Muere Jaume Barrachina, el ¨²ltimo ¡®connaisseur¡¯
El director del museo de Peralada era un gran experto en arte medieval y coleccionismo, adem¨¢s de gran gastr¨®nomo.
Si se visitaba el castillo de Peralada, en el Alt Empord¨¤, no hab¨ªa mejor cicerone que Jaume Barrachina Navarro. Se conoc¨ªa todos los rincones de este lugar y todas las historias que acumulaba su rica colecci¨®n patrimonial: sus obras medievales, su enorme biblioteca, con la mejor colecci¨®n privada de ediciones del Quijote y su reconocida colecci¨®n de vidrio antiguo, entre otros muchos tesoros. Pero este barcelon¨¦s nacido en 1951 tambi¨¦n conoc¨ªa y se explayaba explicando con fino humor ingl¨¦s la historia de cada una de las piedras de este conjunto propiedad de la familia Mateu, como si fuera propio. Lo mismo te se?alaba el quicio de la ventana que hubo que desmontar para que pasaran las obras del Prado en su camino al exilio durante la Guerra Civil; que te dejaba tocar, con sumo cuidado, una de las cabezas rom¨¢nicas del Maestro de Cabestany, uno de sus autores preferidos, o te acompa?aba a las bodegas centenarias donde parte de la cosecha familiar esperaba el momento ¨®ptimo para ponerse a la venta.
Barrachina, entusiasta, socarr¨®n, sibarita y siempre buen anfitri¨®n, ha fallecido este martes a los 69 a?os. Cuando sus colegas le dec¨ªan que era el ¨²ltimo connaisseur, una figura en v¨ªas en extinci¨®n, amante del arte, la gastronom¨ªa y la enolog¨ªa, respond¨ªa, complacido, con una de sus t¨ªpicas carcajadas. Era de las pocas personas que pod¨ªa ir a comer al Bulli sin reserva previa por la amistad que le un¨ªa con sus fundadores y haber hecho el pr¨®logo de algunos de los libros editados por el famoso restaurante.
Barrachina era de esas personas que todo el mundo respetaba, por su bonhom¨ªa, pero tambi¨¦n por su profundo conocimiento en el arte catal¨¢n, sobre todo medieval, del que era uno de los m¨¢s reputados expertos en la actualidad. Todos destacan su sensibilidad extrema y el haber abierto nuevas v¨ªas de trabajo que muchos otros han seguido despu¨¦s. Public¨® un buen n¨²mero de art¨ªculos y libros y comisari¨® exposiciones como Thesaurus. Arte de los Obispados catalanes (1985) y La colecci¨®n so?ada. Escultura medieval en las colecciones catalanas (2002). Organiz¨® el X Congreso de la Asociaci¨®n Internacional de la Historia del Vidrio (1985), edit¨® la versi¨®n espa?ola de la colecci¨®n El mundo de las antig¨¹edades y fue colaborador y articulista de revistas art¨ªsticas como Estudios Pro-Arte, De Museus o del Butllet¨ª del MNAC, entre otras muchas. Pese a su amplia bibliograf¨ªa, tan solo se defin¨ªa como un ¡°agn¨®stico aficionado a las reliquias¡±.
Barrachina sab¨ªa que la colecci¨®n reunida por los Mateu, padre, hijo y nieta, era un pozo sin fondo y de ah¨ª se nutri¨® para muchos de sus art¨ªculos desde que entr¨® en esa casa en 1975, reci¨¦n terminada su tesis de licenciatura. Pero rodeado de una de las colecciones privadas m¨¢s importantes de Espa?a Barrachina estudi¨® otras privadas y p¨²blicas, como la colecci¨®n Mat¨ªas Muntadas, de la que era un gran experto y hab¨ªa determinado el origen de muchas de sus piezas.
Este martes, tras conocerse su fallecimiento, todos los que lo hab¨ªan tratado lamentaban su p¨¦rdida y destacaban su incansable inter¨¦s por los objetos. Fuentes del museo Picasso, del MNAC y del Museo Mar¨¦s recordaban su paso y su incesante colaboraci¨®n con ellos. Muchos lo describ¨ªan como ¡°un historiador del arte global¡±. En el Museo V¨ªctor Balaguer, lamentaban que su muerte dejara a medio el trabajo de atribuci¨®n de una de sus obras, una tarea por la que Barrachina sent¨ªa pasi¨®n. Lo mismo que por denunciar la cantidad de obras falsas (medievales) que existen en museos de todo el pa¨ªs, como los realizados por los falsarios hermanos Junyer i Vidal.
Barrachina era de buen comer, beber y fumar. Hasta hace poco era normal verlo con un enorme puro en sus manos. Siempre dispuesto a ayudar al que comenzaba en el dif¨ªcil mundo del historiador del arte, pero tambi¨¦n del periodista.
En las ya tradicionales jornadas sobre coleccionismo que organizan desde hace nueve a?os los Museos de Sitges era un asiduo cada a?o. Si no participaba como ponente (agotando y alargando los minutos previstos con el benepl¨¢cito de los organizadores) interven¨ªa siempre con aut¨¦nticas clases magistrales. El pasado 2 de octubre no particip¨® por primera vez y todo el mundo lo ech¨® de menos.
Tras su fallecimiento, la familia Suqu¨¦ Mateu ha expresado sus condolencias por la p¨¦rdida de uno de sus colaboradores m¨¢s fieles y ¡°una pieza clave en la divulgaci¨®n del patrimonio del Castell de Peralada¡±, porque, en efecto, ser¨¢ irremplazable. Para despedirlo, de forma definitiva, su familia cita a todo el que quiera acompa?arlo en el Tanatori de Les Corts de Barcelona este viernes a las 12,30 horas.
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