Roser Capdevila, la madre de ¡®Les tres bessones¡¯, premio Maria Rius de ilustraci¨®n
¡°No dibujo: he ¡®empastifat¡¯ ya suficiente el mundo¡±, dice la creadora a sus 82 a?os, en la cuarta edici¨®n de un galard¨®n que reconoce tambi¨¦n a Picanyol, padre de ¡®Ot el bruixot¡¯, fallecido en marzo
¡°El dibujo, los que ilustramos, lo llevamos dentro, en la cabeza, y lo vamos haciendo bajar por aqu¨ª, por aqu¨ª, por aqu¨ª¡ hasta la punta de los dedos, y entonces sale¡ lo que pasa es que desde hace un tiempo ya no baja, ?verdad, Mar¨ªa?¡±, juguetea con el ¨ªndice y el coraz¨®n por su brazo derecho Roser Capdevila, interpelando a otra grande del oficio, Maria Rius, que da nombre al premio de ilustraci¨®n que en su cuarta edici¨®n ha reconocido este viernes en Barcelona la trayectoria de la entra?able creadora de Les Tres Bessones. Promovido por las librer¨ªas barcelonesas La Caixa d¡¯Eines y Laie, el jurado, conformado por miembros de una nutrida selecci¨®n de entidades profesionales del sector, ha elogiado su ¡°imaginer¨ªa visual, su labor pionera en lo audiovisual y como escuela de ilustraci¨®n animada, as¨ª como su reconocimiento internacional¡±. En todo, exacto.
Capdevila (Barcelona, 82 a?os) ha agradecido el galard¨®n (el vig¨¦simo de su larga carrera) de una manera coherente a su comentario: no con un dibujo sino con un poema suyo, Lamenti, que ¡°empieza mal pero acaba bien¡±, ha adelantado: ¡°Jo, ja no s¨®c jo. S¨®c una iaia, s¨®c una vella, s¨®c una tronada. Estic com estic, estic sorda, estic casi cega, estic artr¨ªtica, per¨° ¨¦s el que toca. Toca rondinar, toca gemegar, toca renegar¡ Per¨°, ep! Tinc ganes de viure! Tinc ganes de riure!... i Tinc ganes de ser feli?!¡±.
El verso lo ha extra¨ªdo de un cuaderno oscuro, ¡°el que hace 57 ya de mis diarios¡±, donde ¡°dibujo lo que me va pasando cada d¨ªa a mi alrededor; y si hay alguna jornada en la que no pasa nada, pues sale algo de pol¨ªtica; pero no, estos no los publicar¨¦: son m¨¢s personales y pensados para la familia¡ Yo ya no hago nada m¨¢s, ya he empastifat [manchado] suficiente el mundo¡±, apunta. Descarta as¨ª su edici¨®n, al contrario de lo que ocurri¨® con La nena que volia dibuixar, un diario gr¨¢fico aparecido en 2018 donde recre¨® su infancia y su inquietud vital y art¨ªstica. ¡°Fue excepcional: mi madre estaba enferma y fui a cuidarla a la casa familiar en Horta y entonces fueron aflorando episodios que plasm¨¦¡±, ha recordado.
Ese fue antes de un c¨¢ncer que ha superado y de que fuera atropellada gravemente. ¡°S¨ª, lo pas¨¦ mal, pero todo aquello sirvi¨® para ver c¨®mo me aprecian los m¨ªos y los amigos: en la UCI me colgaban todos los dibujos de ¨¢nimo que me enviaban los compa?eros¡ Si miro atr¨¢s, veo que he sido muy feliz con mi familia y con mi trabajo, no me puedo quejar de nada¡±, asegura, recordando su primer libro ilustrado, La fam¨ªlia de bolets, de Enric Larreula, que realiz¨® en 1982 tras haber hecho trabajos de estampaci¨®n, y mirando ahora a sus tres hijas, Teresa, Anna y Helena, las traviesas trillizas inspiradoras de una serie que arranc¨® en 1983, presentes en el acto.
Una maestra que era una bruja
El car¨¢cter bullicioso que muestran en los famosos dibujos (traducidos a 35 idiomas, emitidos en televisiones de 160 pa¨ªses) proviene de la madre, como se aprecia en La nena que volia dibuixar, donde, con el trazo fino y limpio y los colores suaves fruto de la acuarela que han conformado el sello de una Capdevila admiradora de Cesc y Semp¨¦, asoma una ni?a inquieta, que se aburre en la Espa?a gris del pan negro y la asfixiante presi¨®n cat¨®lica, castradora. Pero que a¨²n as¨ª es feliz, evadi¨¦ndose a base de dibujar en cualquier rinc¨®n, algo que le recriminar¨¢ una maestra que era ¡°una verdadera bruja, vestida de negro con topitos blancos, que me machac¨® sin descanso: ¡®Capdevila, ven aqu¨ª, siempre haciendo dibujitos otra vez en lugar de sumas y restas¡¯¡±, ha revivido.
S¨ª, la maestra es el original de su no menos famosa creaci¨®n de La Bruixa Avorrida. ¡°S¨ª, era as¨ª, nada que ver con la bonhom¨ªa de Ot, el bruixot¡±, admite Capdevila, refiri¨¦ndose a la m¨¢s popular y celebrada de las creaciones de Josep Llu¨ªs Mart¨ªnez Pica?ol, Picanyol de nombre art¨ªstico, fallecido el pasado marzo y al que se ha otorgado el premio Maria Rius en su categor¨ªa de honor. ¡°Hizo una labor quiz¨¢ no muy reconocida, la verdad¡±, ha lamentado su viuda, Rosa Maria Carballal, al recoger el galard¨®n. Una constataci¨®n con un deje de amargura que Capdevila barniz¨® rauda con su humor tan espont¨¢neo como bonach¨®n, suyo y del que destilaba tambi¨¦n el propio personaje de Picanyol: ¡°Lamento que no fueran pareja con Ot; ahora ya est¨¢n jubilados¡±. Pero quedan sus libros¡ y sus series.
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