Puigdemont se erige en el ¨²ltimo basti¨®n del unilateralismo
El independentismo se debate entre la v¨ªa pragm¨¢tica de ERC y la emotiva de Junts
Las esencias del independentismo catal¨¢n est¨¢n en juego. Carles Puigdemont, desde Waterloo, se erige como el ¨²ltimo basti¨®n del unilateralismo secesionista frente a una Esquerra Republicana que propone el pacto como pauta pol¨ªtica. Puigdemont tiene cada vez ¡ªa juicio de algunos analistas¡ª menos posibilidades de cortocircuitar el camino emprendido por ERC, que ahora desde la presidencia de la Generalitat tiene la sart¨¦n de la hegemon¨ªa por el mango. Por eso el reciente combate librado en sendos art¨ªculos entre el l¨ªder republicano Oriol Junqueras y Jordi S¨¤nchez, secretario de Junts per Catalunya, no deja de ser ¡ªseg¨²n fuentes de ERC¡ª un episodio, ¡°una nueva tormenta en un vaso de agua a las que nos debemos acostumbrar en los pr¨®ximos dos a?os¡±. El pragmatismo se abre poco a poco paso frente a la emotividad entre el electorado independentista. Desde Waterloo saben que el recurso al sentimentalismo ser¨¢ el arma m¨¢s f¨¢cil si el pacto flaquea. Pero tambi¨¦n son conscientes de que la apelaci¨®n a la emotividad ¡ªtan consustancial al nacionalismo¡ª empieza a resultar cansina tras tantos a?os de nadar en aguas bravas.
El procesismo tiene unos dogmas y una ret¨®rica que no practica. La unilateralidad es uno de ellos. Cuando en 2017 se hizo la Declaraci¨®n Unilateral de Independencia (DUI), la bandera espa?ola no dej¨® de ondear ni un minuto en lo alto del Palau de la Generalitat. En el reciente art¨ªculo de Jordi S¨¤nchez defendiendo el unilateralismo frente a un Junqueras ¡ªque no lo citaba expl¨ªcitamente, pero todo el mundo sab¨ªa que hablaba de ¨¦l¡ª hab¨ªa varios anatemas en una estricta ex¨¦gesis de la esencia secesionista. El secretario general de JxCat afirmaba en su escrito que el 1 de octubre, fecha de refer¨¦ndum, no era para hacer la independencia sino ¡°para forzar al Gobierno espa?ol a abrir una v¨ªa de di¨¢logo y negociaci¨®n¡±. ¡°Cuando la propia exconsejera y ahora eurodiputada Clara Ponsat¨ª afirm¨® en 2018 que la DUI era una partida de p¨®quer en la que ¨ªbamos de farol est¨¢ describiendo lo que en su fuero interno saben hasta los puigdemontistas m¨¢s recalcitrantes: con el unilateralismo no se va a ning¨²n lado¡±, tal como afirman desde Esquerra. Hace unos d¨ªas la consejera de Acci¨®n Exterior, Vict¨°ria Alsina ¡ªde Junts¡ª sosten¨ªa en Catalunya R¨¤dio que ¡°la unilateralidad no concita complicidades internacionales¡±.
Solo desde los sectores m¨¢s hiperventilados del secesionismo se sostiene ese dogma, a riesgo evidente de caer en lo que San Antonio de Padua ve¨ªa como el gran peligro para el cristianismo: predicar y no practicar, creer pero no vivir de acuerdo con lo que se cree, subrayan fuentes poscovergentes. Una encuesta publicada por este diario en 2017 ¡ªel CIS catal¨¢n no pregunta por ello¡ª subrayaba que el 61% de los catalanes rechazaba ya entonces la independencia unilateral.
¡°El independentismo ha dejado de ser un actor unitario¡±, dice el polit¨®logo Llu¨ªs Orriols, quien a?ade que ¡°la pol¨ªtica de Esquerra es una estrategia a largo plazo sin plazos¡±. Desde ERC comparten parcialmente esta visi¨®n y opinan que su apuesta tendr¨¢ la primera evaluaci¨®n dentro de dos a?os con las elecciones generales y el compromiso del president Pere Aragon¨¨s de someterse a una moci¨®n de confianza. ¡°Por primera vez hacemos planes a m¨¢s de seis meses¡±, subrayan. ERC, seg¨²n Orriols, lidera y acompa?a el nuevo clima de calma en el que no son previsibles ¡°ni v¨ªnculos carism¨¢ticos ni ¨®rdagos a corto plazo¡±.
Las descalificaciones se dan m¨¢s en las redes sociales que en el grueso del movimiento independentista, apunta Orriols. ¡°Los indultos, los recursos a la justicia europea ¡ªque ser¨¢n una bofetada a la justicia espa?ola¡ª y el cambio de figuras penales contribuir¨¢ a la calma¡±, aseguran desde ERC. ¡°Cuando Puigdemont pueda regresar solo quedar¨¢ la pol¨ªtica¡±, subrayan desde la direcci¨®n republicana. ¡°Esquerra se convertir¨¢ en la ¨²nica fuerza con centralidad como para pactar a ambos lados ¡ªindependentistas y no independentistas¡ª¡±, a?aden desde Esquerra, que liga su futuro a un Gobierno de la izquierda espa?ola. ¡°Esta apuesta ya la hizo ERC cuando apoy¨® la moci¨®n de censura contra Rajoy, los Presupuestos o la mesa negociadora¡±, sostiene Orriols. ¡°El 90% de los independentistas no somos antiespa?oles¡±, dicen desde ERC. ¡°Por lo tanto no tiene sentido que hagamos la pu?eta a Espa?a¡±, a?aden las citadas fuentes, que subrayan que en lo que no transigir¨¢n es en la negaci¨®n de la plurinacionalidad como predican la derecha y la ultraderecha.
¡°Despu¨¦s de tantos a?os de excitaci¨®n, la simple idea de que mandatarios internacionales vuelvan pasar por el Palau resulta bals¨¢mica¡±, afirman fuentes pr¨®ximas al Gobierno catal¨¢n.
Hay muchas expectativas puestas en los pr¨®ximos meses. El expresidente Jordi Pujol comentaba hace unos d¨ªas a un colaborador pr¨®ximo. ¡°Parece que este chico, Aragon¨¨s, lo har¨¢ bien¡±. La tarea no es dif¨ªcil, seg¨²n reconocen fuentes posconvergentes: ¡°Artur Mas puso a Puigdemont para que no le hiciese sombra, Puigdemont a Quim Torra por la misma raz¨®n y as¨ª hemos ido de mal en peor¡±. ¡°Despu¨¦s de tantos a?os de excitaci¨®n, la simple idea de que mandatarios internacionales vuelvan pasar por el Palau de la Generalitat resulta bals¨¢mica¡±, afirman fuentes pr¨®ximas al Gobierno catal¨¢n.
Desde Esquerra est¨¢n convencidos de que se les presenta una oportunidad de oro para consolidar su hegemon¨ªa y hacer pol¨ªtica con may¨²sculas. No tienen apenas oposici¨®n interna a la pol¨ªtica de la direcci¨®n, mientras que en JxCat rechinan los engranajes. ¡°S¨¤nchez no es lo obediente que debiera con Puigdemont¡±, aseguran desde las filas posconvergentes, que ponen como ejemplo que hace unos d¨ªas el expresidente llam¨® para colocar a un director general y le negaron la posibilidad. ¡°Aragon¨¨s lo har¨¢ bien por mal que lo haga y estamos convencidos de que la vuelta de Puigdemont no har¨¢ sombra a nuestro proyecto¡±, sentencian contundentes desde Esquerra.
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