La protesta contra el acoso inmobiliario que acab¨® en juicio
El portavoz del Sindicato de Inquilinos, Jaime Palomera, afronta una pena de tres a?os de c¨¢rcel
Las protestas de las plataformas que luchan por el derecho a la vivienda ¡ªque a menudo adoptan la forma de ocupaciones temporales o de escraches¡ª est¨¢n llegando, cada vez con m¨¢s frecuencia, a la v¨ªa penal. El portavoz del Sindicato de Inquilinos, Jaime Palomera, se sent¨® ayer en el banquillo de los acusados junto a otros dos miembros del colectivo por participar en una de esas acciones en octubre de 2018. La fiscal¨ªa pide tres a?os de c¨¢rcel por coacciones para Palomera, que defendi¨® el car¨¢cter ¡°pac¨ªfico¡± y ¡°festivo¡± de una protesta que pretend¨ªa forzar una ¡°negociaci¨®n¡± entre los propietarios y los inquilinos de un piso de Barcelona que sufr¨ªan acoso inmobiliario.
Palomera dio la batalla dial¨¦ctica antes incluso de entrar en la sala: denunci¨® que el juicio es ¡°un nuevo ataque del poder inmobiliario y del Estado¡± y aplaudi¨® a sus dos compa?eros de banquillo, Alpha y Fran: ¡°Se merecen un homenaje. Tuvieron la valent¨ªa de plantarse ante un brutal asedio inmobiliario, denunciar, lograr dos multas del Ayuntamiento a la propiedad y para su desahucio. Hoy podemos celebrar que tienen un alquiler social¡±. Todos esos detalles, siendo ciertos, no pudo concretarlos en su declaraci¨®n, donde se le pregunt¨® por lo ocurrido entre las 13 y las 17 horas del 17 de octubre de 2018, cuando, acompa?ado por una treintena de personas m¨¢s, ocup¨® el Instituto de Belleza Francis de Barcelona, una de las empresas que poseen los due?os de la finca donde viv¨ªan Alpha y Fran.
Palomera present¨® la ocupaci¨®n del centro de est¨¦tica como el ¨²ltimo recurso de unos inquilinos ¡°desesperados¡±, v¨ªctimas de un acoso inmobiliario de una intensidad que no ha conocido jam¨¢s. La situaci¨®n en el piso de la calle Floridablanca era insostenible: tuber¨ªas rotas que escup¨ªan aguas fecales, plagas de termitas, ratas en el patio de luces y un agua del grifo que ¡°no era apta ni siquiera para cocinar¡±. ¡°Padec¨ªan una angustia terrible¡±. Ratific¨® ese sentimiento de impotencia, al borde de las l¨¢grimas, Alpha, t¨¦cnica de iluminaci¨®n que se cans¨® de quejarse a la propiedad para que efectuara las reparaciones correspondientes.
El Ayuntamiento de Barcelona intervino y mult¨® con 180.000 euros a los propietarios ¡°por acoso inmobiliario¡±, como record¨® el domingo la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que como exportavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) aplaudi¨® la ¡°tarea imprescindible¡± del Sindicato de Inquilinos.
El portavoz del colectivo se quej¨®, en su declaraci¨®n, de la actitud de la familia propietaria, que cuenta con ¡°m¨¢s de 100 viviendas¡± solo en Barcelona. La familia fue m¨¢s renuente a negociar que los grandes fondos de inversi¨®n propietarios de viviendas ¡°como Blackstone¡±, seg¨²n el acusado. La ocupaci¨®n, por horas, del Instituto de Belleza Francis fue un intento de hacerles cambiar de opini¨®n. ¡°Quer¨ªamos ver si les toc¨¢bamos el coraz¨®n¡±, ilustr¨® Palomera, quien asegur¨® que nadie molest¨® a las trabajadoras y que las clientas siguieron ¡°haci¨¦ndose las u?as¡± con normalidad.
No lo vivi¨® as¨ª, sin embargo, la gerente del establecimiento, que describi¨® una escena de terror. ¡°Empezaron a decir los nombres de mis hermanos y el m¨ªo, nos llamaron especuladores, dec¨ªan qeu sab¨ªan d¨®nde viv¨ªamos. Me sent¨ª muy intimidada y me bloque¨¦¡±, expuso. La acusaci¨®n particular, que ejerce la familia, pide no tres sino nueve a?os de c¨¢rcel para cada unod e los tres acusados por coacciones y allanamiento.
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