¡°As¨ª es c¨®mo acaba esta fiesta, Carlos¡±

La fiesta se acaba para Carlos Maz¨®n y al PP de Alberto N¨²?ez Feij¨®o solo le falta ponerle la hora exacta del final. El procedimiento es, m¨¢s o menos, conocido. Este episodio ya se ha vivido en el PP valenciano varias veces, recientemente con los relevos abruptos de Francisco Camps o Eduardo Zaplana. Y tampoco fueron f¨¢ciles ni digestivos. Media docena de referentes y protagonistas directos de aquellos cambios recomiendan a Feij¨®o que mida bien sus fuerzas, recabe toda la informaci¨®n de c¨®mo est¨¢ el partido sobre el terreno, que prevea los escenarios de futuro, cu¨¢l ser¨¢ la posici¨®n y el voto de Vox, y, cuando se ejecute el relevo, empiece a reconstruir el partido con una direcci¨®n de ¡°m¨¢s nivel, m¨¢s amplia y menos presidencialista que la actual, para facilitar la irrupci¨®n de nuevos liderazgos¡±.

La sentencia del entonces portavoz y vicesecretario de comunicaci¨®n de Mariano Rajoy, el popular valenciano Esteban Gonz¨¢lez Pons, pas¨® a la historia de las ejecuciones pol¨ªticas en diferido m¨¢s directas que se conocen en el panorama espa?ol. Fue el 9 de octubre de 2009. El presidente en ejercicio de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, se resist¨ªa a dimitir tras su imputaci¨®n y la de varios miembros de su equipo por el esc¨¢ndalo en el caso G¨¹rtel de los trajes no pagados, Rajoy le envi¨® varios emisarios para que comprendiera la situaci¨®n y, para dar la puntilla, Gonz¨¢lez Pons compareci¨® ante los medios y solt¨®: ¡°La direcci¨®n nacional conf¨ªa plenamente en Francisco Camps y espera que las decisiones que vaya a tomar Francisco Camps sean las adecuadas. En pol¨ªtica las decisiones se toman cuando el tiempo pol¨ªtico marca. Lo que sabemos es que el 9 de octubre es fiesta en Valencia pero que la fiesta se acaba a las cuatro de la tarde¡±.

A Camps, sin embargo, le cost¨® muchos meses comprender el mensaje y en la palaciega operaci¨®n de derribo hubo de todo: traiciones, presiones, ruegos, promesas incumplidas... Camps no estaba solo. Su salida implicaba a m¨¢s cargos de su equipo y, en especial, a su n¨²mero dos, el secretario general del partido y portavoz en las Cortes valencianas, Ricardo Costa. G¨¦nova, es decir Rajoy, envi¨® a Valencia como ¡°brazo ejecutor¡± a Federico Trillo; y a Costa le presionaba la entonces secretaria general del partido, Dolores de Cospedal, con llamadas constantes y ofrecimientos de otras salidas para que se fuese y sirviera de ¡°cortafuegos¡±. Camps, seg¨²n varios de los protagonistas implicados, no le dec¨ªa claramente a Costa que deb¨ªa dimitir y le preguntaba: ¡°?Qu¨¦ vamos a hacer?¡±. Costa replicaba: ¡°Defendernos¡±. A Camps le ve¨ªan todos ¡°noqueado y sobrepasado¡±.

Pese a los esc¨¢ndalos, Camps gan¨® las elecciones auton¨®micas de 2011 con m¨¢s mayor¨ªa absoluta que las anteriores. Dos meses despu¨¦s, el juez decidi¨® sentarle en el banquillo. Todo se precipit¨®. Trillo, alojado en un hotel, se plant¨® en su casa y delante de otros testigos, colaboradores y el abogado de Camps le convenci¨® para firmar una sentencia de conformidad de la condena del caso, pagar una multa y desaparecer pol¨ªticamente un tiempo del Parlamento. El pacto implicaba tambi¨¦n a Costa. Le llamaron y acept¨® la soluci¨®n, pero con una condici¨®n porque no se fiaba nada de su jefe, compa?ero y amigo: que acudieran los dos juntos a la ma?ana siguiente a firmar al juzgado, ¨¦l y Camps. Cuando lleg¨® el momento, Camps no apareci¨®. Costa nunca supo qu¨¦ hab¨ªa pasado. Trillo s¨ª. Camps le llam¨® a las seis de la ma?ana a su hotel, le despert¨® y le ley¨® las portadas de EL PA?S y El Mundo que reflejaban la presi¨®n de G¨¦nova para que se marchase ya. Dio marcha atr¨¢s, y al final s¨ª tuvo que dimitir aunque a?os m¨¢s tarde result¨® absuelto por la m¨ªnima con un jurado popular. No ha sido rehabilitado pol¨ªticamente por el PP, pese a sus intentos.

Al expresidente valenciano Eduardo Zaplana la traici¨®n le lleg¨® por parte del propio Camps, al que hab¨ªa dejado en herencia el PP de esa comunidad, y de Rajoy, su excompa?ero en el Gabinete de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, cuando ya hab¨ªa dejado la pol¨ªtica, en 2008, o la nueva pol¨ªtica de su partido le dej¨® a ¨¦l. En su entorno lo explican as¨ª: ¡°Lo de Camps fue como lo de matar al padre, acabar con las tutelas por las buenas y precipitadamente. Lo de Mariano [Rajoy] fue porque pierde las elecciones de 2004, necesita el apoyo en Andaluc¨ªa de Javier Arenas y en Valencia de Camps para ganar el congreso interno y mantenerse y decide romper con [Jos¨¦ Mar¨ªa] Aznar, algo que Zaplana no quiere hacer por lealtad. Mariano pretend¨ªa llevarse bien con todos, pero cuadrar el c¨ªrculo es algo que en pol¨ªtica tampoco se puede hacer¡±.

Cuando al final, en julio de 2011, hubo que relevar a Camps, tras estudiar varias opciones, Rajoy opt¨® por Alberto Fabra, alcalde de Castell¨®n, siempre disciplinado y moderado, y le llam¨® sobre la marcha con la Junta Directiva del PP valenciano ya convocada para esa tarde y le dijo: ¡°Camps va a presentar su dimisi¨®n, queremos que t¨² seas el pr¨®ximo presidente, te toca jugar, y si al final esa Junta Directiva no se convoca esta conversaci¨®n no se ha producido, y si se convoca, tampoco¡±. Fabra fue elegido por aclamaci¨®n.

Cuando Zaplana es detenido en mayo de 2018 por blanqueo de capitales y cohecho, Rajoy tach¨® el suceso de lamentable y matiz¨® que en el PP solo hab¨ªa ¡°10 o 15 casos aislados¡± de corrupci¨®n. En octubre pasado Zaplana fue condenado a 10 a?os por el caso Erial-ITV. Desde la dimisi¨®n de Camps en 2011 se han producido 150 condenas a cargos del PP valenciano. En 2015 el PP fue desalojado del poder pero lo recuper¨® con Maz¨®n y Vox en 2023.

Todos estos precedentes revelan que este tipo de intromisiones de las direcciones nacionales en un territorio no son nuevas ni f¨¢ciles, y siempre resultan traum¨¢ticas. En el caso ahora de la Comunidad Valenciana, la cuarta en poblaci¨®n de Espa?a y una de las m¨¢s importantes en militantes para los populares, los dirigentes del PP consultados recuerdan que es el Parlamento el que elige presidente, que tiene que ser diputado, que Maz¨®n forz¨® a sus consellers a renunciar a ese esca?o, que la apuntada como posible sustituta, la alcaldesa de Valencia, Mar¨ªa Jos¨¦ Catal¨¢, que s¨ª lo es, ser¨ªa una apuesta arriesgada por ¡°resolver un problema y generar otro¡±, que adem¨¢s no dar¨ªa ninguna seguridad de que no se quemase antes de tiempo. Y tampoco saben c¨®mo se comportar¨ªa Vox en una futura votaci¨®n para resolver ese relevo.

Desde el equipo de Feij¨®o s¨ª han sondeado a algunos veteranos dirigentes del PP valenciano con ascendencia a¨²n en ese territorio para conocer su criterio ante el endiablado panorama con el que se encuentran ahora con un Maz¨®n enquistado. ¡°Yo lo que he dicho es que tenemos que tener claros los pr¨®ximos pasos y los distintos escenarios, hablar con todos los presidentes provinciales, conocer bien la realidad all¨ª para que nada de lo que pueda pasar pille de improviso, saber el pulso del partido, tutelar el proceso para que se produzca como se quiere¡±, explica uno de los responsables consultados. Todos coinciden en que Maz¨®n no tiene ya ni futuro ni presente porque su posici¨®n, adem¨¢s, afecta y trasciende a nivel nacional: ¡°Es que Feij¨®o no puede hacer la oposici¨®n pol¨ªtica que se requiere como se ha visto esta pasada semana con el esc¨¢ndalo de la comparecencia judicial de Jessica Rodr¨ªguez, la expareja del exministro socialista Jos¨¦ Luis ?balos, que ha quedado diluida porque solo se le pregunta por Maz¨®n¡±.

Varios dirigentes veteranos del PP valenciano a?aden, adem¨¢s, un aviso a navegantes por si se precipita el cambio: ¡°No hay banquillo. En estos a?os no se ha trabajado bien para que haya un relevo. El equipo de Maz¨®n era muy poco experimentado, como se ha visto en la gesti¨®n de la dana¡±. Zaplana fue el que fich¨® a Maz¨®n en 1995 desde las Nuevas Generaciones del PP para ser director del Instituto Valenciano de la Juventud porque conoc¨ªa a su padre y desde all¨ª ya solo hizo carrera en pol¨ªtica. Otro ex alto cargo popular experimentado en este tipo de crisis apunta un factor territorial y de concepto: ¡°Aqu¨ª tambi¨¦n ha habido ese salto de gente de tercera fila a la primera, y muchos procedentes de la visi¨®n empresarial liberal de la plutocracia alicantina¡±. Otro relevante miembro del PP valenciano concluye: ¡°No hay proyecto o modelo, se est¨¢ al d¨ªa a d¨ªa, a las redes, la foto, y cuando ha llegado una embestida se han desfondado porque cuando llueve fuerte, como ahora, el cart¨®n se moja¡±.