Miles de personas discapacitadas reclaman al Gobierno andaluz una mejor financiaci¨®n: ¡°Estamos sufriendo recortes¡±

¡°Ha llegado el momento de que las personas con discapacidad reivindiquemos lo que tenemos dado por derecho. No estamos pidiendo nada que no tengamos reconocido por ley¡±. As¨ª resume Nieves M¨¢rquez, presidenta de la Federaci¨®n Provincial de Asociaciones de Personas con Discapacidad F¨ªsica y Org¨¢nica (Cocemfe) el sentir que ha movido a 2.000 representantes del movimiento asociativo de personas con discapacidad en Andaluc¨ªa a concentrarse este martes en Sevilla para reclamar una financiaci¨®n justa y un modelo de sostenibilidad. Los manifestantes reclaman una actualizaci¨®n autom¨¢tica de los recursos econ¨®micos de la Junta en funci¨®n del IPC y unas garant¨ªas que permitan la sostenibilidad y la calidad de los servicios que prestan a los 570.000 andaluces con m¨¢s del 33% de discapacidad ¡ªel 7% de la poblaci¨®n¨D y sus familias. ¡°No podemos depender cada a?o de la voluntad pol¨ªtica de los gobernantes¡±, advierte Marta Castillo, presidenta del Comit¨¦ Espa?ol de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), en Andaluc¨ªa, que ha promovido la manifestaci¨®n.

Una de las principales preocupaciones de las asociaciones es c¨®mo afrontar el incremento salarial del 12% estipulado en los convenios con los trabajadores de los centros que atienden a las personas con discapacidad y que entrar¨¢ en vigor el a?o que viene. ¡°Las cantidades presupuestadas son las mismas que en 2024, sin un incremento de en torno al 10% o 12% cada entidad tendr¨¢ que apa?¨¢rselas como pueda¡±, advierte Castilla. Las transferencias a familias e instituciones sin fines de lucro en el sector de discapacidad se mantienen en el proyecto de Presupuestos de 2025 en 6.155.092 euros; las destinadas a Cermi siguen en 104.800; y la partida para ayudas p¨²blicas de car¨¢cter social a personas con discapacidad y ONG se reduce de 500.000 a 420.000 euros. Ese ¡°apa?¨¢rselas como pueda¡± se traduce en una reducci¨®n de la jornada laboral de los trabajadores, cuando no despidos, en un menor n¨²mero de terapias que se prestan o en menos tipos de asistencia. ¡°Todo, en definitiva, implica un detrimento de la calidad de la atenci¨®n¡±, advierte.

Esa merma ya la est¨¢n sintiendo muchas de las 2.000 personas que, venidas de todas las provincias andaluzas y seg¨²n el dato facilitado por la Subdelegaci¨®n del Gobierno, se han manifestado en Sevilla, todas de negro, en se?al de duelo por la situaci¨®n tan cr¨ªtica que est¨¢n atravesando. ¡°Estamos sufriendo recortes, pero nuestras necesidades no disminuyen. Antes ten¨ªamos cinco int¨¦rpretes y ahora solo tenemos uno¡±, explica por signos Mar¨ªa Concepci¨®n Fern¨¢ndez, una mujer sorda de 73 a?os que ha venido desde Granada. ¡°Tenemos muchas barreras. Necesitamos a los int¨¦rpretes para hacer nuestras gestiones, ir al m¨¦dico¡­ son necesarios en nuestro d¨ªa a d¨ªa, por eso necesitamos poder gritar y reivindicar nuestros recursos¡±.

A su lado, Laura Mart¨ªn, su int¨¦rprete de signos, asiente. Ella tambi¨¦n teme que la subida salarial, necesaria y acordada en el convenio, pueda afectar a su futuro laboral. ¡°Pueden reducirnos las horas, o incluso prescindir de nosotros¡±, explica. Las entidades que se engloban dentro de Cermi generan 11.000 empleos directos y 30.000 indirectos. Esa intranquilidad sobre su estabilidad se la traslad¨® Castilla al presidente del Junta de Andaluc¨ªa, Juan Manuel Moreno, el pasado 11 de septiembre, pero el dirigente popular no se comprometi¨® a incrementar las partidas presupuestarias. Ya entonces advirtieron de que iniciar¨ªan movilizaciones para visibilizar su situaci¨®n. Estas han culminado en la manifestaci¨®n multitudinaria de este martes que ha discurrido entre la Plaza de Espa?a y el Palacio de San Telmo, sede del Gobierno aut¨®nomo.

Desde la Junta de Andaluc¨ªa, la consejera de Inclusi¨®n Social, Juventud, Familias e Igualdad, Loles L¨®pez, dice entender la preocupaci¨®n de los convocantes, pero recalca que con el Gobierno de Moreno se ha incrementado hasta en un 24% el precio por plaza de los centros concertados para atender a personas con discapacidad, frente a la situaci¨®n de ¡°decalaje¡± heredada, seg¨²n ella, de la etapa socialista, ¡°que mantuvo seis a?os congelados los precios y en 2016 lleg¨® incluso a recortarles el dinero¡±. Este a?o se ha incrementado el precio en un 4,5%, pero Cermi advierte de que la subida deber¨ªa ser de entre el 10% y el 12%.

Las entidades reconocen la implicaci¨®n de la Junta, pero reclaman que la financiaci¨®n sea sostenible y que no est¨¦ pendiente de negociaciones e incrementos anuales. ¡°Se ha pasado del convenio para fijar el precio por plaza a contratos administrativos, pero en ellos no se ha tenido en cuenta el incremento del coste de la vida, que es lo que queremos que se incluya. No solo han subido los salarios, tambi¨¦n el IPC. La gasolina cuesta m¨¢s, los alimentos¡­¡±, se?ala Ana Ruiz, presidenta de Aproinla (asociaci¨®n para la inserci¨®n laboral de personas con discapacidad) que ha venido en autob¨²s desde M¨¢laga. ¡°El coste de la plaza debe ser justo y absorber los gastos reales, porque de lo contrario esos incrementos los tenemos que suplir las asociaciones con nuestros propios recursos, por lo que no podemos destinarlos a mejorar nuestros centros o nuevos servicios¡±, abunda. ¡°Calculamos que para que las entidades podamos mantener los centros y prestar servicios la Junta deber¨ªa destinar 30 millones de euros para llegar al coste real del precio por plaza y todos los servicios que prestamos¡±, indica la presidenta de Cermi Andaluc¨ªa.

El Consejo Andaluz de Colegios de Trabajo Social critica el tiempo de espera para conseguir una valoraci¨®n de discapacidad, 28 meses, y pide a la Junta que planifique con antelaci¨®n las plazas residenciales para personas gravemente afectadas a nivel intelectual, que requieren de unos cuidados muy espec¨ªficos y disponen de pocos centros especializados. ¡°Con tanto tiempo de demora es imposible cumplir con los principios de integraci¨®n y de igualdad de oportunidades, y en el caso de las plazas, deben preverlas en funci¨®n de las necesidades actuales porque en la mayor¨ªa de los casos se trata de personas cuyas familias a cargo han envejecido y no tienen capacidad para seguir atendi¨¦ndolos¡±, explica Mar¨ªa Isabel Pel¨¢ez, coordinadora de su Comisi¨®n de Servicios Sociales.

¡°Vivimos con el coraz¨®n encogido¡±

El coste real de la vida y los efectos en el devenir de las asociaciones de discapacitados lo ha percibido Gema, trabajadora social de la Federaci¨®n gaditana de Personas con Discapacidad que empuja la silla de ruedas de Sonia. ¡°Las facturas de la luz y las del agua no son las mismas que hace tres a?os, todos los proveedores han aplicado un incremento y si hay que pagar todo eso, hay menos recursos para destinarlos a los servicios, y respecto de nosotros, evidentemente, queremos que se nos suban los sueldos para poder prestar los servicios de manera digna y no precaria, pero tambi¨¦n estamos observando las dificultades para pagar esos salarios¡±, explica.

¡°Vivimos con el coraz¨®n encogido¡±, reconoce M¨¢rquez, que reivindica la importancia de los servicios que prestan las entidades que atienden a personas con discapacidad y los problemas para acceder a subvenciones. ¡°Nuestros t¨¦cnicos son trabajadores sociales, especialistas en accesibilidad, en comunicaci¨®n... Prestamos atenci¨®n psicol¨®gica, asistencia personal, ayuda para el empleo. Hay convocatorias, pero no tenemos seguro que podamos acceder a esas ayudas, y si fallan, no podemos atender ni llegar a tantas personas que dependen de nosotros, porque al final somos la mano de las administraciones¡±, abunda. ¡°El 90% de las personas con discapacidad o sus familias pasan por alguno de nuestros centros y son usuarias de nuestros servicios¡±, a?ade Castillo.

Una de las que se benefician de ellos es Jessica, de 42 a?os, que ha venido desde C¨®rdoba y empuja un andador. Tuvo un accidente de tr¨¢fico que le provoc¨® una tretraparesia severa. ¡°Mucha gente depende de los medios que nos ofrecen las asociaciones para poder vivir un poquito mejor, para terapia, para sanidad y para otras cosas que necesitamos y que no nos podemos financiar porque son muy costosas¡±, indica. Ella ya ha notado la merma en la calidad de esos servicios esenciales. ¡°Es m¨¢s dif¨ªcil pillar cita para determinadas terapias y si no se sube el sueldo y no sube la financiaci¨®n, los servicios se van a mermar todav¨ªa m¨¢s¡±, concluye.