Los trabajadores del sector tur¨ªstico de la costa catalana, abocados a la ayuda social

Los efectos secundarios de la crisis sanitaria se han cebado con la costa catalana y los trabajadores del sector tur¨ªstico son los grandes damnificados. La pandemia, que laboralmente les afect¨® desde el primer momento con el cierre de hoteles, restaurantes y bares, ha da?ado al litoral catal¨¢n en mayor o menor medida en funci¨®n de las dimensiones de los establecimientos y de su dependencia de los tour-operadores y del mercado internacional. A mayor dependencia, m¨¢s afectaci¨®n, como en Lloret de Mar y Salou. Las entidades sociales han visto c¨®mo los trabajadores del sector hostelero ¡ªtemporales, pero tambi¨¦n fijos discontinuos¡ª durante esta pandemia se han convertido en sus principales usuarios. El sector advierte de que no podr¨¢ asumir un nuevo cierre.

El peor a?o en la historia del turismo de la Costa Daurada ha provocado un efecto domin¨® en la econom¨ªa de un territorio que, pese a la potente implantaci¨®n de la industria qu¨ªmica, tiene fuerte dependencia del negocio de sol y playa. ¡°Entre cuarentenas, rebrotes, recomendaciones de no viajar y fronteras cerradas, casi no ha venido nadie¡±, apunta Berta Cabr¨¦, presidenta de la Federaci¨®n Empresarial de Hosteler¨ªa y Turismo. Las pernoctaciones han ca¨ªdo un 75%, muchos hoteles no han llegado ni a subir la persiana y Port Aventura abri¨® apenas tres meses. El paro en el Camp de Tarragona y las Terres de l¡¯Ebre ha crecido en casi 12.000 personas en un a?o, un repunte del 24,69%. Se rozan los 60.000 parados. En zonas de gran reclamo, como Calafell, Segur, Cunit o Coma-ruga, en el Baix Pened¨¨s, la crisis econ¨®mica derivada de la pandemia tambi¨¦n ha hecho estragos. El consejero comarcal de Promoci¨®n Econ¨®mica, Miguel ?ngel Per¨ªn, indica que ¡°la comarca atraviesa una situaci¨®n muy dif¨ªcil¡±, con tasas de paro cronificado en torno al 20%, m¨¢s de seis puntos por encima de la media catalana.

Para paliar el pinchazo de la econom¨ªa ha sido necesario activar todas las v¨ªas de auxilio. Las entidades sociales alertan de un incremento de la demanda de las necesidades b¨¢sicas. ¡°En la Costa Brava la mayor¨ªa son gente que vive de trabajar seis meses en el sector servicios. Hay otros sectores muy perjudicados como el cultural, pero los que vienen a C¨¢ritas son camareros, limpiadoras...¡±, sostiene la directora de C¨¢ritas Girona, Dolors Puigdevall. Las localidades con m¨¢s aumento de demanda de cestas de alimentos son Roses (Alt Empord¨¤), un 53¡ä5%; un 67% en Palafrugell (Baix Empord¨¤), y un 77% en Lloret (Selva), donde en noviembre se repartieron 14.683 cestas y en 2017 el sector tur¨ªstico represent¨® el 85,1% del PIB.

El Ayuntamiento de Lloret ha activado l¨ªneas de ayuda por un valor total de 300.000 euros a repartir entre personas en situaci¨®n desfavorecida. El perfil del demandante admitido es, sobre todo, el trabajador de hosteler¨ªa que ya en el confinamiento de marzo no fue contratado y que, por las caracter¨ªsticas de la unidad familiar (n¨²mero de menores, familias monomarentales) o por la falta de ingresos, presenta una situaci¨®n de vulnerabilidad. ¡°Hay situaciones muy complicadas, mucha gente que nunca hab¨ªa venido a estos servicios lo est¨¢ haciendo ahora¡±, se?ala el alcalde, Jaume Dulsat. Este verano ha abierto un 70% de los hoteles, con una ocupaci¨®n media del 50%. Con 110 hoteles y 30.500 plazas, m¨¢s que la suma del resto de la Costa Brava, es uno de los destinos m¨¢s dependientes del turismo y que m¨¢s sufre las crisis, como Salou.

En Salou, que tiene 27.000 habitantes, C¨¢ritas atiende a 400 familias al mes y ha hecho llamamientos pidiendo voluntarios para dar abasto. El Ayuntamiento ha aprobado su presupuesto para 2021 y pone ¨¦nfasis en los aprietos que padece el municipio. Pere Granados, el alcalde, destaca que ¡°es un presupuesto enfocado a la emergencia social y econ¨®mica¡± y remarca que se busca ¡°la reactivaci¨®n de la actividad tur¨ªstica del municipio¡±, ¡°motor¡± de la econom¨ªa de Salou.

En las comarcas de Girona, Cruz Roja da ayudas de primera necesidad ¡ªkits de alimentaci¨®n o de higiene personal¡ª y del hogar a familias en situaci¨®n de vulnerabilidad, que han pasado de 3.331 el a?o pasado a 11.048. La asistencia a los talleres de apoyo emocional han subido un 25%. El Banc dels Aliments, por su parte, ha alertado de un aumento de la demanda de m¨¢s de un 33%, pasando de 31.000 a m¨¢s de 42.000 beneficiarios. ¡°Gracias a la solidaridad de la sociedad hemos podido cubrir necesidades incrementando en un 40% los alimentos¡±, indica su responsable, Frederic G¨®mez. En Tarragona la demanda ha ascendido al 40%.

¡°Ahora se est¨¢ atendiendo las primeras necesidades, pero necesitar¨¢n un acompa?amiento emocional tarde o temprano, volver a replantearse el tema ocupacional y apoyo educativo para los hijos¡±, advierte Puigdevall. Y avisa tambi¨¦n de que la sobrecarga en los servicios sociales y entidades del sector est¨¢ causando entre voluntarios y t¨¦cnicos un cansancio emocional que necesitar¨¢ apoyo.

En este contexto hay quien opta por otras alternativas de negocio. La Asociaci¨®n Hotelera de la Provincia de Tarragona apuesta por desencasillarse del concepto estacional de sol y playa y desarrollar el turismo interior, urbano y de negocios. ¡°Queremos romper con la visi¨®n de que la provincia solo recae en Salou, Cambrils y la Pineda. Hay que cambiar la marca de territorio y que todos nos sintamos representados¡±, reivindica su presidente, Mag¨ª Mallorqu¨ª.

Por otra parte, desde el Gremio de Hosteler¨ªa de Lloret, su presidente, Enric Dotras, se muestra optimista por el impacto que tendr¨¢ la vacunaci¨®n contra la covid-19, que arraca este domingo en Espa?a. ¡°La infraestructura est¨¢ preparada, si no hay m¨¢s restricciones ni empeora la pandemia vendr¨¢ una buena Semana Santa. Cuando se habl¨® de la llegada de la vacuna empezaron a haber reservas¡±, avanza.

Cifras sangrantes

Lloret de Mar, la segunda destinaci¨®n tur¨ªstica catalana detr¨¢s de Barcelona, con casi 1.400.000 turistas al a?o, ha pasado durante la pandemia a ser la primera de Catalu?a. Pero su ocupaci¨®n ha quedado reducida a la tercera parte. Unas 500.000 personas han visitado esta localidad entre junio y septiembre y los m¨¢s de seis millones de pernoctaciones se han reducido a dos. ¡°Unas cifras sangrantes¡±, asegura el alcalde Jaume Dulsat. En temporada baja y media, sin turismo de deportes ni de congresos y sin el Imserso, qued¨® a cero. En esta localidad costera, que durante la pandemia ha aumentado en un millar sus habitantes (39.800) conviven 120 nacionalidades distintas y la tasa de inmigraci¨®n es del 35%. En el ¨²ltimo trimestre de este a?o hay 5.966 personas afiliadas al R¨¦gimen General en el sector servicios, un 87,3% del total, y un 37,9% menos que en 2019. Tambi¨¦n hay 2.155 aut¨®nomos. El paro, de un 18¡ä30% ¡ªel doble que en 2019¡ª, se ha cebado con las mujeres. El centro de distribuci¨®n de alimentos, que ha tenido que cambiar de sitio porque se hab¨ªa quedado peque?o, atendi¨® hasta octubre a 2.133 personas, m¨¢s del triple que en octubre de 2019, cuando se atendieron 645. Han llegado a los servicios sociales municipales 888 familias nuevas.