¡®Solstice¡¯ hipnotiza por los efectos visuales y la m¨²sica y decepciona por el baile

El pasado s¨¢bado por la tarde, al finalizar la primera funci¨®n de Solstice, un canto a la Naturaleza de la compa?¨ªa de danza contempor¨¢nea de Blanca Li, los aplausos del p¨²blico del Liceo fueron fr¨ªos, a excepci¨®n de los que recibi¨® el percusionista Bachir Sonogo, que interpret¨® la intensa m¨²sica creada por Tao Guti¨¦rrez para este montaje. Su fuerte personalidad esc¨¦nica y la intensidad de su ejecuci¨®n fueron lo mejor de la noche.

Otras cualidades de este espect¨¢culo ¡ªuna producci¨®n del Th¨¦?tre National de Chaillot de Par¨ªs¡ª son la escenograf¨ªa de Pierre Attrait, con las colaboraciones de Charles Carcopino, creador de un escenario tecnol¨®gico con efectos visuales cinematogr¨¢ficos; y la hechizante iluminaci¨®n dise?ada por Caty Olive, sin olvidar el vestuario de Laurent Mercier. Estos artistas juntos consiguen que el escenario del Liceo se convierta en un oc¨¦ano enfurecido, en una serena playa o en un paraje envuelto por vientos huracanados.

Al empezar Solstice el p¨²blico se qued¨® paralizado por la fuerza y belleza de las im¨¢genes, un bravo oleaje inund¨® el escenario, mientras nubes oscuras amenazaba tormenta. Este inicio tan potente fue decayendo lentamente a lo largo de la pieza; las im¨¢genes dejaron de sorprender, aunque segu¨ªan siendo hermosas, y no ayud¨® el baile de los magn¨ªficos 14 bailarines que integran la compa?¨ªa de Blanca Li. No se puede hablar de fluidez coreogr¨¢fica, s¨ª de movimiento. Un movimiento que entremezcla el gesto cotidiano con el primitivo, la rudeza con la ternura, pero que no encierra ninguna riqueza gestual y llega a aburrir.

Blanca Li se posiciona cada vez m¨¢s como una excelente directora de escena m¨¢s que como una core¨®grafa. Como art¨ªfice de espect¨¢culos efectistas es una de las mejores, solo hay que recordar El jard¨ªn de las delicias, una deslumbrante pieza sobre la pintura de El Bosco, que se present¨® en el Festival Castell de Peralada de 2011.

A lo largo de los cien minutos que dura la pieza abundan los momentos brillantes, en su mayor¨ªa escenogr¨¢ficos y musicales: los cantos a la lluvia de los campesinos para lograr una buena cosecha, la vitalidad del trabajo coral y las im¨¢genes que exhiben la contradicci¨®n entre las fuerzas de la Naturaleza, como por ejemplo cuando una apacible ola se convierte en un tsunami o una tranquila brisa en hurac¨¢n. Esos momentos imprimen a Solstice una belleza nada desde?able.

La granadina Blanca Li es core¨®grafa, bailarina, directora de escena de ballets, musicales y ¨®peras; tambi¨¦n es realizadora de audiovisuales y cine, adem¨¢s de actriz. En la actualidad dirige los Teatros del Canal de Madrid. Sus trabajos no se han prodigado mucho entre nosotros, pero se recuerda su magn¨ªfico espect¨¢culo de hip-hop, Macadam Macadam, que se bail¨® en 2007 y 2011 en el Mercat de les Flors, el circense, Le Vertige du Papillon, y el ya citado en Peralada.