Por qu¨¦ el acuerdo Aragon¨¨s-Illa es mucho m¨¢s que un pacto presupuestario
La luz verde a las cuentas de la Generalitat rompe definitivamente la pol¨ªtica de bloques, hace m¨¢s respirable la pol¨ªtica catalana y facilita la gobernabilidad a S¨¢nchez y a Aragon¨¨s
Lo m¨¢s relevante del acuerdo presupuestario que esta ma?ana han anunciado el Gobierno catal¨¢n de Esquerra Republicana y el Partit dels Socialistes no figura en los 29 folios del pacto. Sin duda, es importante que la Generalitat, como cualquier otra gran instituci¨®n, se dote de unos presupuestos para funcionar con normalidad en tiempos de turbulencias. Y es clave que se vaya configurando un ¨¢mbito de acuerdo para permitir el crecimiento de una infraestructura b¨¢sica como el aeropuerto de El Prat y que ello se haga limitando la afectaci¨®n sobre el medio ambiente, por m¨¢s que el impacto nunca llegue a ser neutro. Pero lo m¨¢s relevante en t¨¦rminos hist¨®ricos es que Catalu?a deja atr¨¢s con este acuerdo la pol¨ªtica de bloques que en la ¨²ltima d¨¦cada imped¨ªa el di¨¢logo entre independentistas y no independentistas y que, de facto, intoxicaba todo el debate p¨²blico.
El pacto permitir¨¢ aprobar en las pr¨®ximas semanas unos presupuestos que dotan a la Generalitat de 3.000 millones suplementarios para hacer frente a urgencias que tiene la administraci¨®n catalana, como la revuelta de los m¨¦dicos y de los maestros. Y agiliza una serie de infraestructuras que llevan d¨¦cadas encalladas entre debates eternos, pese a contar con el apoyo de la mayor¨ªa de la sociedad catalana. La principal es la ampliaci¨®n del El Prat, que en el acuerdo no se llama ¡°ampliaci¨®n¡± en una pirueta sem¨¢ntica para dejar abierta la puerta a modernizar el aeropuerto sin ocupar nuevos terrenos protegidos. O lo que es lo mismo, ampliarlo con una propuesta alternativa a la que hizo Aena y que provoc¨® indigesti¨®n en los despachos de la plaza de Sant Jaume.
M¨¢s all¨¢ de lo concreto, el presidente catal¨¢n ha demostrado cintura al ser capaz de llegar a acuerdos para preservar la estabilidad de su Gobierno, amenazado constantemente de derribo tras haber visto reducido su per¨ªmetro de apoyos a los 33 diputados de Esquerra Republicana, totalmente insuficientes en un Parlamento con 135 esca?os. Aragon¨¨s ha hecho de la necesidad virtud y ha optado por ligar su suerte al Partit dels Socialistes, que el independentismo no hab¨ªa dudado en se?alar como partido paria, con el que hasta hace apenas un a?o no se pod¨ªa ni hablar.
Este movimiento desarticula por completo la pol¨ªtica de bloques que tantas cosas ha dejado empantanadas en la sociedad catalana. En los ¨²ltimos 10 a?os el independentismo ha gozado de mayor¨ªa absoluta en el Parlament de Catalu?a, pero nunca ha conseguido transformar esta fuerza en una mayor¨ªa de gobierno efectiva y los bloqueos han sido permanentes pese a ocupar las principales instituciones. Y esta par¨¢lisis no se ha limitado solo a aspectos directamente vinculados con el proc¨¦s. Tambi¨¦n ha afectado a las cosas del comer. Por ejemplo, hay que recordar que en Catalu?a las ayudas sociales de la Generalitat se est¨¢n concediendo con baremos de renta que no se han actualizado desde 2010, como si el proceso independentista hubiese protegido de las garras de la inflaci¨®n a la poblaci¨®n m¨¢s vulnerable.
Los socialistas tambi¨¦n salen ganando con el acuerdo. Marcan la agenda pol¨ªtica, abandonan el rinc¨®n de pensar al que los independentistas los hab¨ªan condenado y se sit¨²an en medio del escenario pol¨ªtico catal¨¢n. De paso, y esto no es menor, ayudan a los equilibrios de Pedro S¨¢nchez con ERC en el Congreso. Pero precisamente por esta nueva centralidad socialista en Catalu?a ¡ªque las urnas en cierta forma ya les reconocieron al ganar las elecciones de 2021¡ª no hay que pensar que el acuerdo presupuestario de hoy derive inmediatamente en m¨¢s pactos de calado entre Salvador Illa y Pere Aragon¨¨s. ERC y PSC son, antes que nada, rivales en las urnas y el PSC aspira a ser alternativa de gobierno en Catalu?a, no una simple muleta de los independentistas. Se han roto los bloques, s¨ª, pero ser¨ªa atrevido, por no decir temerario, dar por hecho a corto plazo un nuevo tripartito de izquierdas en Catalu?a.
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