El traspaso de Rodalies deja en el alero la fabricaci¨®n de 76 trenes en la planta de Alstom en Catalu?a

El traspaso del conjunto del servicio de Rodalies a la Generalitat, incluida la gesti¨®n de la infraestructura y del material m¨®vil, pone en riesgo la posible construcci¨®n de 76 trenes por un importe de 873 millones de euros en la f¨¢brica de Alstom en Santa Perp¨¨tua de Mogoda (Vall¨¨s Occidental), donde trabajan en torno a 800 trabajadores. Fuentes sindicales expresan ese temor, sobre todo ante la negativa, reiterada ayer por el vicepresidente de Pol¨ªticas Digitales y Territorio, Jordi Puigner¨®, del Gobierno catal¨¢n a firmar el contrato-programa con Renfe para establecer el coste del servicio.

El pasado julio, Renfe y Alstom firmaron el mayor contrato para la compra de convoyes ferroviarios de la historia de Espa?a. De esa forma, la planta vallesana se aseguraba carga de trabajo para cinco a?os con el desarrollo y posterior construcci¨®n de 152 trenes de alta capacidad para los servicios de Cercan¨ªas de toda Espa?a. Anexo a ese contrato se establec¨ªa otra posible compra.

En este caso, 76 trenes (de los que 56 ir¨ªan a la red catalana de corta distancia) como relevo a los actuales convoyes Civia. Pero ese anexo ten¨ªa un asterisco con letra peque?a al margen: se sacar¨ªa adelante siempre y cuando la Generalitat firmara el contrato-programa con Renfe.

Figura de la misma forma en el Plan Rodalies presentado recientemente: ¡°Compra vinculada al contrato programa de los servicios de Rodalies entre la Generalitat y Renfe¡±, un documento imposible ¡ªa veces por la oposici¨®n de unos y en otras ocasiones por la de otros¡ª desde que el Govern asumi¨® la titularidad del servicio de Rodalies y de media distancia hace m¨¢s de una d¨¦cada.

Esa firma, con la que el Gobierno central quiere asegurarse para que Renfe contin¨²e explotando el servicio, va en contra de los intereses de la Generalitat, que ha expresado en reiteradas ocasiones su descontento con el servicio y su voluntad de que sea otra operadora, Ferrocarriles de la Generalitat, la que explote ese servicio. Si Renfe no mantiene el servicio ese contrato adicional se quedar¨ªa en nada, seg¨²n interpretaci¨®n de algunos. Pero no para la Generalitat, que considera que una vez pactado el traspaso del d¨¦ficit de tarifa, y con el decreto de traspaso de Rodalies en la mano, el Govern podr¨ªa subrogarse el contrato de Renfe y Alstom y mantener los trenes.

¡°Es un proyecto con el que contamos en Santa Perp¨¨tua. No entender¨ªamos que este contrato, que supone nuevas inversiones y empleo, tanto directo como indirecto, no se quedara en Catalu?a. Confiamos en poder firmar lo antes posible el contrato para estos trenes adicionales y as¨ª continuar con el plan de expansi¨®n y la proyecci¨®n internacional de nuestra f¨¢brica de Santa Perp¨¨tua¡±, afirman desde la compa?¨ªa francesa Alstom.

Fuentes sindicales de la compa?¨ªa no lo ven, sin embargo, tan claro. Y son, adem¨¢s, cr¨ªticos con la pol¨ªtica de encargos de la Generalitat, despu¨¦s de que haya contratado a Stadler, con centro de producci¨®n en Valencia, los nuevos trenes que necesitar¨¢ la red de Rodalies de Lleida. Esa adquisici¨®n se contempla en el proyecto de los Presupuestos de 2022, que se encuentran en tramitaci¨®n parlamentaria. ¡°Somos una empresa implementada en Catalu?a y todas las empresas que participan en el desarrollo de trenes est¨¢n establecidas en Catalu?a¡±, denuncia un sindicalista del centro de Santa Perp¨¨tua, que demanda anonimato. Desde el Govern se defiende que de los cinco ¨²ltimos contratos ferroviarios cerrados, tres han sido para dar producci¨®n a Santa Perp¨¨tua, mientras que dos han ca¨ªdo del lado de Stadler por su oferta econ¨®mica.

El gran interrogante ahora es cu¨¢l es el l¨ªmite para asegurar esa fabricaci¨®n en Barcelona. Ni Renfe ni Generalitat ni Alstom concretan esa l¨ªnea roja en el calendario. La carga de trabajo ser¨ªa significativa durante cuatro o cinco a?os y podr¨ªa suponer incluso un aumento del empleo en Alstom, para pasar de 800 a 1.200 trabajadores. Y el encargo dar¨ªa m¨¢s fuerza a la factor¨ªa para recibir otros encargos, como el de trenes impulsados por hidr¨®geno, una de las esperanzas de la transici¨®n energ¨¦tica, sobre todo para nuevos tramos en los que se podr¨ªa evitar la infraestructura el¨¦ctrica de catenaria.