Los museos desconfinados preparan su reapertura

Catalu?a est¨¢ dividida. La crisis sanitaria ha hecho que solo dos ¨¢reas hayan pasado a la fase 1: Alt Pirineu i Aran y Camp de Tarragona-Terres d¡¯Ebre permitiendo que en estas zonas en las que viven solo el 10% de los catalanes (unas 770.000 personas) den un paso m¨¢s hacia la desescalada. En cuando a museos se refiere eso comportar¨¢ que pueden reabrir puertas 15 centros de los 116 registrados ubicados en estos dos extremos de Catalu?a desde el pasado lunes d¨ªa 11. Ninguno lo ha hecho y tampoco lo har¨¢ durante esta semana y solo se espera que se pueda visitar el d¨ªa 19 el Museo Nacional Arqueol¨®gico de Tarragona (MNAT), que conserva el rico legado romano de la ciudad, pero que en esta ocasi¨®n ser¨¢ pionero de la llamada ¡°nueva realidad¡±. En la zona norte, los museos del Pirineo han decidido retardar su apertura a partir de la segunda mitad de junio, cuando est¨¢ previsto que el resto de las zonas sanitarias catalanas pasen a la deseada fase 1 que permite el desplazamiento dentro de la provincia.

¡°Desde Semana Santa trabajamos en el desconfinamiento, lo que no sab¨ªamos en qu¨¦ fecha se producir¨ªa el cambio de fase. Estamos implementando todas las medidas sanitarias y de seguridad establecidas por los protocolos, tanto para el equipo como para los visitantes que estar¨¢n listas el viernes y as¨ª poder abrir el martes. Pero solo el museo, no el resto de instalaciones, que son yacimientos, como el teatro romano, la villa de Els Munts, la necr¨®polis romana, Centelles y el Arc de Ber¨¤ y la Torre de los Escipiones¡±, explica M¨°nica Borrell, directora del MNAT en referencia al Tinglado 4, el edificio del puerto en el que desde 2018 puede verse una exposici¨®n de s¨ªntesis mientras se reforma la sede hist¨®rica del centro en la plaza del Rei. En 2019 los diferentes espacios del museo recibieron 44.784 visitas, 18.371 en el tinglado.

¡°T¨¦cnicamente est¨¢ bien as¨ª, porque podremos atender todas las necesidades e ir abriendo de forma progresiva. El tinglado es un edificio de 800 metros cuadrados, 600 de exposici¨®n, con un recorrido lineal de un solo sentido; una instalaci¨®n nueva en un espacio di¨¢fano. Hay muchas piezas; pero es una exposici¨®n cl¨¢sica con pocos interactivos y es un espacio f¨¢cil de gestionar. No es Port Aventura. Si nuestro museo fuera diferente, quiz¨¢ no nos lo habr¨ªamos planteado¡±, prosigue Borrell.

Esta semana se est¨¢ formado a las 10 personas encargadas de atender al p¨²blico, que forman equipos de cinco y se est¨¢n fijando las pautas para el equipo de limpieza.

¡°Es un reto, pero el planteamiento es que podemos hacerlo; por supuesto no habr¨¢ actividades, conferencias, ni visitas guiadas, las tablets ser¨¢n sustituidas por aplicaciones que el visitante se descargar¨¢ en el m¨®vil, una opci¨®n que ya exist¨ªa¡±. Tambi¨¦n se trabaja para que todo el material que se entregaba para ayudar en la visita se haga de forma digital. ¡°El proceso de virtualidad se ha acelerado con la pandemia, pero en dos meses de confinamiento no se puede hacer la revoluci¨®n de un museo¡±, sentencia Borrell, que sabe que la recuperaci¨®n de su vuelta a la normalidad ser¨¢ mirada de cerca por otros museos, sobre todo de la Agencia Catalana de Patrimonio de la Generalitat, de la que depende desde 2014 y que les da soporte t¨¦cnico.

¡°Este domingo cuando supimos que hab¨ªa zonas que pasaban de fase se valor¨® la posibilidad de abrir algunos centros y que funcionara de prueba piloto, por eso el lunes 18 abre el Arxiu Hist¨°ric de Tarragona y al d¨ªa siguiente el MNAT, para que sirvieran de ejemplo¡±, explica Elsa Ibar, directora general de Patrimonio de la Generalitat.

¡°Reabrir nos servir¨¢ a nosotros y al resto de museos, en especial a los de la Agencia; pero si han reabierto las tiendas, los supermercados y las peluquer¨ªas, los museos tambi¨¦n tienen que ir abriendo para ir recuperando el ritmo de vida normal¡±, prosigue Borrell. ¡°Abrir un museo siempre es una responsabilidad. Ahora m¨¢s porque estamos delante de unas circunstancias muy particulares. Pero hay el convencimiento de que con las medidas que estamos tomando se har¨¢ bien, aunque haya que corregir y replantear cosas. Hay que ir recuperando el ritmo de vida normal, aunque sea con mascarillas, geles y colas¡±, concluye.

En la parte norte de Catalu?a, Jordi Abella, director del Ecomuseu de les Valls d¡¯?neu, trabaja en la reapertura de su museo situado en la localidad de Esterri d¡¯?neu, Pallars Sobir¨¤, una de las comarcas leridanas que forman parte de la otra zona sanitaria del Alt Pirineu i Aran. ¡°Los museos del Pirineo no abriremos por ahora, sino a partir de la segunda mitad de junio. La ventaja es que cuando los dem¨¢s territorios pasen de fase, nosotros ya estaremos preparados para abrir. Ahora estamos implementando las medidas de seguridad y protocolos en cada uno de los centros de la zona, porque los museos tienen que ser lugares seguros¡±, explica Abella, director tambi¨¦n de la Xarxa de Museus i Equipaments Patrimonials de l¡¯Alt Pirineu que aglutina un total de 50 centros, incluyendo los cinco registrados por la Generalitat en esta zona, repartidos por cinco comarcas leridanas que seg¨²n los ¨²ltimos datos reciben unos 150.000 visitantes; unos centros dedicados a la etnolog¨ªa, la arqueolog¨ªa, la naturaleza, en su mayor parte.

¡°Estamos haciendo un planteamiento com¨²n, pero cada centro tiene sus ritmos y din¨¢micas. Algunos centros abren solo de cara al verano y tienen m¨¢s tiempo¡±, prosigue. Y asegura que el cierre ¡°ha sido un golpe econ¨®mico muy grande. Hemos perdido el final de la temporada de invierno en la que los esquiadores completaban sus actividades deportivas con las culturales; la Semana Santa y los grupos escolares, pero intentaremos salvar el verano¡±. Abella reivindica el papel de estos centros: ¡°No solo el turismo da sentido a nuestros museos; se trabaja con las comunidades locales; son necesarios para el territorio y sirven de apoyo al sector cultural de las comunidades, porque las grandes infraestructuras del pa¨ªs est¨¢n muy lejos. El turismo ya llegar¨¢¡±. Para ¨¦l ¡°la responsabilidad de abrir es grande; lo peor que nos podr¨ªa pasar no para los museos del Pirineo, sino de cualquier otro lugar del mundo, es que un museo fuera un foco de la covid-19¡±.