Las rencillas y el factor humano
No hay otra opci¨®n para el Govern que ablandar al PSC. Y las sensibilidades est¨¢n a flor de piel
Escuchando a unas y otros, se tiene la sensaci¨®n de que los Presupuestos de la Generalitat dependen de la superaci¨®n de rencillas y agravios mutuos tanto o m¨¢s que de la contraposici¨®n de propuestas y modelos. Que una declaraci¨®n inoportuna puede dar al traste con unas cuentas fundamentales para afrontar, por ejemplo, la situaci¨®n de la sanidad o de la educaci¨®n, sectores en pie de guerra contra la Generalitat, como se vio ayer mismo, a la misma hora en que el Parlament realizaba su sesi¨®n de control al Govern.
Salvador Illa (PSC) ha pasado de exigir d¨ªa s¨ª d¨ªa tambi¨¦n unos Presupuestos de la Generalitat, en los tiempos en que en el Govern todav¨ªa se sentaban ERC y Junts per Catalunya, a vender car¨ªsimo su apoyo, con tres condiciones aparentemente inamovibles: la ampliaci¨®n del aeropuerto de El Prat, el complejo de ocio Hard Rock en Tarragona, y el Cuarto Cintur¨®n o Ronda del Vall¨¦s, tres macroproyectos de puro cemento que asustan a los republicanos y enervan a los Comunes, ¨²nico grupo que ha garantizado su apoyo a las cuentas. El l¨ªder socialista dijo ayer que los tres proyectos eran una propuesta ¡°de m¨ªnimos¡±, mientras el president Pere Aragon¨¨s le reclamaba flexibilidad: ¡°No soy partidario del todo o nada¡±. Lo cierto es que en el interior del PSC escuecen a¨²n los desplantes de ERC en su momento, y la obsesi¨®n, hoy silenciada, de Oriol Junqueras contra un partido al que ¡°se le enrojecen las manos de aplaudir nuestra prisi¨®n¡± (dixit). Tampoco hay que menospreciar la idea de que, en realidad, el PSC fue el ganador de las elecciones, aunque por poco, y se le dir¨ªa dispuesto, hoy por hoy, a hacerlo valer. ¡°ERC quiere negociar como si tuviera mayor¨ªa absoluta¡±, me comentaban d¨ªas atr¨¢s.
Aragon¨¨s, que nunca fue tan agrio como Junqueras, tambi¨¦n pas¨® meses rechazando la mano ¡ªen aquel momento¡ª tendida de Illa, mientras insist¨ªa en buscar un acuerdo por el lado independentista. Pero ese tren ya pas¨®, aunque, m¨¢s como reproche que como oferta real, el president siga pidiendo apoyo a los antiguos colegas del proc¨¦s: a la portavoz de la CUP, Eul¨¤lia Reguant, le solt¨®: ¡°Si est¨¢n preocupados por las mejoras en la educaci¨®n, la sanidad y los servicios sociales, vengan y negocien los Presupuestos¡±, mientras que con Albert Batet, de Junts, fue incluso m¨¢s duro: ¡°No ha formulado ninguna alternativa¡±.
No hay otra opci¨®n para el Govern que ablandar al PSC. Y las sensibilidades est¨¢n a flor de piel. Un ejemplo: unos comentarios del republicano Gabriel Rufi¨¢n, hace un par de d¨ªas, presionando a los socialistas han enojado a Illa, que ha respondido, un poco cr¨ªptico, en el hemiciclo: ¡°Hablar por hablar no es bueno, hablar en nombre de otros siempre es arriesgado, y a menudo es mejor hablar de menos que de m¨¢s¡±. Todo el mundo afirma querer lo mejor para el pa¨ªs y su ciudadan¨ªa, pero al final, el factor humano va a ser decisivo.
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