Junqueras aprovecha un cambio en los estatutos para prolongar su liderazgo en ERC
El ¡®exvicepresident¡¯ y Marta Rovira buscan cerrar filas ante las elecciones municipales y la v¨ªa del di¨¢logo entre Gobierno y Generalitat
Oriol Junqueras y Marta Rovira ser¨¢n reelegidos este domingo como m¨¢ximos l¨ªderes de Esquerra Republicana. Repetir¨¢n, respectivamente, como presidente y secretaria general del partido y, gracias a un cambio en los estatutos hecho a medida en 2019, su tiempo en el cargo podr¨¢ superar el l¨ªmite de 12 a?os establecido hasta entonces. Los republicanos defienden cerrar filas en un momento trascendente, con el Govern en solitario y en minor¨ªa parlamentaria, la v¨ªa del di¨¢logo en un momento clave y las elecciones municipales en el horizonte. Casi nadie tose ante su estilo personal¨ªsimo de liderar la formaci¨®n: el t¨¢ndem ha llevado a la formaci¨®n a sus cuotas de poder y ¨¦xitos electorales m¨¢s altos desde la Transici¨®n. Pero todo tiene un coste: el hiperliderazgo hace sombra a cualquier posible sucesor, las circunstancias personales parecen siempre marcar las decisiones y se vislumbran choques de estrategia entre el partido y el Ejecutivo catal¨¢n.
A finales de agosto, en una carta a la militancia, explicaron que quer¨ªan revalidar los cargos para ¡°hacer de ERC una organizaci¨®n todav¨ªa m¨¢s fuerte y preparada para servir al pa¨ªs¡±. El congreso se har¨¢ de una manera curiosa si se le compara con lo que suelen hacer los partidos de ¨¢mbito nacional. Este domingo se votar¨¢ la c¨²pula -Pere Aragon¨¨s, por ejemplo, tambi¨¦n busca repetir como coordinador nacional- y en 2023 se aprobar¨¢ la hoja de ruta pol¨ªtica. En septiembre de 2019, presidente y secretaria general lograron su segunda reelecci¨®n, con el 88% de los votos a favor y una participaci¨®n del 57% de la militancia. En ese momento y ahora fueron la ¨²nica candidatura presentada.
Originalmente, los estatutos fijaban un m¨¢ximo de 12 a?os en ambos cargos (tres periodos), pero una reforma aprobada hace tres a?os abri¨® la puerta a superar ese l¨ªmite en casos como el de un Junqueras preso tras el juicio al proc¨¦s (estuvo casi cuatro a?os tras las rejas aunque nunca dej¨® de influir en la pol¨ªtica) y una Rovira huida de la justicia y ¡°exiliada¡± en Ginebra. Ahora, el tope queda ¡°suspendido¡± si los cargos no se han podido ¡°desarrollar plenamente¡± a consecuencia de ¡°causas ajenas a la organizaci¨®n¡± o a la voluntad de los l¨ªderes. El partido defiende que as¨ª ¡°la represi¨®n pol¨ªtica fracasa en su objetivo de cargarse los liderazgos pol¨ªticos¡±.
El t¨¢ndem lleg¨® al poder del partido en 2011. Un noqueado Joan Puigcerc¨®s les entreg¨® las llaves de una formaci¨®n superviviente de una lucha fratricida, hundida tras una debacle electoral y el fin del Govern compartido con el PSC e Iniciativa. Junqueras, que ya era eurodiputado por ERC, busc¨® a Rovira y juntos empezaron, seg¨²n se le pregunte a un cercano o a un detractor, a reconstruirla o a ¡°fumigar todo lo que oliera a tripartito¡±. Gracias a apuestas personales del nuevo l¨ªder, como Gabriel Rufi¨¢n, ERC ha logrado ser la primera fuerza catalana en el Congreso. En los ¨²ltimos comicios municipales, los republicanos fueron el partido con m¨¢s votos y concejales, desbancando a Junts.
Sin embargo, ha sido la gesti¨®n del ¨®rdago independentista la prueba de fuego del liderazgo. A las elecciones catalanas tras la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n, ERC lleg¨® haciendo un giro de 180 grados: de las l¨¢grimas de Rovira al ver que Carles Puigdemont, en octubre de 2017, titubeaba sobre la Declaraci¨®n Unilateral de Independencia a aparcar la unilateralidad y abrazar la v¨ªa del di¨¢logo en diciembre de ese mismo a?o. Sin la autoridad moral de Junqueras avalando esa rectificaci¨®n, es muy posible que la militancia no lo hubiera aceptado. Una confianza que se repiti¨® cuando se ungi¨® a Aragon¨¨s como presidenciable.
La ¨²nica oposici¨®n a la actual direcci¨®n es un grupo muy minoritario llamado Colectivo Primer D¡¯Octubre, que aboga por volver a las tesis de 2017. Consideraron que precisamente ese contorsionismo de Junqueras y Rovira les invalidaba para seguir al frente del partido. ¡°Si se defiende un camino distinto, lo deber¨ªan representar unas caras distintas¡±, explica el militante de base Xavier Mart¨ªnez. Se han manifestado p¨²blicamente en contra del apoyo a los Presupuestos Generales en el Congreso, a la candidatura de los JJ OO de invierno o de boicotear la Diada de este a?o.
El Colectivo tambi¨¦n critica que la decisi¨®n de adelantar a este a?o la elecci¨®n de la c¨²pula bloquea cualquier intento de abrir un proceso real de renovaci¨®n. La lista tiene nuevas caras pero Mart¨ªnez opina que es ¡°m¨¢s de lo mismo¡±. El historiador Joan B. Culla recuerda como los 12 a?os del t¨¢ndem se solapan con los del auge y ca¨ªda del proc¨¦s, tiempos ¡°at¨ªpicos¡± que necesita a¨²n ajustes internos. Y tira de San Ignacio de Loyola para explicar por qu¨¦ cree que no se abre ahora el mel¨®n sucesorio: ¡°En tiempos de tribulaci¨®n, no hacer mudanza¡±.
Un hist¨®rico del partido, el exconsejero de la Generalitat Enric Marin, ve muy claro el objetivo detr¨¢s de la unidad: ¡°Seguir por donde vamos a nivel institucional y consolidar a Aragon¨¨s¡±. Difiere el polit¨®logo y exdirector del Centre de Estudis d¡¯Opini¨® (CEO) de la Generalitat Gabriel Colom¨¦. El liderazgo omnipresente de Junqueras, dice, no solo opaca lo que intenta construir el president, sino que sus estrategias para el partido y el Govern chocan. ¡°Tras la ruptura con Junts, es Junqueras quien le fija la agenda a Aragon¨¨s sobre los pactos para los Presupuestos de la Generalitat y el veto al PSC¡±, agrega Colom¨¦. Unas cuentas, aunque votadas por el PSC, dar¨ªan al Govern en minor¨ªa el ox¨ªgeno y la legitimidad parlamentaria que tanto necesita. Pero ese pacto har¨ªa volar por los aires la estrategia para las municipales en las que en el ?rea Metropolitana los socialistas catalanes son el enemigo a vencer.
Puedes seguir a EL PA?S Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.