Claudia Andujar, la madre de los yanomamis
El KBr de la Fundaci¨®n Mapfre dedica en Barcelona una retrospectiva a la fot¨®grafa y activista de los derechos de esta amenazada etnia del Amazonas
Claudia Andujar (Claudine Hass) naci¨® en Suiza en 1931 y se crio en Transilvania, de donde huy¨® con su madre durante el Holocausto, mientras su padre y toda la familia paterna, jud¨ªa, fueron exterminados en los campos de concentraci¨®n de Auschwitz y Dachau. Tras su paso por Nueva York donde comenz¨® a realizar sus primeras fotograf¨ªas, aterriza en Brasil en 1955 y queda atrapada por el pa¨ªs y sus gentes. Como los yanomamis, uno de los grupos humanos m¨¢s esquivos y reacios a ser fotografiados porque consideraban que la c¨¢mara les captura el esp¨ªritu y les deja ¡°al borde del cielo¡± llevando a sus seres queridos a morir de pena. Sin camino de retorno, adopta la nacionalidad brasile?a y cambia su apellido por el de su marido, un refugiado espa?ol de la Guerra Civil, del que se separ¨® apenas dos a?os despu¨¦s de casarse.
Tras descubrir a este pueblo, comienza a convivir con ellos y compartir su peque?o, fr¨¢gil y peculiar mundo y m¨¢s tarde, tras ser v¨ªctima los yanomamis del acoso del gobierno brasile?o, pasa de ser su mayor aliado en la defensa de sus derechos. Ha sido tanta la implicaci¨®n de la fot¨®grafa con este pueblo, que entre ellos la llaman ¡°madre¡±, porque, sin quererlo, Claudia Andujar encontr¨® una familia, despu¨¦s de perder a la suya, en la otra punta del planeta. ¡°Estoy conectada con el pueblo ind¨ªgena, con la tierra, con una lucha esencial. Todo eso me conmueve profundamente. Todo parece necesario. [...] Quiz¨¢s siempre busqu¨¦ la raz¨®n de la vida en esa esencialidad. Y por eso llegu¨¦ a la selva amaz¨®nica, de modo instintivo, mientras me buscaba a m¨ª misma¡±, ha explicado.
El KBr, el flamante centro de la Fundaci¨®n Mapfre en Barcelona, muestra m¨¢s de 200 fotograf¨ªas en la exposici¨®n Claudia Andujar centrada en el trabajo de la fot¨®grafa sobre este pueblo y sus costumbres ancestrales, que van de la mirada ¨ªntima al compromiso casi vital. Llega despu¨¦s de verse en Sao Paulo, R¨ªo de Janeiro, Par¨ªs y Mil¨¢n. Estar¨¢ abierta hasta el 23 de mayo, para luego viajar a Londres y Suiza. Las impresionantes fotos de los yanomamis cuelgan, como sus tradicionales hamacas en las que pasan largas horas del d¨ªa, del techo, creando un interesante juego con los visitantes que se detienen para ver las fotos de cerca.
Claudia Andujar cumplir¨¢ pronto 90 a?os, pero conserva gran parte de la energ¨ªa que le llev¨® a abrirse paso en un grupo realmente adverso a la presencia de extra?os. ¡°Los descubri¨® casi de casualidad cuando trabajaba para un reportaje sobre la Amazonia para la revista Realidade en la que public¨® sus trabajos period¨ªsticos sobre colectivos m¨¢s desfavorecidos¡±, explica Carlos Gollonet, conservador jefe de fotograf¨ªa de la Fundaci¨®n Mapfre en ausencia del comisario Thyago Nogueira, del Instituto Moreira Salles de Brasil que no ha podido viajar por la pandemia.
La exposici¨®n del KBr permite seguir la trayectoria vital de Andujar con este pueblo, desde su descubrimiento a comienzos de los a?os setenta, con bellas im¨¢genes en las que los yanomamis parecen ser los ¨²ltimos habitantes del para¨ªso; unas fotos que consigui¨® tras convivir con ellos durante cuatro meses en sus yanos, la casa choza comunitaria que agrupa a docenas de familias, y participando en su vida cotidiana y sus ceremonias y rituales, en un lenguaje propio en el que no faltan desenfoques, figuras borrosas, incluso veladuras que muchas veces nos llevan a momentos on¨ªricos, despu¨¦s de emplear t¨¦cnicas como colocar vaselina en los bordes del objetivo o utilizar pel¨ªcula infrarroja.
Pero su trabajo continu¨® a?os despu¨¦s cuando estos pueblos comenzaron a ser diezmados por las enfermedades, la apertura de enormes carreteras, como la Perimetral Norte, que invad¨ªan sus territorios y la explotaci¨®n minera del oro de la Amazonia. A partir de ese momento ella se puso al servicio de su causa y se convirti¨® en su mejor aliada.
Fue ella la que consigui¨® de que fueran vacunados en los a?os ochenta. Para llevar un registro de los vacunados decidi¨® fotografiarlos a todos con un n¨²mero para poder identificarlos, algo que le llev¨® a pensar en los campos de exterminio en los que hab¨ªa perdido a casi toda su familia. Es en este momento en el que las im¨¢genes pasan de ser evitadas a necesarias para la comunidad que entiende que son importantes para darse a conocer y sensibilizar al mundo sobre su causa.
Su implicaci¨®n fue tal que fue miembro activo de la Comisi¨®n Pro-Yanomami y, en 1978, coordin¨® la campa?a para la creaci¨®n de la reserva ind¨ªgena, viajando durante 14 a?os con el l¨ªder yanomami Davi Kopenawa para promover la defensa de los derechos de esta comunidad, que no fue reconocida, por la presi¨®n dentro y fuera del pa¨ªs, hasta 1992.
A partir del a?o siguiente Andujar se retir¨® de la escena pol¨ªtica, pero ella sigue visitando a su familia Yanomami. Lo podemos ver en uno de los documentales que se proyectan junto a las fotos en las que llega a uno de sus poblados, con ayuda de una silla de ruedas, y es recibida con abrazos y aplauso, como a una madre, por todos ellos.
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