El ¡®expresident¡¯ sale airoso del reportaje de TV3 sobre el ¡®caso Pujol¡¯
El programa ¡®30 minuts¡¯ reconstruye con eficacia los avatares del caso, aunque otorga demasiado peso a la versi¨®n familiar
Jordi Pujol no ha querido participar en el extenso reportaje que el programa 30 minuts, de TV3, emiti¨® la noche de este domingo sobre el caso Pujol. No hizo falta. Para defender su honra ya estaba ah¨ª uno de sus hijos, Josep, que goz¨® de una generosa intervenci¨®n. Josep vino a decir que su padre fue un ingenuo al confesar, en 2014, porque hab¨ªa ¡°un ej¨¦rcito de gente que le ten¨ªa ganas¡±. Y que cometi¨® un error, s¨ª, pero no un delito: no puso orden, cuando tocaba, al legado opaco del abuelo Florenci Pujol que, seg¨²n la familia, es el origen del dinero oculto a Hacienda en Andorra.
Aunque trata de mantener el equilibrio entre dos versiones contrapuestas, Pujol: els secrets d¡¯Andorra acaba otorgando m¨¢s peso narrativo a la tesis de la familia. Con gran despliegue gr¨¢fico y virtuosismo t¨¦cnico, cuenta la actividad de contrabando de divisas que enriqueci¨® a Florenci; menos tiempo emplea, sin embargo, en desarrollar por qu¨¦ el juez y el fiscal creen que la fortuna familiar se construy¨® gracias a la corrupci¨®n pol¨ªtica gestada a la sombra de los gobiernos de Pujol y canalizada, presuntamente, por el primog¨¦nito.
Jordi Pujol Ferrusola ¡ªintenso, pol¨¦mico, amante de Victoria ?lvarez, coleccionista de coches deportivos¡ª es, quiz¨¢, quien se lleva la peor parte. El reportaje reconstruye una de las operaciones con las que supuestamente se enriqueci¨®: el vertedero de Vacamorta, en el Baix Empord¨¤, autorizado por la Generalitat en ¨¦poca de Pujol contra la opini¨®n de los vecinos y, con el tiempo, de la justicia. Un recorrido por el mapa de Europa permite al espectador comprender las maniobras de J¨²nior para ocultar su participaci¨®n, a trav¨¦s de empresas, en el negocio. El esfuerzo de los autores del documental por hacer inteligible lo complejo es encomiable.
Aunque se apunta al primog¨¦nito, se acaba salvando de la quema, por omisi¨®n, al padre. De nuevo por boca de Josep se transmite la idea de que el expresident nunca tuvo, ¨¦l mismo, cuentas en Andorra. No se desarrolla, en cambio, por qu¨¦ los investigadores sostienen lo contrario. A Jordi Pujol en ning¨²n caso se le presenta como v¨ªctima, pero s¨ª se destaca que su ¡°pecado original¡± es pr¨¢cticamente inducido por la ¡°polic¨ªa patri¨®tica¡± y sobrealimentado por los medios de comunicaci¨®n.
El trabajo de TV3 se adentra en la Operaci¨®n Catalu?a y en las maniobras de mandos de la Polic¨ªa ¡ªcon el comisario Villarejo a la cabeza¡ª para conseguir en Andorra informaci¨®n comprometedora sobre la familia. Y ah¨ª es donde el valor informativo es incuestionable. Uno de los testimonios m¨¢s reveladores es el de Joan Pau Miquel, exconsejero delegado de la Banca Privada de Andorra (BPA), que cuenta las presiones y amenazas ¡ªluego cumplidas¡ª a las que se vio sometido.
El problema es que al poner el acento excesivamente sobre las circunstancias del caso y otros pormenores ¡ªcomo la discusi¨®n entre los hermanos sobre c¨®mo abordar la confesi¨®n¡ª da la impresi¨®n de que el reportaje malgaste energ¨ªa que podr¨ªa emplear en contarnos los entresijos del caso, en aportar alguna idea nueva. Pese a todo, y gracias al trabajo siempre riguroso de Gen¨ªs Cormand y Xavier Bonet, es un buen resumen del caso, una aproximaci¨®n a un puzzle con demasiadas piezas, que conviene ver a cierta altura.
El catedr¨¢tico Ant¨®n Costas, el exfiscal Jos¨¦ Mar¨ªa Mena o el periodista de La Vanguardia Manel P¨¦rez aportan sobriedad y clarividencia a un asunto sobre el que falta mucho por saber. Pujol: els secrets d¡¯Andorra no responde, m¨¢s all¨¢ de dar voz a unos y otros, a una de las grandes preguntas: ?cu¨¢l es el verdadero origen de la fortuna familiar? Nada que reprochar, por otro lado, pues ni los investigadores han hallado una explicaci¨®n concreta ni la familia ha podido probar, con documentos, la existencia de la deixa.
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