Las familias vulnerables de Barcelona destinan m¨¢s del 42% de sus ingresos al alquiler
El estudio m¨¢s completo sobre las desigualdades entre zonas urbanas advierte de la necesidad de una pol¨ªtica coordinada entre municipios del ¨¢rea metropolitana
Vivir en una determinada zona de Barcelona agrava la exclusi¨®n social. As¨ª lo demuestra Efecto barrio (Tirant humanidades), el estudio m¨¢s completo hasta la fecha sobre las desigualdades urbanas en las seis mayores ciudades de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica. El libro, coordinado por Oriol Nel¡¤lo, profesor del Departamento de Geograf¨ªa de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona (UAB), dedica al ¨¢rea metropolitana de Barcelona la mayor parte de tres a?os de investigaci¨®n. Sus 22 autores aportan datos alarmantes. Uno de ellos concluye que las familias vulnerables de la capital catalana deben destinar de media un 42,5% de sus ingresos mensuales a pagar el alquiler del hogar.
El 30% es el est¨¢ndar internacional considerado como nivel m¨¢ximo sostenible de los ingresos que una familia destina a financiar su hogar. M¨¢s all¨¢ de este umbral, dice Naciones Unidas, el derecho a la vivienda ¡°es inasumible¡±. Un estudio del pasado abril del portal inmobiliario Idealista aseguraba que los barceloneses dedicaban de media un 33% de su renta al alquiler. Efecto barrio ha cruzado los datos disponibles de 2017, previos a la pandemia del coronavirus, sobre los precios inmobiliarios y sobre los ingresos de familias vulnerables de Barcelona. Por familias vulnerables se entiende, seg¨²n el patr¨®n m¨¢s frecuente en la administraci¨®n p¨²blica, las que ingresan mensualmente menos de 2,5 veces el Salario M¨ªnimo Interprofesional (SMI) ¡ª1.037 euros cada miembro en 2017. El estudio indica que este grupo debe destinar el 42,5% de su renta a alquiler en la capital catalana. Si quisiera adquirir la vivienda, si es de obra antigua el esfuerzo ser¨ªa del 54% y si es de obra nueva, del 61,5%.
El informe subraya que los principales afectados son la franja de edad joven, la que va de los 16 a los 34 a?os, lo que dificulta su progresi¨®n social. En el mapa metropolitano, las diferencias son todav¨ªa m¨¢s evidentes que dentro de la ciudad de Barcelona. De los 34 municipios analizados en el entorno de la capital catalana, solo ocho tienen precios de alquiler que permiten a hogares vulnerables destinar menos del 30% de su sueldo: si en Badia del Vall¨¨s el esfuerzo de los que ingresan menos del 2,5 del SMI no llega al 14%, en Sant Cugat del Vall¨¨s es de un 52%. En Barcelona, una familia vulnerable deber¨ªa aportar casi el 60% de sus ingresos para un arrendamiento en Sarri¨¤-Sant Gervasi, el distrito m¨¢s pudiente, frente al 30% de Nou Barris, el m¨¢s humilde.
El discurso acad¨¦mico sobre el llamado ¡°efecto barrio¡± quiere determinar hasta qu¨¦ punto ¡°el hecho de residir en ¨¢reas vulnerables puede contribuir a agravar las desventajas sociales de quienes las habitan¡±, escribe Nel¡¤lo en la introducci¨®n. ¡°La cuesti¨®n estriba en analizar si la existencia de las ¨¢reas vulnerables es solo reflejo y consecuencia de la segregaci¨®n residencial, o si, por el contrario, las condiciones de vida que en ellas se dan contribuyen a la exclusi¨®n social¡±, apunta el director del Grupo de Estudios sobre Energ¨ªa, Territorio y Sociedad (GURB) de la UAB.
Efecto barrio expone que el lugar de residencia tambi¨¦n est¨¢ determinado por aspectos m¨¢s all¨¢ de la renta. Un indicador fundamental, seg¨²n este trabajo, es el gasto municipal derivado de la menor capacidad de recaudaci¨®n: los Ayuntamientos del ¨¢rea metropolitana que no tienen secciones censales acomodadas ofrec¨ªan un gasto p¨²blico per c¨¢pita que era en 2017 un 15% inferior al de los municipios m¨¢s ricos.
Los autores del estudio consideran que el problema es un pez que se muerde la cola, y que necesita corregirse con pol¨ªticas metropolitanas que redistribuyan los recursos p¨²blicos. Otro ejemplo clave documentado por Aina Gom¨¤ y Joel Mu?oz es el rendimiento escolar. Seg¨²n estos investigadores del GURB, los datos de Catalu?a muestran que son un 16% los j¨®venes de 16 a 34 a?os que no han finalizado la educaci¨®n obligatoria en ¨¢reas urbanas vulnerables, el doble que en el resto del territorio. Los que hab¨ªan finalizado la ense?anza secundaria en barrios pobres eran el 45% en 2017, frente al 65,4% en el resto de la comunidad aut¨®noma. En cuanto a los titulados universitarios, los barrios no vulnerables de Catalu?a duplicaban a los pobres.
Igual de dram¨¢ticas son las comparativas dentro de Barcelona, seg¨²n estad¨ªsticas de 2014 que han cruzado Gom¨¤ y Mu?oz: en Nou Barris, donde la renta familiar era pr¨¢cticamente la mitad que la de la media de la ciudad, el porcentaje de ni?os que suspend¨ªan competencias b¨¢sicas era del 20%; en Sarri¨¤-Sant Gervasi, con una renta un 84% superior a la media, estos suspensos eran solo del 5,6%. Una cuesti¨®n relevante es que un n¨²mero mucho m¨¢s elevado de colegios concertados y privados tienden a ubicarse en las mejores zonas, marcando as¨ª una barrera geogr¨¢fica y desequilibrando la oferta educativa.
Obesidad infantil
M¨ªriam Robles y Joan Checa han elaborado uno de los apartados que revelan diferencias m¨¢s graves entre zonas urbanas, el de la salud. Los investigadores del GURB han evaluado los cuatro indicadores m¨¢s relevantes sobre desigualdad en materia sanitaria: la esperanza de vida, la tasa de mortalidad prematura, la obesidad y la salud mental. De todos los datos compilados, el m¨¢s llamativo lo record¨® Robles en una presentaci¨®n para acad¨¦micos celebrada el 14 de junio: la propensi¨®n a sufrir obesidad infantil es de promedio ocho veces mayor en barrios pobres que en ricos, seg¨²n el cruce de datos de 2016. El 21% de la poblaci¨®n infantil de Nou Barris era obesa mientras que en el Eixample era el 6% y en Sarri¨¤-Sant Gervasi, diez veces menos, un 2,6%. En el ¨¢rea metropolitana, se?alan Robles y Checa, la diferencia se mantiene, alcanzando la obesidad al 25% de la poblaci¨®n menor de edad de Ciutat Badia.
En salud mental, seg¨²n las conclusiones de Robles y Checa, el n¨²mero de vecinos de distritos de menor renta que acuden a centros sanitarios por dolencias psiqui¨¢tricas triplican a los m¨¢s ricos. La diferencia en la esperanza de vida entre barrios llega a superar los cinco a?os. La cifra coincide con la que desvel¨® un trabajo recientemente publicado por el Centro de Estudios Demogr¨¢ficos de la UAB: este apunta que a los 30 a?os, una persona con estudios universitarios en Espa?a tiene una esperanza de vida de entre 5 y 4 a?os superior a la que tienen los de la misma edad que ¨²nicamente han cursado la ense?anza primaria. Estos, como recalca Efecto barrio, ser¨ªan la mayor¨ªa de la poblaci¨®n en los barrios pobres de Catalu?a.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.