Una distop¨ªa sobre la represi¨®n del poder da a Pol Guasch el premio Llibres Anagrama

En poco m¨¢s de cinco a?os, el premio Llibres Anagrama de novela ha trazado un marcado perfil, ya intransferible: autores siempre por debajo claramente de los 40 a?os, con un estilo y una tem¨¢tica muy abiertos, muchos con formaci¨®n o estad¨ªas en el extranjero fruto de becas de estudio y a menudo con conocimientos en ¨¢mbitos que van m¨¢s all¨¢ de la literatura, en especial las bellas artes o el audiovisual. El otro gran rasgo es que su trayectoria literaria est¨¢ a punto de estallar, o son solo reconocidos hasta entonces quiz¨¢ por algunos happy fews. A ese retrato responde en muchos aspectos Pol Guasch (Tarragona, 1997), que, a¨²n no cumplidos los 24 a?os y con solo dos poemarios en apenas tres a?os, ha obtenido la sexta edici¨®n del galard¨®n (y sus 6.000 euros) con su debut en la novela, Napalm al cor, distop¨ªa sobre una pareja de chicos que intentan huir de una zona militarizada, met¨¢fora de un entorno intolerante. Guasch se convierte, as¨ª, en el m¨¢s joven de los reconocidos hasta ahora con el galard¨®n, caracter¨ªstica que ostentaba Irene Sol¨¤, que, entonces con 28 a?os, obtuvo el premio en 2019 con su luego a¨²n m¨¢s m¨¢s veces reconocida Canto Jo i la muntanya balla.

La impronta y los recursos po¨¦ticos de Guasch, autor de sendos poemarios galardonados, Tanta gana (Premi Francesc Garriga, 2018) y La part del foc (Premi L¨®pez-Pic¨® 2020), se reflejan en la prosa de Napalm al cor, donde est¨¢n al servicio de la descripci¨®n de un ambiente asfixiante: en una geograf¨ªa ambigua, dos j¨®venes intentan huir de una zona militarizada, donde est¨¢n viviendo en condiciones precarias, en un contexto de intransigencia y unas familias desunidas fruto de su desarraigo, un ambiente al que no es ajeno tambi¨¦n una lengua que est¨¢ desapareciendo.

¡°No deja de ser una exploraci¨®n de c¨®mo crear identidades colectivas desde la opresi¨®n, desde los m¨¢rgenes; ?qu¨¦ hace m¨¢s da?o: evitar esos m¨¢rgenes de lo cultural, lo sexual o de la lengua, ignorarlos en definitiva, o mantener unas ideas hegem¨®nicas, heredadas, antiguas?; ?el amor nos salva o nos hunde?¡±, lanza Guasch como ejes-fuerza de su obra, con la que admite que no ha querido ser complaciente con nada ni nadie, ni en fondo ni en forma. As¨ª, la novela se desarrolla en un espacio y un tiempo indeterminados, en una ciudad de rascacielos abandonados, ¡°una urbe en declive, en desaparici¨®n¡±, donde apenas la aparici¨®n fugaz de una nevera, un coche o una f¨¢brica remite a un presente cercano. En unas coordenadas de ¡°no future para volcarse, precisamente, en un mundo de ayer y ver qu¨¦ ha pasado¡± est¨¢n dos j¨®venes, un narrador sin nombre y Boris, uno habitante en una periferia y el otro del centro de esa ciudad, con ¡°una relaci¨®n extra?a de amor y de dependencia entre ambos¡±, admite el autor. El ¨²nico nombre que parece, confiesa, es un homenaje a Boris Vian, que un tiempo le ¡°enamor¨®¡± como artista total.

¡®C¨¢psulas¡¯ de texto e im¨¢genes

Para poder alertar de que ¡°entre la norma y el margen hay formas de vida que merecen ser explicadas¡±, Guasch ha construido su novela en forma de mosaico, con ¡°cortes, preguntas, personajes que aparecen y desaparecen..., c¨¢psulas textuales¡±, como las define. Ning¨²n registro de lenguaje le es ajeno para ese fin: textos, cartas, testamentos, ilustraciones y fotograf¨ªas asoman en la novela. ¡°Todo narra¡±, dice de una novela que, si bien contiene ¡°violencias y opresiones, en ning¨²n caso he intentado hacer tratado moral alguno porque la l¨ªnea entre el opresor y el verdugo en la vida es muy fina¡±. Tambi¨¦n destila, concede, ¡°un punto posthumanista: ?qu¨¦ diferencia el abrazo de un cordero y un lobo del de mis dos protagonistas? Cuando escribo, me pierdo: hay maneras de estar en el mundo que me sorprenden; por eso escribo¡±, asegura.

¡°El texto est¨¢ densamente poblado de im¨¢genes po¨¦ticas que envuelven un bagaje que puede leerse m¨¢s ideol¨®gico o m¨¢s literario¡±, asegura sobre la obra ganadora la escritora Imma Mons¨®, miembro del jurado junto a Mita Casacuberta, Guillem Gisbert, Jordi Punt¨ª y las editoras de Anagrama Isabel Obiols y S¨ªlvia Ses¨¦. Para Mons¨®, ¡°Guasch ha encontrado un lugar ins¨®lito desde donde desplegar una prosa de orfebre vigorosa que puede leerse como una cr¨ªtica a los mecanismos de represi¨®n del poder, pero que se puede transformar, gracias a la tensi¨®n po¨¦tica del texto, en un conjuro contra la intemperie del mundo actual¡±. Esa carga po¨¦tica est¨¢ ya en el mismo t¨ªtulo: ¡°El napalm es el s¨ªmbolo de la destrucci¨®n general, mientras el coraz¨®n es el amor, la relaci¨®n de los protagonistas... Siempre busqu¨¦ ese contraste de elementos¡±, dice el autor, que admite influencias de autores con escasa tradici¨®n en las letras catalanas, como la del franc¨¦s ?douard Louis . En ese contexto, demanda para su obra ¡°una lectura calmada, lentitud y atenci¨®n; que quien la lea avance y se pare y quiz¨¢ vaya unas c¨¢psulas atr¨¢s... Me gustar¨ªa haber hecho la novela m¨¢s ilegible y salvaje en ese sentido, que su control no sea f¨¢cil, que se perciba la batalla del lenguaje para narrar¡±, dice de un libro que Anagrama publicar¨¢ en marzo y que el mismo sello traducir¨¢ al castellano en junio.

En realidad, la novela refleja las inquietudes intelectuales y vitales de Guasch, que cuenta sus libros publicados por premios y en los que hay un invisible hilo conductor que suele coser amor, revoluci¨®n social y mental y poes¨ªa. Formado en Estudios Literarios, es m¨¢ster en Construcci¨®n y Representaci¨®n de Identidades Culturales, as¨ª como en el programa de Estudios Independientes del MACBA. Miembro de la productora cultural La Sullivan, ha sido profesor asociado de Literatura y Cr¨ªtica de la Cultura en la Universidad de Barcelona, donde se form¨®. Actualmente investiga, fruto de una beca de la Fundaci¨® La Caixa, sobre teor¨ªa y literatura contempor¨¢neas en el King¡¯s College de Londres.

Guasch, que ha competido por el Llibres Anagrama en su edici¨®n con m¨¢s participantes hasta la fecha (83 originales), inscribe su nombre como ganador junto a los de Anna Ballbona (2020), Sol¨¤ (2019), Llucia Ramis (2018), Tina Vall¨¨s (2017) y Albert Forns (2016; edici¨®n que tambi¨¦n tuvo finalista a Ballbona).