La cola para la tarjeta que permite comprar comida o ropa: el 8% de los menores de Barcelona la recibe

La cola ante la oficina de prestaciones del Ayuntamiento de Barcelona ha sido abundante las ¨²ltimas semanas, algunos d¨ªas con decenas de personas. En la acera de la calle de Arag¨®, en pleno Eixample, se juntan familias con pocos recursos que acuden a recoger la tarjeta del fondo de infancia 0-16, una ¡°prestaci¨®n econ¨®mica de urgencia¡± [denominaci¨®n oficial] de 100 euros mensuales para comprar productos de primera necesidad (comida, ropa o material escolar). Pero en la cola tambi¨¦n hay otras familias que han solicitado la ayuda, se la han denegado y la van a reclamar. La ayuda, creada por el exalcalde Xavier Trias en 2015, se ha convertido en un sustento imprescindible para 18.500 menores de la ciudad, el 8,3% de los ni?os de 0 a 16 a?os. Este a?o se han otorgado mil tarjetas m¨¢s que el a?o pasado (un alza del 10,8%), un incremento que muestra que los servicios sociales responden, pero tambi¨¦n que la situaci¨®n sigue siendo muy complicada para las familias vulnerables de la ciudad. El 34% de los ni?os de la ciudad est¨¢ en riesgo de pobreza.

¡°La gente no ha levantado cabeza de la pandemia: del impacto de los ERTE, la p¨¦rdida de empleo para colectivos que trabajan en la econom¨ªa sumergida en restaurantes, cuidando mayores¡­ y no ingresaron nada en meses. Los usuarios est¨¢n m¨¢s empobrecidos y con la inflaci¨®n y la crisis de la vivienda sufren m¨¢s que las rentas medias¡±, indica una trabajadora social que pide anonimato. Y alerta de las dificultades de las familias pobres sin competencias digitales para conseguir cita presencial para otras ayudas como el ingreso m¨ªnimo vital. ¡°Ver¨¢s cuando se levante la moratoria de desahucios, es una barbaridad¡±, avisa.

Las familias que este martes aguardaban en la cola explicaban lo trascendental que es la ayuda del fondo de infancia en sus casas. Pueden solicitarla familias que, en el caso de cuatro miembros, no superen los 17.927 euros. Son 100 euros el primer hijo, 75 el segundo y 50 a partir del tercero. En el caso de las familias monomarentales son 100 euros m¨¢s. Pero solo durante seis meses al a?o. Te¨®ricamente, de julio a diciembre, un cambio que introdujo el equipo de la alcaldesa Ada Colau, porque en origen la ayuda era todo el a?o. El consistorio argumenta que as¨ª llega a m¨¢s familias. El martes todav¨ªa no se hab¨ªan cargado fondos a las tarjetas. Ocurre casi todos los a?os, explican fuentes de servicios sociales: lo que hace el Ayuntamiento entonces es repartir los atrasos en los meses que quedan de prestaci¨®n. El primer pago lleg¨® finalmente el mi¨¦rcoles.

¡°Con la tarjeta compramos cosas b¨¢sicas pero que suponen un extra: bambas, camisetas, calzoncillos¡­ porque con dos chavales de 10 y 16¡­ ?T¨² sabes lo que comen? Y lo caro que est¨¢ todo: una botella de aceite de marca blanca m¨¢s de cinco euros, ?pero de qu¨¦ van?¡±, se queja Silvia, madre sola del barrio de la Trinitat Vella que hace siete a?os que recibe la ayuda. Estaba en la cola porque este a?o le han denegado la de uno de sus hijos. ¡°?Qu¨¦ hago, le digo que no come?¡±, preguntaba enfadada.

Irene, de Roquetes, acud¨ªa a buscar las tarjetas de dos nietos: ¡°Est¨¢ todo car¨ªsimo, solo nos faltaba que en el colegio pidan fruta de desayuno, antes nos apa?¨¢bamos con pan de molde y fuagr¨¢s de lata¡±. A su lado, Dumitra, con tres hijos (una de nueve a?os y unos gemelos de seis), reclamaba la de la ni?a y de uno de los dos peque?os. ¡°Me piden el padr¨®n, cuando vivimos todos juntos¡±, lamentaba. Tambi¨¦n vive en un barrio empobrecido de la periferia. Como Aurora, la solicit¨® por primera vez en julio: tiene cuatro hijos y desde la pandemia est¨¢ en paro. Trabajaba en un centro de acogida que cerr¨® porque la empresa, cuenta, quebr¨®. Le denegaron la ayuda argumentando que no hab¨ªa facilitado datos de padr¨®n. Cuando s¨ª lo hizo. En la oficina le respondieron que le dir¨¢n algo en tres meses. ¡°?Ser¨¢ en enero! Este a?o ya no tengo la ayuda¡±. Julia, de Sants, embarazad¨ªsima, y solo con los ingresos de 1.200 euros que cobra su marido, sentada en un banco, celebraba tener la tarjeta por primera vez: ¡°Supondr¨¢ mucho para nosotros, con tres hijos y el que llega, nos ayudar¨¢ con la comida y la ropa¡±.

Desde el Ayuntamiento, fuentes municipales indican que este a?o se ha denegado el 27% de las solicitudes por motivos como no ser atendido por los servicios sociales, no estar empadronado desde el 1 de enero en la ciudad, no cumplir con los requisitos de ingresos o no acreditar la condici¨®n de monoparental. Las mismas fuentes subrayan que se han otorgado un 30% m¨¢s de ayudas respecto a 2019, porque se ha ampliado el ¨¢mbito de atenci¨®n social, incluyendo, por ejemplo, a usuarios del SAIER (el Servicio de Atenci¨®n a Inmigrantes, Migrantes y Refugiados). Tambi¨¦n una campa?a de difusi¨®n y facilitar el proceso ¡°puede haber ayudado a la incorporaci¨®n de nuevas familias perceptoras¡±.

Esta misma semana C¨¤ritas Barcelona present¨® un estudio basado en una encuesta a familias vulnerables con hijos cuyo resultado indicaba que el 66% de los progenitores atendidos ¡°viven sufrimiento psicoemocional¡±, y que en el caso de los ni?os y adolescentes, son el 60%. En ambos casos, es el triple que el resto de la poblaci¨®n. El director de C¨¤ritas Barcelona, Salvador Busquets, indic¨® que tambi¨¦n las entidades han aumentado las tarjetas monedero que tienen ¡°para ayudas gen¨¦ricas¡±. ¡°Es fruto de la crisis que estamos viviendo¡±, asegur¨®, y en el caso del fondo de infancia municipal apunt¨® a que su necesidad se explica por los elevados precios de la vivienda que impactan en las familias en pobreza severa y por el mercado de trabajo ¡°que penaliza a las personas que est¨¢n en situaci¨®n administrativa irregular en estos momentos, sumado a la precariedad¡±.

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