Tierra blanquiazul

No se trata de una afirmaci¨®n, tampoco de una leyenda y menos de una deducci¨®n extra¨ªda de los datos de socios y aficionados de los que dispone el Espanyol. Incluso puede que se trate simplemente de una sensaci¨®n, constatable en cualquier caso, nunca desmentida y menos disimulada, desde siempre presente en uno de los pueblos m¨¢s punteros de la comarca 43 del pa¨ªs desde que en mayo fue aprobada por el Parlament. Olost nunca disimul¨® el sentido de pertenencia al club blanquiazul de muchos de sus aficionados al f¨²tbol ni su rivalidad con los seguidores del Bar?a.

Ni siquiera existe la Penya Blanc-Blava del Llu?an¨¨s sino que es la ¡°Penya Blanc-Blava d¡¯Olost i comarca¡± la que aglutina a los seguidores de los pueblos vecinos como Prats i Perafita. La lista de afiliados -que no del total de periquitos- es de 59 en una localidad de unos 1.200 habitantes. Ha habido tiempos mejores en que los socios se acercaban al centenar, sobre todo cuando la militancia pasaba de padres a hijos, igual que se heredaba la tierra, nada que ver con la actualidad, momento en que los ni?os se apuntan a los equipos ganadores y es duro ser fiel a un descendido a Segunda.

El Centre d¡¯Estudis d¡¯Opini¨® (CEO) public¨® en abril pasado una encuesta seg¨²n la cual solo el 3,1% de los catalanes tienen simpat¨ªa por el Espanyol. El 75,4% ser¨ªan del FC Barcelona y el 11,7% del Madrid mientras que el 1,9% se declaran del Girona. Las conclusiones del CEO dif¨ªcilmente se pueden aplicar a Olost. Los periquitos del Llu?an¨¨s no tienen complejos y, sin discutir si son o no minor¨ªa ni cu¨¢ntos suman, se identifican con aquel famoso eslogan de ¡°la for?a d¡¯un sentiment¡± asociado a la figura del periodista Manuel Fanlo.

Olost siempre ha tenido un narrador inequ¨ªvoco -no un relato como el Bar?a- para divulgar la fe perica con independencia de la situaci¨®n deportiva del equipo, de la propiedad del club y tambi¨¦n de su raz¨®n social, ya fuera en Sarri¨¤, Montju?c o en Cornell¨¤-El Prat. Hoy se llama ?scar Pitarch, antes fue Santiago Arboix y tiempo atr¨¢s respond¨ªa al nombre de Jaume Met Sala. La tradici¨®n oral habla tambi¨¦n de figuras como la de Joan Malaret. El hilo conductor de todas maneras ha sido la dinast¨ªa Serrat.

¡°A muchos de la familia siempre nos ha gustado el f¨²tbol, como jugadores y espectadores, y tambi¨¦n los campos de f¨²tbol, sobre todo los pr¨®ximos y populares, como el que hab¨ªa antes a la entrada de Olost¡±, explica Albert Serrat. ¡°Y, por supuesto, es hist¨®rico el v¨ªnculo de los Serrat con el Espanyol. Aunque nunca fue cuestionada, la militancia ha sido m¨¢s o menos intensa en funci¨®n de las ¨¦pocas y las circunstancias¡±, remata para despu¨¦s advertir que fue seguidor de su primo hermano Adjutori Serrat, aquel s¨®lido lateral zurdo que se aline¨® en el Valladolid, Valencia, H¨¦rcules, Sabadell y Bar?a. ¡°Le vi jugar en varios campos, tambi¨¦n en el Fabra i Coats y el Camp Nou¡±, apostilla Albert.

Tori Serrat i Gir¨® (Olost, 1955), formado en el infantil del Lacambra y campe¨®n de Espa?a juvenil con el Bar?a, jugador tambi¨¦n del equipo aficionado y del filial azulgrana, nunca reneg¨® de su familia periquita al tiempo que presumi¨® de su militancia cul¨¦ y su admiraci¨®n por el magisterio de Laureano Ruiz. Ha sido seguramente el futbolista m¨¢s importante de la comarca, juntamente con Miki Mart¨ªnez, centrocampista de Prats de Llu?an¨¨s que el 9 de febrero de 2006 debut¨® justamente con el Espanyol ante el Villarreal. Tampoco conviene olvidar a Ton Serrat, un profesional muy conocido en el f¨²tbol y en el Llu?an¨¨s,

Los Serrat siempre han tenido mucho car¨¢cter y mayoritariamente un perfil perico desde que regentaban el bar La Reforma en oposici¨®n al Caf¨¦ Sport. La rivalidad futbol¨ªstica en la Catalu?a interior era por entonces, antes y despu¨¦s de la Guerra Civil, tan marcada en algunos barrios de Barcelona como en el Llu?an¨¨s, cuyos clubes fueron fundados mayoritariamente en los a?os 20. Los hinchas periquitos como Santiago Arboix recitaban sin parar la alineaci¨®n blanquiazul: ¡°El portero era Tr¨ªas, en defensa jugaban Teruel y El¨ªas; Rovira y Llim¨®s eran fijos en la medular y en la delantera formaban Mercad¨¦, Jorge, Chas, Olivas y Mas¡±.

A Arboix, cumplidos los 90 a?os, no se le olvidan los nombres de 10 de sus ¨ªdolos porque ¡°en aquellos a?os, principio de los cuarenta, ten¨ªamos buenos equipos, compet¨ªamos y hab¨ªa litigio deportivo con el Bar?a¡±. Arboix, destacado activista social y pol¨ªtico de la comarca, promotor de La Coral del Llu?an¨¨s, afiliado a Uni¨® Democr¨¤tica, muy bien relacionado con Ant¨®n Ca?ellas y Adolfo Su¨¢rez y con hilo directo con Josep y Daniel S¨¢nchez Llibre, llev¨® durante muchos a?os la bandera del Espanyol.

Los ¨¢nimos declinaron sin embargo en 1969 con el ¡°caso Matesa¡± y la ca¨ªda de Juan Vil¨¢ Reyes cuando el Espanyol se reivindicaba como adversario de un Bar?a mucho m¨¢s interesado ya en la rivalidad con el Madrid. ¡°Aquel fue un momento crucial y, como nos acostumbra a pasar a los periquitos, sali¨® mal¡±, confiesa ?scar Pitarch, candidato a las elecciones presidenciales de 1986 que gan¨® Antonio Bar¨®. Pitarch no solo es un acreditado socio blanquiazul sino tambi¨¦n un entrenador con ¨¦xito del Poble Sec y un empleado de Banca Catalana que pas¨® de trabajar en Barcelona a la Vall d¡¯en Bas hasta que se estableci¨® en Olost.

La condici¨®n de teniente de alcalde en la lista de ERC durante dos legislaturas explica su integraci¨®n a la localidad y su activismo como periquito se constata en cada partido, siempre dispuesto a liderar la caravana de hinchas que viaja hasta el campo ¨C¡±a mi s¨ª me gustaba ir a Montju?c¡±- resignado con la suerte de su equipo, esclavo emocional de los Delfines (Jos¨¦ Maria, Re, Rodilla, Amas y Marcial). Pitarch, aficionado igualmente al ciclismo hasta el punto que fue director de la Volta, es el cabeza de cartel blanquiazul en el Llu?an¨¨s y el enlace con Cornell¨¤-El Prat.

El ascendente de los l¨ªderes espanyolistas de Olost se explica por los distintos actos celebrados en el pueblo con la presencia de figuras como N¡¯Kono, Lauridsen o Mara?¨®n. Incluso el primer equipo blanquiazul disput¨® un amistoso contra el Olost el 15 de agosto de 1963. No ha sido el ¨²nico que se recuerda del Espanyol en la comarca, puesto que su equipo de veteranos se enfrent¨® al Pradenc en 2003. Mucho tuvo que ver en el acontecimiento la familia Fust¨¦, tan asociada a Prats como al Espanyol -Josep fue un presidente muy querido y Anna Maria ha sido consejera con Francesc Perell¨® y S¨¢nchez Llibre.

Los Fust¨¦ son muy periquitos, al igual que los Serrat y por supuesto Arboix y Pitarch, as¨ª como Gabriel Rodenas, el ariete perico de Perafita. ¡°No nos rendimos y menos cuando el club nos necesita como ahora¡±, cierra el propio Pitarch. No se sabe cu¨¢ntos, pero son muchos y se hacen notar por tradici¨®n; no ser¨¢n ellos precisamente los que pongan en duda que Olost es el pueblo seguramente m¨¢s perico de Catalu?a.

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