ejecutivo ve cada vez m¨¢s dif¨ªcil sacar adelante las cuentas y seis regiones del PP tampoco logran armar mayor¨ªas
La precaria mayor¨ªa que respalda al Gobierno de Pedro S¨¢nchez deriv¨® la semana pasada en uno de los cap¨ªtulos m¨¢s dram¨¢ticos de la legislatura. Despu¨¦s de que el Ejecutivo se viera obligado este a?o a prorrogar de nuevo sus cuentas, la negativa del PP, Vox y Junts a aprobar un decreto ¨®mnibus destap¨® los riesgos de gobernar sin Presupuestos. Tras ese rechazo del Congreso, alrededor de 12 millones de pensionistas ven peligrar la integridad de su n¨®mina, miles de usuarios de transporte p¨²blico deben volver a sacar la cartera para viajar en un tren de Cercan¨ªas y los damnificados por la dana de Valencia sufren una demora en la nueva partida de ayudas. Con las cuentas prorrogadas por sexta vez en una d¨¦cada, el Gobierno volver¨¢ a intentar salvar la subida de pensiones y el escudo social, entre otras medidas.
La Administraci¨®n central, sin embargo, no es la ¨²nica que carece de cuentas en vigor. Siete comunidades, entre ellas las seis gobernadas por el PP sin mayor¨ªa absoluta, tampoco han logrado aprobar su ley presupuestaria para 2025. No tienen cuentas Catalu?a, la Comunidad Valenciana, Baleares, Murcia, Castilla y Le¨®n, Arag¨®n y Extremadura. Y tampoco ciudades como Barcelona. Nunca antes un a?o hab¨ªa arrancado con tantos territorios sin las normas que permiten una planificaci¨®n de ingresos y gastos, lo cual dificulta a los ejecutivos cumplir con compromisos con sus socios y la puesta en marcha de nuevos proyectos. Tampoco Espa?a es el ¨²nico pa¨ªs sin cuentas: el Banco Central Europeo ha expresado ya su preocupaci¨®n porque varios pa¨ªses ¡ªentre ellos Francia y una Alemania en crisis¡ª no cuenten con esa ley y eleven la incertidumbre sobre la reducci¨®n de deuda y d¨¦ficit en Europa.
Salvador Illa accedi¨® al Govern el pasado mes de agosto con varias promesas bajo el brazo para reforzar el Estado de bienestar. Entre ellas, estaba el prop¨®sito de hacer gratuita toda la educaci¨®n en la primera etapa, es decir, hasta los 3 a?os. El president, sin embargo, pr¨¢cticamente ha renunciado a aprobar unas cuentas para este a?o despu¨¦s de las reticencias de ERC a negociarlas. ¡°?Se acaba el mundo o cae Catalu?a sin presupuestos? No¡±, afirm¨® recientemente la consejera de Econom¨ªa y Hacienda catalana, Al¨ªcia Romero. La responsable de las finanzas catalanas admiti¨® que el Govern tendr¨¢ ¡°m¨¢s dificultades en la gesti¨®n administrativa¡±, pero explic¨® que puede sacar adelante sus proyectos si los republicanos se avienen a respaldar los decretos que le permitan disponer de 4.000 millones de euros m¨¢s.
Esa situaci¨®n se ha reproducido en el Gobierno central, que confiaba en que sus socios de investidura iban a respaldar los decretos necesarios para mantener las grandes medidas de pol¨ªtica social una vez que Junts y Podemos sigan alejando la posibilidad de sacar adelante unas cuentas para 2025. Los independentistas han decidido congelar todas las negociaciones con S¨¢nchez al considerar que no se est¨¢n cumpliendo sus acuerdos de investidura ¡ªa pesar de que algunos, como la quita del Fondo de Liquidez Auton¨®mica (FLA) o las inversiones para Catalu?a se habr¨ªan blindado con unos Presupuestos¡ª, mientras que Podemos exige un impuesto a las el¨¦ctricas que la derecha vasca y catalana rechazan de plano. Una vez prorrogadas las cuentas de 2023 (en 2024 ni se presentaron), el Ejecutivo se ha encontrado con que Junts tampoco ha respaldado los decretos que garantizaban la subida de las pensiones o la fijaci¨®n de un salario m¨ªnimo, entre otras cosas.
La inestabilidad de las alianzas, sin embargo, no es patrimonio del bloque que apoy¨® la investidura de S¨¢nchez. A la derecha, el PP tampoco ha podido sacar r¨¦dito de sus alianzas con Vox para sacar adelante presupuestos en varias comunidades despu¨¦s de que la formaci¨®n ultra decidiera bloquear todas sus negociaciones por los pactos de m¨ªnimos de la formaci¨®n de Alberto N¨²?ez Feij¨®o en materia migratoria. Ni siquiera los ha validado en la Comunidad Valenciana, donde la emergencia de la dana los hace m¨¢s urgentes y a pesar de que el presidente, Carlos Maz¨®n, asegura querer sacarlos adelante. ¡°El aumento de la polarizaci¨®n hace que se tienda a poner m¨¢s l¨ªneas rojas y a tolerar poco. Y eso ha dificultado los pactos y ha llevado a varios gobiernos a no poder funcionar con presupuestos¡±, afirma Oriol Amat, catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la Universidad Pompeu Fabra.
Los Presupuestos son una de las principales leyes de los gobiernos. Tanto es as¨ª que, pese a su obligaci¨®n de presentarlos, los Ejecutivos prefieren no hacerlo por el coste pol¨ªtico que conlleva un rechazo de la C¨¢mara, como ha ocurrido en Francia. El Gobierno recoge ah¨ª sus principales proyectos para el a?o siguiente, as¨ª como las medidas e inversiones pactadas con sus socios. Amat explica que, con una pr¨®rroga, el Ejecutivo puede mantener c¨®modamente sus gastos corrientes y sus planes plurianuales, pero no ampliar plantillas, empezar nuevos proyectos o actualizar impuestos. Todo eso deber¨¢ irlo aprobando y llev¨¢ndolo al Parlamento, con el coste pol¨ªtico que pueda tener cada una de las negociaciones.
La normativa establece una pr¨®rroga autom¨¢tica de las cuentas si no hay unas nuevas el 1 de enero del ejercicio correspondiente, excluyendo las partidas ya ejecutadas, aquellas que dependen de ingresos espec¨ªficos no recurrentes y las inversiones que no sean plurianuales, detalla la profesora de Econom¨ªa Aplicada de la Universidad de Santiago de Compostela Mar¨ªa Cadaval, aunque en este ¨²ltimo apartado los fondos europeos ofrecen un nuevo margen de maniobra del que antes no se dispon¨ªa. En el caso de las comunidades, el funcionamiento es parecido, pero con un inconveniente adicional: si el Estado no aprueba sus cuentas, las comunidades no saben qu¨¦ objetivos de estabilidad tendr¨¢n que cumplir para elaborar las suyas. ¡°En definitiva, el impacto real y directo de la falta de Presupuestos Generales del Estado es limitado¡±, concluye la docente, pues existen f¨®rmulas e instrumentos legales compensatorios. ¡°Sin embargo, transmite una imagen negativa. Refleja una falta de hoja de ruta clara para la pol¨ªtica econ¨®mica presente y futura, genera una percepci¨®n de par¨¢lisis institucional, y env¨ªa un mensaje desfavorable a nivel internacional¡±, a?ade.
Consecuencias pol¨ªticas
Las principales consecuencias de las pr¨®rrogas son, pues, pol¨ªticas. En especial si estas se convierten en algo normal. Para Matilde Mas, catedr¨¢tica de An¨¢lisis Econ¨®mico de la Universidad de Valencia, el primer problema es el mensaje que se traslada a los ciudadanos. Mas lamenta que mientras la Generalitat valenciana arranca 2025 sin presupuestos y el Congreso tumba las ayudas a la dana, la poblaci¨®n percibe que las soluciones eficientes provienen del sector privado, como las ayudas puestas en marcha por el empresario Juan Roig. ¡°El principal da?o es de descr¨¦dito de las instituciones y se extiende la sensaci¨®n de que son ineficientes¡±, expone.
Xoaqu¨ªn Fern¨¢ndez Leiceaga, profesor de Econom¨ªa Aplicada y senador por el PSOE entre 2019 y 2023, coincide en que la mayor dificultad ¡°no es t¨¦cnica, sino pol¨ªtica: que el Parlamento lo apruebe¡±. Que todo se haga de manera fragmentada, adem¨¢s, dilata los tiempos, aumenta la posibilidad de fracaso y supone ¡°elevados costes¡± de negociaci¨®n. ¡°En la anterior legislatura hab¨ªa una mayor¨ªa progresista, en Congreso y Senado, que funcionaba. Y se aprobaron tres Presupuestos. Ahora, la mayor¨ªa en el Congreso se cuartea en asuntos fiscales o de modelo econ¨®mico. El impulso reformista efectivo es mucho menor¡±, analiza.
Avanzar a trav¨¦s de parches, adem¨¢s, impide al Parlamento tener una visi¨®n ¨²nica de todos los gastos y la acci¨®n del Ejecutivo, alerta Violeta Ruiz Almendral, profesora de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad Carlos III de Madrid. ¡°Eventualmente, se podr¨ªa recurrir ante el Constitucional como infracci¨®n del principio de universalidad¡±, argumenta. ¡°Una segunda derivada es que, aunque no se mande el Presupuesto a las Cortes, el Gobierno s¨ª env¨ªa a las instituciones europeas un proyecto de Presupuesto. Es una pr¨¢ctica que se ha consolidado, no solo con este Gobierno, y me parece muy peligroso. Es menos democracia y empobrece la vida parlamentaria¡±, agrega.
Avance econ¨®mico
La actividad econ¨®mica, en cambio, no tiene por qu¨¦ resentirse, al menos en el corto plazo. En estos siete a?os con S¨¢nchez en La Moncloa, el Gobierno ha sacado adelante solo cuatro Presupuestos, mientras que la actividad ha avanzado con br¨ªo todos los ejercicios con la salvedad de 2020, el annus horribilis de la pandemia. Este 2025, de hecho, se espera que Espa?a sea la gran econom¨ªa europea que m¨¢s crezca, por encima del 2% seg¨²n todos los organismos, nacionales e internacionales.
?ngel Talavera, economista jefe para Europa de Oxford Economics, asegura que una pr¨®rroga presupuestaria no deber¨ªa dejar huellas ¡°significativas¡± en la actividad en un momento de crecimiento ¡°s¨®lido¡± como el actual. ¡°El problema es que nunca sabremos cu¨¢l habr¨ªa sido el crecimiento con unos Presupuestos aprobados, por lo tanto estimar cu¨¢l es el impacto es poco menos que imposible¡±, matiza. El director de Coyuntura Econ¨®mica del centro de estudios Funcas, Raymond Torres, a?ade que Espa?a est¨¢ mejor preparada que otros vecinos en la misma situaci¨®n como Francia, B¨¦lgica o Alemania. Los dos primeros tienen problemas de contenci¨®n del d¨¦ficit y de la deuda, al que se suma un avance flojo del Producto Interior Bruto (PIB). Berl¨ªn, con una actividad que se contrae, se enfrenta adem¨¢s a un desaf¨ªo estructural: su modelo de crecimiento industrial est¨¢ cortocircuitado y necesita acuerdos pol¨ªticos e inversiones ¨Dpor ende, unas nuevas cuentas, adem¨¢s de un nuevo Gobierno¨D para salir del bache. ¡°La necesidad de ajuste estructural es algo menos acuciante en Espa?a que en Alemania. Y la pr¨®rroga tiende a contener el d¨¦ficit p¨²blico¡±, zanja Torres. El entorno econ¨®mico, pues, esta vez juega a favor de Espa?a.
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