Barcelona, el rinc¨®n de pensar
La Facultad de Filosof¨ªa de la Universidad de Barcelona celebra las jornadas Barcelona pensa, decanas en Espa?a y de corte popular
¡°No ocupamos un espacio vac¨ªo, sino que somos recibidos por un espacio vac¨ªo¡ Entramos en un espacio que nos recibe siempre; y eso nos comunica con el mundo¡±, expone Miseric¨°rdia Angl¨¨s, andando pausadamente por el p¨®rtico del Macba de Barcelona, a resguardo de la lluvia, pero sin perder de vista ni el mural cer¨¢mico de Eduardo Chillida a su izquierda (Barcelona, mural G-333, con la que su creador busc¨® unir el barrio con el centro cultural) ni la escultura de Jorge Oteiza, a la derecha (La ola). Angl¨¨s, profesora de la Facultad de Filosof¨ªa de la Universidad de Barcelona, se ha preguntado: ¡°?Conoces la conexi¨®n filos¨®fica de la plaza dels ?ngels?¡±, y a ese particular llamado han acudido este lunes por la ma?ana una decena de personas.
No est¨¢n los patinadores por la lluvia, pero a¨²n as¨ª se hace dif¨ªcil pensar (apenas o¨ªrse), entre los bocinazos de la cercana calle de Montalegre, una furgoneta de Correos que descarga, un grupo de italianos que se agolpa en la entrada del museo y la m¨²sica a todo trapo que sale de un aparato que rodean tres hombres. ¡°La plaza dels ?ngels es un topos, un lugar, y hemos de estar atentos a c¨®mo el espacio nos acoge y como en ¨¦l nos relacionamos con los otros; la escultura que Chillida tienen en la pla?a del Rei se llama Topos¡±, hace notar la profesora.
¡°Lugar¡±, ¡°espacio¡± y ¡°vac¨ªo¡± son los tres conceptos que hacen de hilo conductor de la que es la actividad inaugural de la ya octava edici¨®n del Barcelona pensa, que, organizada por la Facultad de Filosof¨ªa de la UB y el apoyo del Instituto de Cultura de Barcelona, hasta el viernes reunir¨¢ una treintena de actividades con el pensamiento como eje. ¡°Las esculturas ocupan un espacio, pero en Chillida el vac¨ªo entra en la escultura, no hay confrontaci¨®n: es un vac¨ªo que est¨¢ en un lugar, y tiene relaci¨®n f¨ªsica, es un vac¨ªo capaz de engendrar, tiene una energ¨ªa¡±¡ desliza Angl¨¨s.
Y ah¨ª enlaza la profesora la obra del escultor vasco con la filosof¨ªa, con Martin Heidegger, nada menos. Y desvela que trabajaron juntos: sus destinos se cruzaron en los encuentros de la galer¨ªa Erker de Saint Gallen, en Suiza. El fil¨®sofo ya trabajaba en su libro El arte y el espacio; aunque deb¨ªan comunicarse a trav¨¦s de int¨¦rpretes, el autor de Ser y tiempo, fascinado por las reflexiones de un escultor que ahond¨® en la filosof¨ªa (El poema de Parm¨¦nides, su notable producci¨®n de posters vinculados a la disciplina¡) le pidi¨® sus notas; y se las hizo traducir. ¡°Sin duda, Chillida le influy¨®¡±, sostiene Angl¨¨s, m¨¢s all¨¢ de las ilustraciones del artista para la edici¨®n de bibli¨®filo de 150 ejemplares que en 1969 publicaron conjuntamente de aquel t¨ªtulo.
¡°Cuando da el sol, las sombras que proyecta dialogan con la fachada y la estructura del Macba¡±, dice Angl¨¨s sobre La ola de Oteiza, otro escultor con inquietudes filos¨®ficas, como demuestra al parecer su generosa biblioteca en ese ¨¢mbito, con libros subrayados, en especial los de Max Scheler. Para reafirmar la tesis, conduce al grupo a la primera planta del museo, donde, s¨®lo separados por Pintura ocre (1959), de T¨¤pies, dos oteizas ahondan en lo de lugar, espacio y vac¨ªo: Caja metaf¨ªsica por conjunci¨®n de dos triedros (1959) y Variante ovoide de la desocupaci¨®n de la esfera (1958). ¡°Parece como si t¨² pudieras incorporarte a la estructura¡¡±, deja en el aire ante ellas Angl¨¨s.
La visita-reflexi¨®n es idiosincr¨¢sica de Barcelona pensa. ¡°Hacemos una llamada y la gente y las entidades culturales proponen cosas muy diversas; nadie cobra nada: a lo sumo, pagamos alojamiento si son de fuera¡±, contextualizan Lorena Fuster y Jos¨¦ D¨ªez, codirectores de la que es ya la actividad decana de Espa?a en este ¨¢mbito tras arrancar en 2014. Y a cada edici¨®n, m¨¢s personalidad propia: ¡°No traemos grandes nombres, participan profesores y estudiantes hasta de bachillerato y los formatos va desde las charlas a los juegos¡±, ensanchan para desmarcarse de la Bienal del Pensamiento que convoca el Consistorio barcelon¨¦s, de mayor presupuesto y nombres de campanillas.
Bajo esas premisas, y con la fuerza colaborativa de 25 entidades desde escuelas a museos o editoriales, las propuestas, divididas en tres ¨¢reas, van desde un homenaje a la recientemente fallecida pensadora Judith J. Thompson, a dos foros sobre la crisis de la autoridad, pasando por la ciencia-ficci¨®n y el pensamiento cr¨ªtico entre adolescentes y j¨®venes o el pensamiento est¨¦tico de Gaud¨ª.
La mayor¨ªa de los actos, por la situaci¨®n pand¨¦mica cuya reflexi¨®n que tambi¨¦n cruza muchas actividades, tiene ya casi el aforo cubierto, sin posibilidad mayormente de seguirlo en l¨ªnea en tanto ¡°quer¨ªamos una celebraci¨®n presencial: la filosof¨ªa quiere un espacio, un tiempo¡y una presencia¡±, sostienen Fuster y D¨ªez. Pero el lleno tambi¨¦n responde a un momento dulce de la filosof¨ªa, en su opini¨®n. ¡°La filosof¨ªa siempre est¨¢ en crisis, pero la crisis es casi una condici¨®n del pensamiento¡±, apuntan. Y a pesar de las dificultades que, en su opini¨®n, tiene la materia para afianzarse en la ESO y el Bachillerato, ¡°en la facultad llevamos una matr¨ªcula alta en los ¨²ltimos a?os: 204 alumnos este curso en primero¡±, cuantifican.
No esconden el influjo del fen¨®meno televisivo Merl¨ª, pero, contrariamente, los tiempos convulsos ayudan: ¡°La gente quiere ver y revisar lo que vemos, darle un sentido a lo que vemos y vivimos y, en un momento de malestar acumulado, pensar y pensar juntos, ver que los problemas pueden ser compartidos, es bueno para el pensamiento y el cuerpo¡±. Barcelona tiene esta semana el rinc¨®n para ello.
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