La pol¨¦mica compraventa de derechos de agua aumenta en Andaluc¨ªa pese a su sequ¨ªa extrema
Agricultores, expertos y ecologistas denuncian el alza del ¡°mercadeo¡± de agua para cultivos de regad¨ªos, sobre la que discrepan los partidos pol¨ªticos
La compraventa de derechos de agua est¨¢ al alza en la cuenca del Guadalquivir pese a la sequ¨ªa extrema que padece. Ante los recortes en las concesiones h¨ªdricas para el regad¨ªo, hay cultivos cuya siembra ya no compensa al agricultor y sus derechos de agua se ofrecen en el libre mercado al mejor postor. Es una f¨®rmula legal pero pol¨¦mica, ya que este verano se prev¨¦n m¨¢s cortes en el suministro para consumo humano en los pueblos del interior por la falta de canalizaciones, mientras se riegan cultivos gracias a la compra de estos derechos.
El tr¨¢fico de agua para regar unos cultivos distintos a los asignados en un principio se ha producido ya en el pasado, pero nunca con el volumen actual. Esta primavera a los arroceros del Guadalquivir, que cada a?o siembran 36.500 hect¨¢reas, el agua concedida por las autoridades no les compensa tras sufrir un recorte del 88% en sus dotaciones. Para paliar sus p¨¦rdidas han puesto en el mercado sus 40 hect¨®metros c¨²bicos, que equivalen a 11.851 piscinas ol¨ªmpicas. Esta agua, que est¨¢ a la venta a 23 c¨¦ntimos de euro el metro c¨²bico, puede acabar en cualquier rinc¨®n de Andaluc¨ªa, incluida Almer¨ªa, en el extremo opuesto a las marismas del Guadalquivir, donde cada a?o crece la mayor superficie de arroz plantada en Espa?a. Y el precio de estos derechos no ser¨¢ menor de 9,2 millones de euros.
Este lunes, dos organizaciones agrarias (COAG y UPA), los sindicatos, los expertos de la Fundaci¨®n Nueva Cultura del Agua (FNCA) y los ecologistas, englobados en la Mesa Social del Agua, han reclamado al Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica que intervenga para frenar esta escalada de compraventa de derechos. Al respecto, los partidos pol¨ªticos discrepan entre la conveniencia de intervenir desde lo p¨²blico y dejar hacer a las comunidades de regantes para negociar a su antojo el precio del agua.
Los 13 agentes sociales le piden al Gobierno que genere los centros p¨²blicos de intercambio para reasignar el agua a las explotaciones agrarias m¨¢s necesitadas y evitar que se la quede el mejor postor. Es decir, que regule el mercado del agua al igual que el de la vivienda. ¡°Do?ana, Daimiel y el Mar Menor son solo las puntas de lanza de un problema generado por el regad¨ªo, el gran reto pol¨ªtico del Gobierno porque el sistema no aguanta. ?Dejamos que la reorganizaci¨®n del regad¨ªo la haga el mercado?¡±, plantea Leandro del Moral, de la Fundaci¨®n Nueva Cultura del Agua y catedr¨¢tico de Geograf¨ªa de la Universidad de Sevilla.
El aterrizaje de los fondos de inversi¨®n para comprar grandes fincas es una realidad en la agricultura de regad¨ªo desde hace d¨¦cadas, y su m¨²sculo financiero para salvar sus cultivos es mucho mayor que el de las peque?as explotaciones familiares. Dada la carest¨ªa actual y las perspectivas con el cambio clim¨¢tico, esta guerra por el agua no ha hecho m¨¢s que empezar y las pujas feroces har¨¢n peligrar el futuro de muchos peque?os regantes, resaltan los expertos.
¡°Es una cuesti¨®n pol¨ªtica que no se puede dejar en manos privadas porque se convierte en un mercadeo sin transparencia. Toda la filosof¨ªa que marca la ley de aguas en democracia se ha roto y hace falta revisarla para ponerla al servicio del inter¨¦s social¡±, critica Eduardo L¨®pez, secretario de la organizaci¨®n agraria COAG Andaluc¨ªa. De momento, la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Guadalquivir (dependiente del Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica) se ha puesto de perfil y alega que ¡°son los regantes quienes acuerdan la compensaci¨®n econ¨®mica¡±. Sin embargo, sus jefes en Transici¨®n Ecol¨®gica, tanto el director general del agua, Teodoro Estrela, como el secretario de Estado de medio ambiente, Hugo Mor¨¢n, ven con buenos ojos que la confederaci¨®n incluya en el pr¨®ximo decreto de sequ¨ªa ¡ªahora en proceso de redacci¨®n¡ª la creaci¨®n de centros p¨²blicos de intercambio de agua para regular este tr¨¢fico de derechos, seg¨²n COAG y la FNCA, que se han reunido con ambos. Transici¨®n Ecol¨®gica ha rechazado opinar al respecto a preguntas de este diario.
Esta f¨®rmula p¨²blica para intervenir, recogida en la Ley de Aguas, ya tiene un precedente: las confederaciones hidrogr¨¢ficas del Segura, J¨²car y Guadiana crearon en 2004 centros de intercambio de derechos del uso de agua para adquirir 28 hect¨®metros c¨²bicos tras autorizarlo el Consejo de Ministros.
Ahora, los 1.200 empresarios arroceros que han puesto a la venta sus derechos de agua prev¨¦n cerrar la operaci¨®n la pr¨®xima semana. ¡°No vamos a especular ni subastar el precio, nuestra intenci¨®n no es mercadear, aunque haya agricultores que nos ofrezcan un euro y medio por metro c¨²bico [cinco veces la oferta inicial]¡±, asegura ?lvaro Pallar¨¦s, presidente de la Junta Central de Regantes de la Margen Derecha del Guadalquivir, que representa a 900 arroceros, con 22.000 hect¨¢reas. Preguntado sobre c¨®mo mantendr¨¢ el precio final en 23 c¨¦ntimos el metro c¨²bico y eludir¨¢ la oferta del mejor postor, a pesar de que esto supondr¨¢ m¨¢s dinero para sus regantes, guarda silencio. Pallar¨¦s avanza que los 40 hect¨®metros c¨²bicos se repartir¨¢n entre fincas de las provincias de Huelva, Sevilla, C¨®rdoba y Ja¨¦n.
La formaci¨®n pol¨ªtica Por Andaluc¨ªa se alinea con la petici¨®n de la Mesa Social del Agua: ¡°Total respaldo, en primer lugar porque hay que tomar las decisiones con criterios ajustados a la realidad del problema, en t¨¦rminos sociales y medioambientales y, por tanto, sacar de la ecuaci¨®n a la intermediaci¨®n privada. El objetivo debe ser garantizar el agua a las peque?as explotaciones agr¨ªcolas y ganaderas en primera instancia¡±, subraya su portavoz, Inmaculada Nieto. Adelante Andaluc¨ªa abunda en esa idea: ¡°El agua no se puede vender al mejor postor y sacar a subasta. Como bien com¨²n imprescindible para la vida debe cumplir un bien social y nos oponemos al mercadeo¡±, opina Mari Garc¨ªa, responsable de organizaci¨®n del partido de izquierdas.
Desde el extremo opuesto, Vox estima que hay que dar libertad a las comunidades de regantes para negociar: ¡°Las entidades que integran la Mesa del Agua, como UGT, Greenpeace, Facua o Ecologistas en Acci¨®n, se pretenden erigir ahora como defensores de los agricultores (¡) Su ecologismo de sal¨®n, comprado por el PSOE, est¨¢ condenando a miles de agricultores a la ruina¡±, censura el portavoz de la formaci¨®n ultra Manuel Gavira, que obvia que las organizaciones de agricultores COAG y UPA Andaluc¨ªa integran dicha mesa social. Tanto PSOE como PP han rechazado opinar al respecto.
El a?o pasado y en 2021 los arroceros tambi¨¦n dejaron hect¨¢reas sin sembrar por la falta de agua y se transmitieron derechos, pero entre los propios arroceros. El dinero que ahora reciban les servir¨¢ para cubrir gastos fijos como la potencia m¨ªnima para el suministro el¨¦ctrico, el servicio de guardas y el mantenimiento de las instalaciones. Dado que el pr¨®ximo a?o la producci¨®n nacional de arroz decaer¨¢, los supermercados importar¨¢n m¨¢s g¨¦nero del extranjero.
El tr¨¢fico de derechos de agua es legal desde que el Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar reform¨® la Ley de aguas en 1999 para permitirlo, pero hasta ahora no se ha desarrollado porque las reservas han deca¨ªdo de manera paulatina y solo ahora el sistema ha dicho basta, con cultivos que no se siembran porque las cuentas no salen. La situaci¨®n geogr¨¢fica en Espa?a respecto al clima se asemeja cada vez m¨¢s a territorios como California o Chile, donde el cambio clim¨¢tico golpea con fuerza la sostenibilidad de sus cultivos. Sin embargo, el Gobierno y las autonom¨ªas f¨ªan la previsi¨®n hasta 2027 a que llueva, los embalses se recuperen, y se pueda mantener el alt¨ªsimo nivel de regad¨ªo actual con 3,8 millones de hect¨¢reas.
En Andaluc¨ªa, el agua embalsada a principios de mayo en la cuenca del Guadalquivir asciende a 1.971 hect¨®metros c¨²bicos y los pantanos est¨¢n al 24%, cuando la media de reservas la ¨²ltima d¨¦cada este mes es del 63%. De esos casi cuatro millones de hect¨¢reas de cultivo para regad¨ªo que hay en Espa?a, Andaluc¨ªa es la primera regi¨®n con 900.000 hect¨¢reas.
Con la oferta actual de los 40 hect¨®metros de los arroceros, el tr¨¢fico de derechos acaba de comenzar con grandes vol¨²menes. Aunque ya en el pasado ha habido ejemplos muy llamativos, como cuando los regantes almerienses del Almanzora compraron 1.700 hect¨¢reas de arrozales, que han sembrado, pero tambi¨¦n han dejado en barbecho para desviar hasta 60 hect¨®metros c¨²bicos en varios a?os hasta sus hortalizas en los invernaderos del levante andaluz. Lo hicieron gracias al trasvase del Negrat¨ªn, que conecta la cuenca del Guadalquivir con sus cultivos. ¡°El agua se est¨¢ convirtiendo en el nuevo petr¨®leo y dejarla en manos del libre mercado es el ¡®apaga y v¨¢monos¡±, critica Roc¨ªo Algeciras, directiva de la asociaci¨®n de consumidores Facua, integrante de la Mesa Social del Agua.
Ahora, entre los arroceros ofertantes y los posibles compradores media la federaci¨®n de regantes Feragua. ¡°Solo ponemos en contacto ofertantes con demandantes, no somos ¨¢rbitros ni cobramos comisiones¡±, alegan fuentes de esta federaci¨®n, que considera que la intervenci¨®n p¨²blica requiere unos plazos dilatados incompatibles con la urgencia actual. En un comunicado, Feragua ha subrayado: ¡°La cesi¨®n de derechos no solo es una f¨®rmula jur¨ªdica legal y habitual en situaciones de sequ¨ªa, sino que es la ¨²nica f¨®rmula viable para garantizar el mejor uso del agua disponible¡±.
Mientras, la Mesa Social del Agua insiste en exigir a la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica que se implique para imponer un criterio social y ecol¨®gico antes que econ¨®mico, y as¨ª evitar que el agua acabe en manos del mejor postor. El presidente de la Fundaci¨®n Savia, Paco Casero, reclam¨® con enfado y tono grave: ¡°Todas las previsiones se han roto con la sequ¨ªa y no somos conscientes todav¨ªa de la situaci¨®n que padece Andaluc¨ªa. Es necesario un reparto social del agua porque ya hay muchas explotaciones extensivas donde el ganado no puede beber. No podemos primar otros intereses de negocio del agua frente a las explotaciones familiares¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.