Andaluc¨ªa ensay¨® sin ¨¦xito los ¡®botell¨®dromos¡¯ que propone el defensor del pueblo de Barcelona
El espacio para botellones de Granada cerr¨® tras casi una d¨¦cada por las molestias que causaba. En M¨¢laga dur¨® pocos a?os. Sevilla no ha resuelto el problema
La idea lanzada el pasado mi¨¦rcoles por el S¨ªndic de Greuges (defensor del pueblo) de Barcelona, David Bondia, de habilitar espacios para hacer botell¨®n en la ciudad, fracas¨® en las ciudades de Andaluc¨ªa donde se ensayaron botell¨®dromos a partir de 2007. Granada construy¨® uno que rozaba los 10.000 metros cuadrados que durante casi una d¨¦cada provoc¨® un gran descontento vecinal. M¨¢laga tambi¨¦n cerr¨® parte del centro, pero la experiencia fue m¨¢s breve. Y Sevilla no ha logrado atajar el fen¨®meno de los botellones.
En Barcelona, donde los botellones derivaron en graves incidentes en verano pasado, la idea de Bondia fue rechazada el jueves por el numero dos en el gobierno municipal, Jaume Collboni. La tach¨® de ¡°ocurrencia¡± y record¨® las experiencias fallidas de otras ciudades. La patronal de los locales nocturnos, Fecalon, tambi¨¦n se mostr¨® en contra de la idea. ¡°Debe haber control del consumo de alcohol en menores. Ser¨¢ un nido de conflicto y crear¨¢ problemas de convivencia¡±, apunt¨® Fernando Mart¨ªnez al tiempo que pidi¨® facilitar la apertura de locales legales para canalizar el ocio.
En Andaluc¨ªa, en noviembre de 2006 entr¨® en vigor la ley de la Junta que prohib¨ªa comer y beber en la calle. Se conoci¨® como ley antibotell¨®n. Apenas 24 horas despu¨¦s, el Ayuntamiento de Granada anunci¨® la construcci¨®n de un botell¨®dromo. Una obra que, al contrario de lo que ocurre con infraestructuras m¨¢s relevantes, no se demor¨® lo m¨¢s m¨ªnimo. Cinco meses despu¨¦s, en primavera de 2007, Jos¨¦ Torres Hurtado (PP) inaugur¨® el botell¨®dromo.
La instalaci¨®n granadina era ¨Cy es porque, aunque sin uso, sigue donde estaba¨C un espacio de 9.500 metros cuadrados pensado inicialmente como un lugar multidiversi¨®n. Ah¨ª se podr¨ªa patinar, hacer piruetas con el skate, y asistir eventualmente a conciertos o a la proyecci¨®n de pel¨ªculas. Tambi¨¦n beber que, de hecho, fue lo ¨²nico que se hizo durante a?os. En realidad, nunca fue un intento de acabar con la bebida en la calle sino de acotarlo a un recinto concreto. Un espacio que, por cierto, no estaba en el centro de la ciudad, pero tampoco rabiosamente en la periferia y al que se pod¨ªa llegar andando desde el centro en 15 o 20 minutos.
El botell¨®dromo granadino se confirm¨® como un espacio de uso cada fin de semana, lo que provoc¨® una molestia creciente y permanente en el vecindario. El espacio alcanzaba relieve nacional cada marzo, con la llegada de las fiestas de la primavera, en la que miles de j¨®venes se reun¨ªan a beber all¨ª rompiendo las costuras de la instalaci¨®n. Este diario ofrec¨ªa una informaci¨®n en la que se hablaba de 15.000 j¨®venes en la fiesta de la primavera de 2008 y, al a?o siguiente, un peri¨®dico local titulaba el 20 de marzo de 2009: M¨¢s de 20.000 j¨®venes desbordan el botell¨®dromo de Granada en la Fiesta de la Primavera.
Las cifras de asistencia llegaron a las 25.000 personas en a?os sucesivos, incremento que era paralelo al descontento y la verg¨¹enza nacional que se viv¨ªa cada a?o en la ciudad y que fue haciendo mella en el equipo de gobierno. Esas cifras, sin embargo, eran menores en comparaci¨®n con algunas de las vividas en la ciudad en los a?os previos a la ley antibotell¨®n. En 2005, la polic¨ªa local lleg¨® a cuantificar en 100.000 las personas reunidas en la ciudad con motivo de la fiesta de la primavera.
Finalmente, el primer d¨ªa de septiembre de 2016 el botell¨®dromo cerr¨® sus puertas. Se las cerr¨® el que entonces era alcalde de la ciudad, Francisco Cuenca (PSOE), que quiso convertir el espacio en una zona deportiva, intentando sacar rendimiento a las pistas de baloncesto que se hab¨ªan preparado unos a?os antes. El recinto se vall¨® y ahora, seis a?os despu¨¦s, apenas tiene uso.
Otra ciudad andaluza, M¨¢laga, no cuenta con un espacio dedicado al botell¨®n desde hace m¨¢s de una d¨¦cada. Los j¨®venes se reun¨ªan tradicionalmente en la c¨¦ntrica plaza de la Merced, hasta que en 2006 la ley auton¨®mica oblig¨® al Ayuntamiento a expulsarlos de all¨ª. Como alternativa, y al igual que Granada, la ciudad abri¨® un botell¨®dromo en el paseo de los Curas, una avenida cercana al centro hist¨®rico y al puerto malague?o. El tr¨¢fico se cerraba cada noche de fin de semana y all¨ª se reun¨ªan m¨¢s de 2.000 personas, hasta que el espacio fue eliminado definitivamente tres a?os despu¨¦s, en 2009, cuando la ciudad prohibi¨® beber en la v¨ªa p¨²blica. En los a?os siguientes los botellones surg¨ªan de manera espor¨¢dica de nuevo en la Merced, donde llegaron incluso a instalarse vallas para evitar la concentraci¨®n de j¨®venes. La pandemia tambi¨¦n ha devuelto esta pr¨¢ctica a la zona, de manera puntual, pero siempre reprimida por la Polic¨ªa Local.
Sevilla lleva m¨¢s de dos d¨¦cadas sin dar una soluci¨®n al problema de los botellones, enquistados en el centro de la ciudad, como en la Alameda de H¨¦rcules o plazas del casco antiguo, en la ribera del r¨ªo, o en barrios como los Remedios, la Macarena o Pino Montano. Entre 1999 y 2004, el Ayuntamiento present¨® alternativas basadas en organizar actividades nocturnas alternativas consensuadas con la Junta de Andaluc¨ªa, sin resultado. Con la aprobaci¨®n de la citada ley antibotell¨®n -y tras un intento tambi¨¦n infructuoso en el que se empez¨® a urbanizar un espacio en La Isla de la Cartuja-, el consistorio hispalense apost¨® por un botell¨®dromo similar al de Granada. El proyecto, sin embargo, fue rechazado en 2011 cuando lleg¨® a la alcald¨ªa el popular Juan Ignacio Zoido. Durante su etapa en la oposici¨®n, el socialista Juan Espadas, lleg¨® a proponer un botell¨®dromo por barrio, pero no retom¨® la idea cuando asumi¨® el gobierno municipal.
Con informaci¨®n de NACHO S?NCHEZ Y EVA SAIZ
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