La victoria de 50 vecinos contra la mina
Una multinacional australiana desiste en su plan de extraer tungsteno, cobre y oro en una zona protegida de los Pirineos de Lleida
A 1.700 metros de altitud las ruedas del jeep chirr¨ªan sobre las piedras que sobresalen de la tierra empapada. Hace 30 minutos que la carretera de asfalto se ha convertido en un estrecho camino de pastores que serpentea el puerto de Salau, una colosal frontera pirenaica que separa Espa?a y Francia en el Parque Natural de Alt Pirineu (Lleida). Tras sortear varias vacas que pastorean en el prado, Jaume Comas baja y extiende un mapa sobre el cap¨® de su todoterreno. ¡°?Ves?¡±, pregunta este ge¨®logo jubilado mientras se?ala un punto en el plano. ¡°Si la mina se hiciese, todo lo que ves aqu¨ª quedar¨ªa arrasado¡±, dice. El presagio no se cumplir¨¢. Cuatro a?os despu¨¦s de iniciar los tr¨¢mites, la multinacional australiana Apollo Minerals ha renunciado a su plan extractivo en los Pirineos espa?oles (Proyecto Aurenere).
Los escasos 50 vecinos que viven todo el a?o en la entidad municipal descentralizada de Isil i Al¨°s, una diminuta pedan¨ªa de origen medieval enclaustrada entre monta?as en el municipio de Alt ?neu (Pallars Sobir¨¤), iniciaron su particular revuelta contra la mina en 2016, cuando Apollo Minerals, a trav¨¦s de su filial Neometal Spania, empez¨® a investigar en sus tierras comunales un yacimiento de cobre, oro y tungsteno, uno de los metales m¨¢s resistentes y considerados ¡°cr¨ªticos¡± por la Comisi¨®n Europea para la estabilidad econ¨®mica.
¡°Es una barbaridad. Solo con construir la carretera de acceso asfaltar¨ªan parte de un valle habitado por osos pardos y ¨¢rboles monumentales¡±, explicaba Comas una semana antes de conocer la decisi¨®n de la empresa. En el valle reluce el nacimiento del r¨ªo Noguera Pallaresa, una enorme lengua de aguas cristalinas de 154 kil¨®metros en las que saltan truchas y donde el oso pardo (Ursus arctos) ha sido reintroducido con ¨¦xito en sus alrededores. Todos los grupos con representaci¨®n en el municipio, que vive de la ganader¨ªa y el turismo de monta?a, se mostraron desde el principio contrarios al plan. La oposici¨®n a la mina la ha abanderado Salvem Salau, una plataforma vecinal que naci¨® para poner palos en las ruedas al proyecto y que en 2018 anunci¨® ¡°movilizaciones constantes¡±. Sofia Isus es la presidenta de la plataforma y explica que durante este tiempo se ha entrevistado con altos cargos de la Generalitat para transmitirles su inquietud con el proyecto.
Neometal Spania present¨® al Departamento de Territorio y Sostenibilidad la solicitud para realizar los primeros sondeos: seis agujeros en una profundidad m¨¢xima de 150 metros en cotas de entre 1.780 y 1.850 metros de altitud. Tras recibir alegaciones de Salvem Salau, del parque natural y otras entidades, la Generalitat pidi¨® en 2018 a la promotora minera que realizara un estudio ambiental m¨¢s exhaustivo. El Govern consider¨® que la empresa deb¨ªa dar respuesta a los posibles riesgos medioambientales que, como partes interesadas, los vecinos hab¨ªan planteado en la fase de alegaciones.
El territorio colinda con el r¨ªo Salat (Francia), donde en las estribaciones del municipio de Couflens (departamento de Ari¨¨ge) permanecen las instalaciones de una mina cerrada en 1986 tras la ca¨ªda de los precios del metal. Apollo Minerals obtuvo en 2016 el permiso para reactivar la mina de Couflens y su intenci¨®n era ampliarlo a los Pirineos espa?oles en una zona de 55 de kil¨®metros que luego rebaj¨® a 27.
En Francia, sin embargo, la empresa tambi¨¦n ha encontrado grandes obst¨¢culos: el pasado 16 de junio un tribunal de apelaci¨®n de Burdeos confirm¨® la sentencia de junio de 2019 de un tribunal de Toulouse que oblig¨® a paralizar la licencia de explotaci¨®n. El juez consider¨® que cuando se firm¨® la concesi¨®n, la empresa no contaba con los fondos necesarios para presentar el proyecto. Un fallo de forma. ¡°La compa?¨ªa continuar¨¢ defendiendo su posici¨®n y est¨¢ considerando las opciones disponibles¡±, fue la respuesta de la compa?¨ªa en un comunicado tras conocer la sentencia.
Tras el varapalo judicial en Francia (la compa?¨ªa siempre consider¨® el proyecto espa?ol como una extensi¨®n del franc¨¦s) y las trabas administrativas de la Generalitat, la renuncia era un secreto a voces en el valle. ¡°Hace tres veranos que no he visto a nadie de la empresa merodeando por aqu¨ª¡. y ni quiero verlos¡±, explicaba el pasado fin de semana el pastor Albert Castellarnau, de 53 a?os, mientras bajaba de la monta?a al medio centenar de vacas que tiene pastando en las alturas. ¡°?Y explicad que la mina no nos hace ninguna falta!¡±, gritaba mientras corr¨ªa cuesta abajo persiguiendo a los animales.
Fuentes de Territorio hab¨ªan confirmado a principios de octubre que NeoMetal Spania no hab¨ªa presentado el estudio de impacto ambiental requerido. A preguntas de este peri¨®dico, fuentes de la filial espa?ola se limitaron a explicar que ¡°no hab¨ªa ninguna noticia nueva desde antes del confinamiento¡±. La decisi¨®n final de retirar el proyecto, sin embargo, fue ¡°tomada y comunicada¡± a la filial el pasado septiembre, explica ahora la multinacional matriz en una memoria trimestral publicada en su p¨¢gina web.
¡°Se lo hemos puesto muy dif¨ªcil¡±, explica el director del parque natural Alt Pirineu, Marc Garriga, quien se ha enterado de la renuncia a trav¨¦s de EL PA?S. ¡°Es una grand¨ªsima noticia que no termino de creerme¡±, a?ade. Para poder operar durante estos a?os en Espa?a, la filial hab¨ªa registrado en 2016 su domicilio social en una peque?a gestor¨ªa en un entresuelo del Eixample barcelon¨¦s.
A la espera de los pasos que pudiera dar la multinacional, el Ayuntamiento y la plataforma vecinal llevaban semanas elaborando, en colaboraci¨®n con el director del parque natural, otra estrategia para poner m¨¢s obst¨¢culos. Como una revuelta de bajos decibelios, ahora el municipio se hab¨ªa encomendado al silencio para vencer su particular batalla.
En septiembre, el pueblo solicit¨® a la Generalitat la declaraci¨®n de la pedan¨ªa y sus alrededores como ¡°zona de especial protecci¨®n ac¨²stica¡±, una declaraci¨®n administrativa que otorga el Govern a los municipios que quieren limitar el uso de veh¨ªculos ruidosos como los quads. ¡°Pero tambi¨¦n actividades extractivas¡±, explica Garriga, ide¨®logo de la estrategia. Los vecinos tomaron como ejemplo al Papiol, un municipio barcelon¨¦s que en 2015 ya consigui¨® frenar la ruidosa actividad de una cantera tras obtener la misma declaraci¨®n.
En la plaza del pueblo, el Ayuntamiento colg¨® a principios de a?o una pancarta con un mensaje conciso: ¡°No a la mina¡±. Frente a ¨¦l, y ajena a¨²n a la noticia, la vecina Ana Maria Senpau, de 80 a?os, hace una semana tuvo un presagio que ahora se ha convertido en certeza: ¡°Apunta lo que te digo: la mina ni la queremos ni se har¨¢. Al tiempo¡±.
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