Las cer¨¢micas sin florituras de Artigas y Hamada
El MNAC re¨²ne 140 piezas de dos de los m¨¢s grandes creadores del siglo XX a base de modelar el barro y dominar el fuego
La domesticaci¨®n de plantas y animales, la sedentarizaci¨®n y la elaboraci¨®n de herramientas pulidas se consideran (en un proceso que comenz¨® en el Pr¨®ximo Oriente hace 8.000 a?os) como una de las grandes revoluciones de la humanidad, la neol¨ªtica, en la que tambi¨¦n se crearon las primeras cer¨¢micas; un signo de que los humanos comenzaban a ser cada vez m¨¢s civilizados. Desde entonces la cer¨¢mica ha evolucionado poco: tierra y agua en manos de un artesano-creador que acaba, tras la acci¨®n del fuego, creando ya no piezas ¨²tiles para beber o almacenar grano, sino aut¨¦nticas obras de arte. Como las creadas por dos de los grandes ceramistas del siglo XX: el catal¨¢n Josep Llorens Artigas (1892-1980) y el japon¨¦s Hamada Shoji (1894-1978), autores de unas obras sin artificios, de l¨ªneas puras y pocas decoraciones; dos grandes amigos que el MNAC ha vuelto a reunir en la exposici¨®n Los colores del fuego. Hamadas-Artigas, que podr¨¢ verse hasta el 3 de octubre.
Comisariada por el especialista Ricard Bru, la presentaci¨®n de la exposici¨®n ha contado este jueves con la presencia del director de la Fundaci¨® Josep Llorens Artigas, Isau Llorens, y el ceramista y escultor Joan Gardy Artigas, nieto e hijo del ceramista catal¨¢n, respectivamente, adem¨¢s del director del MNAC, Pepe Serra, sobrino-nieto de otro de los culpables de esa relaci¨®n de amistad y fascinaci¨®n mutua de d¨¦cadas entre los dos creadores: el tambi¨¦n artista, ceramista y viajero aventurero Eudald Serra que durante 13 a?os vivi¨® en Jap¨®n, hasta que en 1948 regres¨® a Barcelona, casado con una nipona y padre de una hija y se dedic¨® a difundir todo lo que hab¨ªa vivido y visto convirti¨¦ndose en un elemento fundamental en las relaciones entre Catalu?a y Jap¨®n.
En la exposici¨®n se han reunido solo 140 piezas de los dos creadores, ¡°pero son las mejores, para que hablaran por si solas¡±, explic¨® Bru que ha reunido piezas procedentes del Victoria & Albert Museum de Londres, la Fundaci¨®n Maeght de Saint-Paul de Vence, el Museo del Dise?o de Barcelona, la Fundaci¨®n Pilar y Joan Mir¨® de Mallorca, as¨ª como de colecciones privadas. Una muestra que estaba prevista celebrar en noviembre de 2000, pero la pandemia ha retrasado hasta este mes de junio.
En un video introductorio se ve a los dos trabajando a Artigas en Gallifa (Barcelona) y a Hamada en Mashiko (Jap¨®n), mostrando c¨®mo los dos ten¨ªan formas diferentes de llevar a cabo sus obras. ¡°Mientras que Artigas trataba cada pieza con mucha delicadeza, como si fueran ¨²nicas y diferentes, Hamada las sacud¨ªa y las trataba con fuerza¡±, ha explicado Bru. Algunas de las piezas que se ven en las filmaciones de 1969 y 1970 son las mismas que se pueden ver luego en la sala. Como el conjunto de ocho jarrones creados por Artigas por encargo de Bonaventura Mart¨ª que realiz¨® a partir de 1959 durante dos a?os, a base de ir seleccion¨¢ndolos en las diferentes cocciones para crear un conjunto arm¨®nico. ¡°Aunque diferentes los dos buscaban piezas expresivas, suprimiendo toda decoraci¨®n superficial, buscando lo esencial¡±, ha insistido Bru, junto a estos jarrones, boles, tazas y cuencos de formas simples y acabados esmaltados de uno y de otro. Seg¨²n Joan Gardy ¡°mi padre y Hamada trabajaban con libertad total, teniendo en cuenta que lo m¨¢s importante era lo que hablaban las cer¨¢micas y siguiendo el precepto de Mies van der Rohe de que menos es m¨¢s¡±.
Artigas y Hamada se conocieron en 1952 un congreso de ceramistas en Londres. Artigas ya hab¨ªa descubierto de la mano de Eudald Serra su admiraci¨®n por la cer¨¢mica que se hac¨ªa en Asia Oriental, sobre todo las del movimiento mingei, que buscaba poner en valor la artesan¨ªa popular de l¨ªneas depuradas y simples muy acorde con su no renuncia de las tradiciones. Pero no ser¨ªa hasta diez a?os m¨¢s tarde, en 1962 cuando se volvieron a encontrar. Fue en la boda de Joan Gardy e Ishikawa Mako en Jap¨®n. Los padrinos fueron Hamada y su mujer intensificando la relaci¨®n entre los dos artistas desde ese momento. La relaci¨®n fue tal que el hijo de Artigas copi¨® los planos del horno de Hamada para construir uno id¨¦ntico en Gallifa, donde se cocieron muchas de las piezas creadas, mano a mano con Mir¨® con el que Artigas padre e hijo trabajaron m¨¢s de 35 a?os. Bru, seg¨²n ha desvelado el nieto de Llorens Artigas, trabaja en las memorias in¨¦ditas de este ceramista que pronto se editar¨¢n.
La exposici¨®n, con un presupuesto de 239.000 euros, se complementa con fotograf¨ªas de los dos artistas en diferentes momentos de su vida, cartas, recortes de prensa y revistas y objetos como kimonos y biombos. Seg¨²n Serra, sin citar expresamente al Hermitage, ha reivindicado ¡°la potencia de los fondos que hay en la ciudad¡± y ha apuntado que: ¡°deber¨ªamos sacarnos el provincianismo de encima¡±.
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