La restauraci¨®n catalana encadena tres meses de restricciones por la covid

La restauraci¨®n catalana ha encadenado tres meses con diferentes grados de restricciones por la pandemia, lo que le sit¨²a en cabeza de las ciudades espa?olas con m¨¢s medidas y le impiden funcionar con normalidad. Unas restricciones que ya han impactado en la viabilidad de muchos negocios. Un 20% de ellos ha desaparecido, seg¨²n el gremio. Adem¨¢s de miles de trabajadores en ERTE, a finales de 2020 el sector hab¨ªa perdido en Catalu?a 31.064 afiliados a la Seguridad Social, una ca¨ªda del 14.5% respecto al a?o anterior. En el mismo periodo, en Madrid la hosteler¨ªa perdi¨® el 9,1% de los empleos.

Bares y restaurantes catalanes estuvieron cerrados 40 d¨ªas en oto?o; durante un mes, trabajaron con un horario y aforo acotado que todav¨ªa se redujo m¨¢s desde el 21 de diciembre, con un servicio en los locales de cuatro horas y media para desayunos y comidas. En el resto de Espa?a, las restricciones han sido m¨¢s puntuales, no tan prolongadas en el tiempo y, en general, se han endurecido con el impacto de la tercera ola de la pandemia.

En la capital de Espa?a, los restaurantes han funcionado hasta las 0.00 ¡ªdesde el viernes pasado cierran a las 21.00 horas con un tope de cuatro personas por mesa¡ª y con el 50% de aforo en el interior y el 75% de las terrazas. En ning¨²n caso se ha cerrado la actividad o se ha eliminado el servicio de cena en los locales. ¡°S¨ª se ha producido un descenso de la facturaci¨®n de un 40%, que es del 70% en las zonas m¨¢s tur¨ªsticas¡±, explican desde el gremio de la restauraci¨®n madrile?o.

En Valencia, la hosteler¨ªa funcion¨® hasta la medianoche con un 33% de aforo interior y el 50% hasta el 18 de diciembre. A partir de ese d¨ªa y hasta el pasado 6 de enero, la hora de cierre se ajust¨® a las 23.00, con una reducci¨®n de comensales a seis por mesa. Desde Reyes, los restaurantes deben cerrar a las 17.00 con un 30% de aforo interior y un 50% en las terrazas. Seg¨²n datos facilitados por el gremio de restauraci¨®n de Valencia, el 20% de los negocios ha dejado de existir. ¡°Muchos municipios tur¨ªsticos se han llevado la peor parte y en la capital los cierres se dan en el centro porque es la zona m¨¢s tur¨ªstica y donde tambi¨¦n se nota el impacto del teletrabajo¡±, explica Rafael Ferrando, secretario general de Conostur.

Los restaurantes del Pa¨ªs Vasco funcionaron sin restricciones horarias y hasta las 23.00 hasta noviembre, cuando el pico de la segunda ola les baj¨® la persiana. A partir de la primera semana de diciembre, reabrieron con el tope de las 20.00, pero siempre que la tasa de incidencia a 14 d¨ªas por 100.000 habitantes est¨¦ por debajo de 500. Si se sobrepasa ese techo, los restaurantes y bares del municipio est¨¢n obligados a cerrar. Son las zonas rojas, situaci¨®n en la que se encuentran ahora 50 municipios del Pa¨ªs Vasco, entre ellos Bilbao desde este viernes.

¡°La realidad es que en Catalu?a y Madrid hemos ido en paralelo con la incidencia del virus. Mientras en Madrid se est¨¢ aguantando, en Catalu?a el sector se est¨¢ arruinando¡±, sentencia Jos¨¦ Luis Yzuel, presidente de Hosteler¨ªa de Espa?a. Echa mano de las cifras oficiales que se?alan que los contagios originados en la hosteler¨ªa son el 2,3% para afirmar que las restricciones en Catalu?a son ¡°abiertamente desproporcionadas y, adem¨¢s, ¡°sin ayudas suficientes¡±.

¡°Se est¨¢n cargando la restauraci¨®n porque no saben lo dif¨ªcil que es levantar un negocio. Est¨¢n destruyendo un sector que es puntero en Espa?a y uno de los motores de Barcelona¡±, dice, con enfado, Rosa Maria Esteva, del grupo Tragaluz. Una empresa con restaurantes que funcionan con normalidad en Madrid y menos que a medio gas en Barcelona. No es el ¨²nico grupo que vive esa dicotom¨ªa.

Trabajadores y empresarios del sector ya se han cansado de manifestarse en Barcelona. Su exigencia principal es que el Govern les deje trabajar y que no les condene a una ¡°muerte¡± lenta. ¡°Es que para sobrevivir hay que poder funcionar con una m¨ªnima viabilidad y eso no se puede conseguir si despu¨¦s de m¨¢s de un mes cerrados en oto?o solo nos dejan trabajar cuatro horas y media al d¨ªa. En otras ciudades se ha gestionado mejor con incidencias y picos parecidos de la pandemia. Si las cosas siguen as¨ª, est¨¢ claro que se puede destruir un sector estrat¨¦gico¡±, lamenta Roger Pallarols, director del gremio.