Una nueva oportunidad se sienta a la mesa
La Fundaci¨®n Osborne crea una escuela gastron¨®mica para ayudar a j¨®venes en riesgo de exclusi¨®n social
Justo cuando Luisa Pay¨¢n sent¨ªa que ya ten¨ªa encaminada su vida en Bogot¨¢, el asesinato de su hermano le hizo tener que abandonarlo todo a la carrera. Atr¨¢s se qued¨® su tienda online de dulces, su familia y la sospecha de que la polic¨ªa estuviese implicada en el homicidio. ¡°Necesitaba irme lo m¨¢s lejos posible¡±, explica la joven de 23 a?os. Con lo poco que ten¨ªa, Pay¨¢n compr¨® un vuelo para salir del pa¨ªs el pasado mes de agosto y pidi¨® asilo en Espa?a. Lleg¨® con lo puesto y, tras pasar por Madrid y Sevilla, recal¨® en un recurso habitacional de una ONG en El Puerto de Santa Mar¨ªa. Pero hasta que no salt¨® a la Escuela Gastro de Osborne no ha sentido que su suerte ha cambiado: ¡°Le agradezco a la vida haberme puesto aqu¨ª, porque no ten¨ªa ni idea de qu¨¦ hacer¡±.
Pay¨¢n comparte formaci¨®n en hosteler¨ªa con otros 21 j¨®venes, de entre los 18 y los 30 a?os, con historias vitales tan duras como la suya. ¡°La idea es devolverle a las personas las ganas de estar en sociedad, ayudarles a conseguir una vida digna con la que puedan avanzar¡±, resume Iv¨¢n Llanza, director de la Fundaci¨®n Osborne. Ese fue justo el prop¨®sito con el que la entidad plane¨® crear la escuela hace tres a?os, en mitad de la pandemia, con unos cursos c¨¢psula online. Pero el proyecto escal¨® m¨¢s, hasta hacerse presencial y colaborativo con la ayuda de la asociaci¨®n Nuevo Hogar Betania, especializada en trabajar con personas en riesgo de exclusi¨®n social. La entidad coopera en la selecci¨®n del alumnado, habitualmente conformado por chicos procedentes de familias desestructuradas o migrantes.
Juan Diego Ramos comparte promoci¨®n con Pay¨¢n. Recal¨® en la Escuela Gastro tras acabar en un centro de menores de El Puerto por un error del pasado que prefiere no recordar. Cumpli¨® la mayor¨ªa de edad en el centro y se incorpor¨® a la formaci¨®n en septiembre. En este tiempo, ha descubierto c¨®mo servir una mesa, los nombres de la vajilla, pincear o servir vinos. Tambi¨¦n ha encontrado ya un trabajo en una hamburgueser¨ªa de Jerez, en la que ha descubierto lo que es por fin ganar un salario ¡°en condiciones¡±. Aunque la lecci¨®n m¨¢s valiosa no tiene que ver con la gastronom¨ªa. ¡°No me va a pasar m¨¢s lo de cometer errores¡±, anuncia el joven jerezano, mientras espera con ansias que el juez revise su situaci¨®n para que le permita regresar a casa de su hermana, con la que vive.
Como ¨¦l, m¨¢s de 200 j¨®venes han pasado ya por la escuela en dos turnos formativos anuales, de febrero a junio y de septiembre a diciembre. ¡°Hacemos coincidir los periodos de formaci¨®n con los picos de contrataci¨®n en hosteler¨ªa¡±, apunta Llanza. La f¨®rmula parece que funciona, seg¨²n el director: ¡°El 95% encuentra un trabajo. Es cierto que la hosteler¨ªa tiene muchas entradas y salidas, pero la mayor¨ªa ha mejorado su situaci¨®n y mejorado condiciones¡±. El curso, de unas 60 horas, incluye una parte te¨®rica y otra pr¨¢ctica que se imparten en una zona de las bodegas hist¨®ricas de Osborne habilitadas para una escuela que est¨¢ en tr¨¢mites con la Universidad de C¨¢diz para intentar convertirse en formaci¨®n reglada. ¡°Esto es formaci¨®n presencial, pero sobre todo social. La idea es transmitirles la ilusi¨®n de formarse para trabajar, de conseguir una oportunidad, un voto de confianza que antes quiz¨¢s no tuvieron¡±, a?ade Llanza.
Pay¨¢n cre¨ªa tener encarrilada su vida en Bogot¨¢, despu¨¦s de haber trabajado en diversos empleos. Empez¨® a formarse y a trabajar en reposter¨ªa, en una vocaci¨®n gastron¨®mica que compart¨ªa con su hermano. Pero el asesinato de este trunc¨® todos sus planes. Tras llegar a Espa?a, recal¨® en un recurso asistencial de la ONG CEAR en Sevilla. All¨ª colabor¨® con un proyecto de cuaderno sonoro Escucha [R]efugio, en el que los migrantes ponen voz a su situaci¨®n. A ella, junto a otros compa?eras, les toc¨® participar en el podcast El Tarot del Tr¨¢nsito. Sus cartas eran la confianza, la esperanza y el florecimiento. Piensa mucho en ello en estos d¨ªas, en los que est¨¢ a punto de terminar en la escuela e incluso ya ha encontrado un trabajo en el establecimiento A priori de El Puerto. ¡°De a poquito, mira lo que he conseguido. He conseguido volverme a encaminar¡±, suspira la colombiana, con los ojos vidriosos.
Ramos tiene claro que lo suyo es el servicio en sala: ¡°Me gusta estar de arriba para abajo. Ver la cara de felicidad del cliente cuando le recojo el plato¡±. Pay¨¢n est¨¢ m¨¢s c¨®moda entre fogones, lo demuestra con la elaboraci¨®n de una minitortilla de patatas, garbanzos y bacon, una de sus ¨²ltimas preparaciones antes de terminar el curso. En estos cuatro meses, los 22 chicos de la promoci¨®n han tenido contactos con el sector hostelero, gracias a visitas de profesionales, master class y entrevistas. ¡°Buscamos a profesionales serios porque esperamos el compromiso de ambas partes¡±, matiza Llanza.
Justo en un momento en el que la hosteler¨ªa gaditana asegura no encontrar a profesionales que se quieran dedicar a la profesi¨®n ¡ªa veces, con pol¨¦micas declaraciones¡ª, en la Escuela Gastro presumen de tener a a antiguos alumnos ¡°trabajando en la mayor¨ªa de establecimientos de El Puerto¡±, como apunta Llanza. En la mayor¨ªa de los casos, la formaci¨®n adquirida permite a los j¨®venes aspirar a puestos de trabajo bien remunerados y asegurados, lejos de las malas pr¨¢cticas que han puesto al sector en el ojo de mira. ¡°Hoy tenemos a chicos trabajando en buenos restaurantes como, El Faro de El Puerto [uno de los establecimientos m¨¢s se?eros de la zona], donde tenemos a una antigua alumna¡±, apunta el director.
Ramos ya lleva unas semanas compatibilizando formaci¨®n y trabajo y est¨¢ a punto de recibir su primer salario, unos 700 euros, por las horas trabajadas. La remuneraci¨®n est¨¢ lejos de los 300 euros que recib¨ªa en un establecimiento de su barrio, cuando ten¨ªa 16 a?os. Ya tiene claro lo que har¨¢ con el dinero: ¡°Quiero sacarme el carn¨¦ del coche y seguir mi formaci¨®n en una escuela de hosteler¨ªa¡±. Pay¨¢n tambi¨¦n tiene claro su objetivo: ¡°Quiero ser pastelera, me gustar¨ªa llegar a ser jefa de cocina, poder formar a otros alumnos. Antes de morirme, me gustar¨ªa abrir un negocio¡±. A la colombiana le toca vivir por ella y por su hermano: ¡°Siento que necesito evolucionar. Mi af¨¢n es demostrar que a lo que yo vengo a Espa?a a es aportar, no a ser una carga¡±.
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