Controlados por la cara
Una exposici¨®n en Foto Colectania analiza las consecuencias est¨¦ticas, pol¨ªticas y culturales derivadas del dominio sobre nuestros rostros en la era digital
Fugitiva, profeta, abuelo, viajero, son algunas de las definiciones o perfiles que el software de Trevor Paglen, asigna al visitante que se coloca delante de la pantalla de ImageNet Roulette. Esta obra interactiva se basa en el ImageNet, un conjunto de datos utilizados para ense?ar a los sistemas de inteligencia artificial c¨®mo clasificar im¨¢genes. Su objetivo es provocar una reflexi¨®n sobre algunas de las categorizaciones racistas, mis¨®ginas, controvertidas o simplemente absurdas, integradas en este y otros conjuntos de entrenamiento para los modelos de inteligencia artificial. Delante de la obra de Paglen resulta imposible no pensar en la tipificaci¨®n de delincuentes realizada por Cesare Lombroso en funci¨®n de sus facciones, que sirvi¨® m¨¢s tarde para dar alas a las teor¨ªas m¨¢s aberrantes. Antes de Lombroso ya Johann Caspar Lavater public¨® en 1772, un ensayo sobre la fisiognom¨ªa, un sistema para identificar el car¨¢cter y el temperamento de un individuo a partir del aspecto de su cuerpo y sobre todo de su rostro.
Las obras de Paglen, Lombroso y Lavater se exhiben en Face Control, una exposici¨®n abierta en la Fundaci¨®n Foto Colectania hasta el 20 de marzo, que aborda el tema del control de la imagen en la ¨¦poca digital. ¡°La percepci¨®n del rostro oscila entre la imagen que tenemos de nosotros mismos y la imagen que tienen de nosotros los dem¨¢s y, m¨¢s recientemente, entre el rostro real y el digital, entre el reconocimiento, la conservaci¨®n y la recopilaci¨®n de las facciones humanas con ayuda de software de reconocimiento facial por encargo de instituciones autoritarias o econ¨®micas¡±, indica el comisario suizo Urs Stahel, fundador y director durante 20 a?os del c¨¦lebre Fotomuseum Winterthur, uno de los principales centros de fotograf¨ªa del mundo. Stahel, una figura de referencia para el estudio de la fotograf¨ªa contempor¨¢nea, plantea la exposici¨®n desde dos perspectivas: por un lado, el creciente control de la imagen desde el exterior, por motivos pol¨ªticos o econ¨®micos. Por el otro, el control desde el interior, generado por la pr¨¢ctica del autorretrato compulsivo que ha cambiado nuestra relaci¨®n con nuestro propio rostro.
¡°Idealizamos nuestra apariencia y estamos dispuestos a todo para optimizarla en vista de su aparici¨®n en Internet. ?ltimamente, los filtros digitales, el Photoshop y la cirug¨ªa est¨¦tica van de la mano. El rostro ¨²nico e inconfundible, est¨¢ en peligro¡±, asegura Stahel. Para ilustrar su teor¨ªa, el comisario ha seleccionado obras que evocan distintas formas de relacionarse con la propia fisionom¨ªa: los manifestantes encapuchados de Tina Hage, los rostros de payaso difuminados hasta ser irreconocibles de Roni Horn, las personas que se esconden tras m¨¢scaras de James Bantone y los retratos de Alma Haser. Una de las principales bazas de la muestra es la capacidad de reflejar la evoluci¨®n tanto t¨¦cnica como conceptual de la representaci¨®n del rostro a trav¨¦s de una serie de importantes pr¨¦stamos internacionales, como los espectrales retratos de Thomas Ruff, resultado de la fusi¨®n de dos o m¨¢s rostros en una sola imagen, el collage de Richard Hamilton, a partir de una foto de Sophia Loren o el retrato de Roberta Breitmore, alter ego de la artista estadounidense Lynn Hershman.
Shu Lea Cheang presenta un avatar creado a partir de su propio rostro. ¡°De ese modo vuelve la tecnolog¨ªa del rastreo facial contra s¨ª misma, desafiando la est¨¦tica del capitalismo global de Internet y la pol¨ªtica de construcci¨®n de la identidad alimentada por los medios sociales y explotada por el marketing y el control pol¨ªtico¡±, explica Stahel. Entre las obras creadas en este dist¨®pico 2020, destacan los retratos de Daniele Buetti que en lugar de la cara tienen un espejo donde el visitante puede reflejarse para satisfacer el ansia narcisista y egoc¨¦ntrica que parece caracterizar la ¨¦poca de las redes sociales. ¡°As¨ª el visitante es a la vez objeto y protagonista de la pieza¡±, indica Stahel.
Sin embargo, la que m¨¢s contradicciones revela es Capture de Paolo Cirio, una serie de retratos de agentes de polic¨ªa, captados durante las manifestaciones en Francia y colgados en Internet para ser identificados gracias a la colaboraci¨®n ciudadana. Cirio imprimi¨® las caras de los antidisturbios en formato p¨®ster y las colg¨® como arte p¨²blico en las calles de Par¨ªs y aunque parezca incre¨ªble no fue denunciado. ¡°Capture trata de los posibles usos debidos o indebidos del reconocimiento facial y la inteligencia artificial y demuestra que la falta de leyes de protecci¨®n de datos que regulen esta tecnolog¨ªa al final se puede volver en contra de las mismas instituciones que la utilizan¡±, concluye Stahel.
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