Enric Millo: ¡°Puigdemont es el ¨²nico responsable de lo que sucedi¨® el 1-O¡±
El exdelgado del Gobierno en Catalu?a publica un libro en el que cuenta su versi¨®n del ¡®proc¨¦s¡¯
Enric Millo, de 60 a?os, responsable de acci¨®n exterior de la Junta de Andaluc¨ªa y exdelegado del Gobierno en Catalu?a (2016-2018). Fue la voz del Ejecutivo de Mariano Rajoy durante el 1-O. Acaba de publicar El derecho a saber la verdad (Pen¨ªnsula) sobre los a?os m¨¢s turbulentos del proc¨¦s.
Pregunta. Cuenta que recibi¨® amenazas de muerte, acoso digital, pintadas en casa. ?El libro es una denuncia una terapia o un ajuste de cuentas?
Respuesta. No, es la respuesta a un deber de dar a conocer una visi¨®n hasta hoy no publicada. Han salido libros a favor y en contra del proc¨¦s. Los primeros son la versi¨®n oficial del golpe a la democracia y los otros son contrarios por ideolog¨ªa. No hab¨ªa ninguno sobre la visi¨®n del Gobierno. Es singular porque fui delegado del Gobierno y soy catal¨¢n. La gente tiene derecho a saber la visi¨®n de quienes defendieron el orden constitucional. En su momento se opt¨® por no explicarlo.
P. Fue delegado dos a?os y da la sensaci¨®n de que acept¨® el cargo a rega?adientes porque antes, en 2014, no le hicieron caso cuando plante¨® un plan antiproc¨¦s.
R. A rega?adientes, no. Lo acept¨¦ por responsabilidad pero consciente del enorme grado de dificultad. La hoja de ruta estaba trazada y el objetivo de una parte del Govern era la colisi¨®n. Y cuanto mayor, mejor. En 2012, Artur Mas expuso su voluntad de romper cuando el Gobierno estaba concentrado en sacar a Espa?a de la crisis. Cuando pudo atender lo que pasaba aqu¨ª, ya no hab¨ªa marcha atr¨¢s. Hubo una oportunidad pero en la otra parte ya no hab¨ªa capacidad ni margen ni voluntad de evitar esa colisi¨®n.
P. ?Y qu¨¦ propusieron para evitarlo adem¨¢s de la inversi¨®n?
R. Se trataba de invertir en infraestructuras y negociar las propuestas de Puigdemont. Nos encontramos con la silla vac¨ªa. Para ellos dialogar era un peligro: si hab¨ªa un acuerdo se acab¨® el proc¨¦s. Fue un discurso perverso: se acus¨® al Estado de no querer dialogar pero vimos que solo exist¨ªa refer¨¦ndum o refer¨¦ndum. Nos falt¨® capacidad de contar lo que est¨¢bamos haciendo. Ha quedado en Catalu?a el relato de un Estado opresor que lo hizo todo mal. Y no es real.
P. Pero la operaci¨®n di¨¢logo de Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa no funcion¨®. En su despacho en la Delegaci¨®n solo se reuni¨® con In¨¦s Arrimadas y Miquel Iceta.
R. La operaci¨®n en s¨ª no fracas¨®. Hubo un gran despliegue en la sociedad catalana con resultados concretos. Hubo 140 visitas de ministros. Yo explico que mi primera reuni¨®n fue con Puigdemont en nombre del Gobierno. Y luego le vi dos veces en secreto en Pedralbes. Y ¨¦l se entrevist¨® con Rajoy en un piso, a solas. No quer¨ªa que se supiera porque romp¨ªa su discurso. Rajoy cumpli¨® su palabra de no revelar el encuentro aunque le anim¨¦ a hacerlo porque en Catalu?a se le acusaba de no moverse.
P. ?Junqueras le plante¨® que sedujera a diputados de Junts pel S¨ª para dar marcha atr¨¢s?
R. Me sorprendi¨®. Me dijo que sab¨ªa que hab¨ªa diputados que no estaban de acuerdo con romper la legalidad y que hici¨¦ramos algo si pod¨ªamos. Me negu¨¦ y ¨¦l me dijo que ellos tampoco evitar¨ªan nada. No entramos en esa din¨¢mica. Al final, lo ¨²nico que demuestra es que la guerra por el liderazgo del soberanismo ha existido siempre. Esa unidad de acci¨®n ha sido estrat¨¦gica, pero no hay realmente uni¨®n de objetivo ni de m¨¦todo.
P. ?C¨®mo ve la mesa de di¨¢logo actual?
R. Tal como est¨¢ planteada, sin futuro y condenado al fracaso. No se dan las premisas principales: la parte que protagoniz¨® el golpe contra la democracia no reconoce que fue un camino equivocado. Dicen que lo volver¨¢n a hacer y lo que necesitan es tiempo para rearmarse. Y el Gobierno deber¨ªa dejar claro que eso no se puede volver a repetir y que hay que defender los derechos de todos. Me hubiera gustado que nadie hubiera entrado en la c¨¢rcel. De los presos me parece muy criticable que no reconozcan que lo que hicieron no estuvo bien y que no tengan ninguna voluntad de rectificar en el futuro.
P. Es cr¨ªtico con el papel de los Mossos el 20 de septiembre y el 1-O. ?No se cree por tanto que Trapero tuviera un plan para detener a Puigdemont?
R. No s¨¦ si ten¨ªa un plan pero puedo hablar de lo que vi. Dos d¨ªas antes del 1-O vimos clar¨ªsimo que no iba a haber una acci¨®n contundente para evitar el refer¨¦ndum. Se comprometieron a tener los colegios cerrados pero no cumplieron. Y eso determin¨® lo que pas¨®. Es un hecho. No es una opini¨®n.
P. Pero cerraron m¨¢s colegios que la Guardia Civil
R. La obligaci¨®n es que estuvieran cerrados. Junqueras lo ha admitido en una entrevista: que era necesario que la gente viera lo que estaba dispuesto a hacer el Estado para reprimir. Reconoce as¨ª que la colisi¨®n era necesaria. Hay una cosa que hay que dejar clara: lo que sucedi¨® ese d¨ªa tiene un responsable ¨²nico que se llama Puigdemont. Podr¨ªa haberlo desconvocado dos d¨ªas antes y no lo hizo. Encima llam¨® a la gente a ir a los colegios a defenderlos y a enfrentarse con la polic¨ªa mientras ¨¦l se escond¨ªa bajo los t¨²neles en plan James Bond cambiando de coche para que no le vieran.
P. El lehendakari, Santi Vila y el Arzobispo Omella mediaron abogando por las elecciones para evitar el 155. ?Por qu¨¦ dice que el PP no pod¨ªa hacer nada?
R. No era posible lo que ped¨ªa Puigdemont: convocar y que no hubiera 155. El asunto estaba en el Senado. Rajoy puso la condici¨®n para aplicarlo de que hubiera un consenso con el PSOE y Ciudadanos. No sabremos nunca qu¨¦ hubiera pasado si Puigdemont las hubiera convocado. Pero si no lo hizo fue porque le llamaron traidor y no por el 155.
P. Mientras se aplic¨® el 155, el Gobierno ignor¨® que la sentencia no era firme y traslad¨® las obras del Museo de Lleida a Sijena. Al PP de Lleida le doli¨®.
R. Me consta. No hubo unanimidad en esa decisi¨®n. No s¨¦ si fue el momento oportuno. El Gobierno, en aplicaci¨®n del 155, tom¨® esa decisi¨®n y me la comunic¨®. No pude participar en ella.
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