¡°Ya no nos quedaba m¨¢s qu¨¦ hacer para bajar la interacci¨®n social¡±
As¨ª se gest¨® el cierre de bares y restaurantes en Catalu?a, una de las decisiones m¨¢s dr¨¢sticas tomadas en Espa?a para controlar la segunda ola de la covid-19
Cuatro d¨ªas. Bastaron cuatro d¨ªas para que la Generalitat virase el tim¨®n desde un escenario relativamente optimista a las previsiones m¨¢s desalentadoras en la crisis sanitaria provocada por la covid-19. Entre el martes 6 de octubre y el s¨¢bado d¨ªa 10, el Ejecutivo catal¨¢n pas¨® de anunciar la reapertura ¡ªcon matices¡ª del ocio nocturno a plantear el cierre de todo el sector de la restauraci¨®n, una de las restricciones sociales m¨¢s duras que se han aplicado en Espa?a en esta segunda ola de la pandemia. Entremedias, una curva epid¨¦mica que empezaba a desbordarse y unos modelos matem¨¢ticos que anunciaban varios miles de nuevas infecciones diarias e ingresos hospitalarios al alza. As¨ª se gest¨® la decisi¨®n de cerrar bares y restaurantes durante al menos 15 d¨ªas en toda Catalu?a, pese a tener ¨ªndices menos malos que en otras nueve comunidades.
Ya el martes 6 de octubre, cuando el secretario de Salud P¨²blica, Josep Maria Argimon, anunci¨® la sorpresiva reapertura del ocio nocturno (sin pista de baile y con limitaci¨®n de horario), el Govern no las ten¨ªa todas consigo. De hecho, no tardaron ni 24 horas en desdecirse y anular la medida alegando que la situaci¨®n epidemiol¨®gica empezaba a ser preocupante. El jueves, Argimon y el subdirector general de Vigilancia y Respuesta a Emergencias de la Agencia de Salud P¨²blica, Jacobo Mendioroz, constataban que todas las previsiones se hab¨ªan quedado cortas y el virus crec¨ªa mucho m¨¢s r¨¢pido de lo esperable. En las reuniones de ese d¨ªa y el viernes, se empieza a hablar de medidas m¨¢s dr¨¢sticas. Los contagiados por semana hab¨ªan pasado de 7.000 a 11.000.
En ese momento el panorama de la pandemia en Catalu?a era malo pero menos grave que en otras comunidades aut¨®nomas. La incidencia acumulada en los ¨²ltimos 14 d¨ªas era de 262 positivos por 100.000 habitantes, a medio camino de los 500 con los que seg¨²n el Ministerio de Salud exige que haya confinamientos. El porcentaje de positivos en las pruebas diagn¨®sticas era de 8,2%, m¨¢s de dos puntos por debajo de la media espa?ola y el 16,8% de sus camas est¨¢n ocupadas por pacientes de coronavirus, cuando el l¨ªmite es el 35%. Pero las autoridades sanitarias consideraron que se trataba de un momento match point. O se tomaban medidas de manera inmediata o se perd¨ªa la pelea y se llegaba a escenarios cr¨ªticos.
Las actividades sociales, como cenas con amigos, encuentros deportivos o escapadas de fin de semana, estaban en la mira de Salud como el principal escenario de contagio. El primer paso contundente para reducir la interacci¨®n social fue fijar el tope de un m¨¢ximo de seis personas para esos encuentros, el pasado 26 de septiembre. Desde entonces, el Govern ten¨ªa contemplado escenarios hipot¨¦ticos sobre c¨®mo actuar y entre ellos estaba el cierre de bares y restaurantes, explican fuentes pr¨®ximas a Argimon. La medida fue puesta oficialmente sobre la mesa el s¨¢bado 10 de octubre, durante una reuni¨®n al m¨¢s alto nivel entre la c¨²pula de Salud. ¡°Ah¨ª se decidi¨® que era mejor medidas dr¨¢sticas en poco tiempo que m¨¢s suaves durante mucho tiempo. Por primera vez, se habla de cierres. Ya no nos quedaba nada m¨¢s que hacer para bajar la interacci¨®n social¡±, explican fuentes de Salud.
Poco debate
No hubo debate sobre la conveniencia de la medida, pese a que Mendioroz suele ser el ala dura de Salud P¨²blica ¡ªfavorable a hacer lo que haga falta para bajar la curva¡ª y Argimon, con un perfil m¨¢s salubrista, tiende a mostrar tambi¨¦n preocupaci¨®n por las consecuencias econ¨®micas de las restricciones. Todo el n¨²cleo duro del Departamento, con la consejera Alba Verg¨¦s y el secretario general, Marc Ramentol, a la cabeza, avalaron la necesidad del cierre. Se calcula que en Catalu?a unas 200.000 personas trabajan en la restauraci¨®n.
Ese s¨¢bado, Ramentol pidi¨® unas horas y redact¨® tres resoluciones m¨¢s o menos duras (desde restringir a¨²n m¨¢s los aforos interiores hasta el cierre total). Argimon, mientras, consult¨® a sus expertos de cabecera: Toni Trilla, jefe de Medicina Preventiva del Cl¨ªnic, y su hom¨®loga en Vall d¡¯Hebron, Magda Campins; Tom¨¤s Pumarola, responsable de Microbiolog¨ªa de Vall d?Hebron; y la f¨ªsica y experta en epidemiolog¨ªa matem¨¢tica, Clara Prats, entre otros. Los mandos de Salud optaron por la resoluci¨®n m¨¢s contundente y se lo comunicaron al resto del Govern.
Aqu¨ª la discusi¨®n s¨ª fue un poco m¨¢s amplia, aunque nunca se cuestion¨® frontalmente la decisi¨®n de Salud. ¡°Se habl¨® de la evidente contradicci¨®n entre por qu¨¦ cerrar los bares y no los gimnasios u otros espacios si la clave era restringir la interacci¨®n¡±, explica una voz del Departamento de Presidencia. ¡°Todo se zanj¨® con el argumento de que en el contexto de los locales la gente est¨¢ m¨¢s tiempo, est¨¢ sin mascarilla en un ambiente cerrado y en una situaci¨®n de relajaci¨®n de las medidas de protecci¨®n¡±, a?ade esa voz. No se plante¨® el toque de queda ni el cierre perimetral. ¡°Esto no se considera porque est¨¢bamos tan mal en todos los sitios, que da igual¡±, agrega una fuente de Salud. Tambi¨¦n hubo algo de debate sobre la suspensi¨®n de las extraescolares, aunque Argimon impuso su criterio y opt¨® por mantenerlas en su defensa cerrada a preservar las actividades educativas hasta el ¨²ltimo momento.
El Ejecutivo comenz¨® la escalada de medidas y estrategias desde el domingo. El paquete tambi¨¦n afectaba las universidades ¡ªse cancelaron las clases presenciales¡ª y se reduc¨ªa el aforo de centros de culto o de actividades deportivas no profesionales. Primero, un tuit de Salud pidiendo ¡°alerta permanente¡±. Los contagios semanales superaban los 10.000, la velocidad de transmisi¨®n se disparaba y los ingresos hospitalarios rozaban el millar. ¡°Se recomienda reducir nuestra interacci¨®n social. Movernos con nuestras burbujas ¨²nicamente y hacer la actividad m¨ªnima indispensable fuera de casa¡±. Luego, en los d¨ªas posteriores, vendr¨ªan las comparecencias de Verg¨¦s y del president en funciones, Pere Aragon¨¦s. La alerta era m¨¢xima. El martes, la consejera traslad¨® su decisi¨®n al ministro de Sanidad, Salvador Illa, que le dio su apoyo, seg¨²n fuentes del Departamento.
La queja de los restauradores
El mi¨¦rcoles por la ma?ana, el Govern ¡ªVerg¨¦s, Argimon, Aragon¨¨s y los consejeros de Presidencia, Meritxell Bud¨®, e Interior, Miquel S¨¤mper¡ª se reun¨ªa con el sector de la restauraci¨®n en una reuni¨®n ¡°tens¨ªsima¡±. ¡°Todo el mundo estaba muy nervioso. No fue nada f¨¢cil¡±, recuerdan fuentes de Salud. All¨ª tambi¨¦n se puso sobre la mesa una medida en la que llevaba d¨ªas trabajando el Departamento de Empresa: incluir la cl¨¢usula rebus sic stantibus en el C¨®digo Civil catal¨¢n de cara a negociar contratos, como los de los alquileres, cuando se presentan casos de fuerza mayor. ¡°Si las partes no consiguen renegociar los t¨¦rminos del contrato, el juez podr¨¢ resolverlo o acordar un cumplimiento m¨ªnimo que resulte razonable dadas las circunstancias¡±, explic¨® el diputado de Junts per Catalunya Jaume Alonso Cuevillas en su cuenta de Twitter. Este abogado y S¨¤mper coincidieron en el Consell de l¡¯Advocacia Catalana, donde ya hab¨ªan trabajado la cl¨¢usula.
En el Govern insisten en que los restauradores, las patronales y los sindicatos ya conoc¨ªan los planes del cierre. Pero desde el Gremio de Restauraci¨®n insisten en que no es as¨ª. Aseguran que se enteraron el martes pasado, por la noche, despu¨¦s de que les desconvocaran una reuni¨®n a la que hab¨ªan sido citados esa misma tarde por el Govern. ¡°La decisi¨®n estaba tomada y solo nos convocaron para informarnos¡±, apunta una fuente del Gremio. Los restauradores critican que no se les pusiera sobre la mesa ning¨²n tipo de indemnizaci¨®n o inyecci¨®n econ¨®mica para un cierre forzoso. En la rueda de prensa posterior, Aragon¨¨s si mencion¨® un plan de ayuda de 40 millones de euros.
Los planes de la Generalitat tambi¨¦n estuvieron en vilo por el proceso de validaci¨®n de las medidas por parte del Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a (TSJC). La decisi¨®n del Procicat, el comit¨¦ t¨¦cnico que toma las decisiones sobre la pandemia, ten¨ªa que ser revisada por la Justicia pues en algunos casos pod¨ªa comprometer el ejercicio de derechos fundamentales. El texto se remiti¨® el mi¨¦rcoles y, para sorpresa del Govern, el TSJC le pidi¨® una aclaraci¨®n especificando en qu¨¦ puntos espec¨ªficos consideraba que se coartaban los derechos y criticando la falta de n¨²mero de decreto.
¡°En el TSJC sabe que los n¨²meros de los decretos son consecutivos y por tanto no se pueden asignar hasta la publicaci¨®n¡±, recuerda una fuente del Departamento de Presidencia, que asegura que en el Govern sent¨® mal la falta de celeridad de la Justicia. EL TSJC hizo la petici¨®n a las cuatro de la tarde del mi¨¦rcoles, con lo cual la Generalitat tuvo que esperar hasta el jueves. Exist¨ªa el temor de que el tempo judicial obligara a postergar la entrada en vigor al fin de semana y generando cierto efecto de movimiento entre municipios el viernes si a¨²n segu¨ªan los bares y restaurantes abiertos. El gabinete jur¨ªdico de la Generalitat plante¨® dos textos de decreto: el original y uno que pon¨ªa como disposici¨®n adicional las medidas pendientes de validaci¨®n, que no ten¨ªan que ver con la restauraci¨®n sino con la libertad de culto y la suspensi¨®n de clases presenciales en las universidades. Se tom¨® la segunda opci¨®n para evitar malentendidos. Los magistrados dieron el espaldarazo al paquete de control el pasado viernes sobre las 13.30. Y los bares y restaurantes en Catalu?a estar¨¢n cerrados durante 15 d¨ªas.
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