Cuando los ¡°oprimidos¡± por el gobierno de Espa?a deciden el gobierno de Espa?a
La negociaci¨®n ser¨¢ complicada para Pedro S¨¢nchez, m¨¢xime si Sumar logra que Jaume Asens, el amigo ¨ªntimo de Puigdemont, forme parte de esa negociaci¨®n
Desde siempre en unas generales, los distintos gobiernos centrales han buscado, y casi siempre han conseguido, la complicidad de los pol¨ªticos catalanes para alcanzar la investidura, incluso si ten¨ªan que hablar catal¨¢n en la intimidad para conseguirla.
As¨ª pues, cuando la noche del 23-J vi que el PSC sub¨ªa (y mucho), eso me hizo pensar ¡ªno negar¨¦ que con cierta alegr¨ªa¡ª en que el resultado final ya estaba decidido. Era f¨¢cil la complicidad. Aunque la alegr¨ªa mayor en mi caso lleg¨® justo en el momento en el que vi que los partidos independentistas ¡ªERC, JxCat y la CUP, esta ¨²ltima ya ni existe en el arco parlamentario estatal¡ª ca¨ªan en picado. Por fin nos hab¨ªamos librado de la turra independentista, quedaba claro que la mayor¨ªa de los catalanes queremos trabajar unidos con el resto de los espa?oles y se demostraba que aceptamos el marco constitucional.
S¨ª, aunque el ganador hab¨ªa sido Alberto N¨²?ez Feij¨®o ¡ªya no s¨¦ si acentuarlo o no¡ª, nuestro sistema constituyente, que no es presidencialista, sino parlamentarista, me hac¨ªa pensar que Pedro S¨¢nchez ser¨ªa el pr¨®ximo jefe del gobierno a fuerza de sumar partidos. O, al menos, el que ten¨ªa m¨¢s n¨²meros para serlo, aunque para ello necesitara de JxCat.
Y ese detalle fue el que hizo decaer mi alegr¨ªa casi de inmediato al escuchar a M¨ªriam Nogueras, n¨²mero uno de la lista de JxCat en el Congreso, asegurando: ¡°El se?or S¨¢nchez dec¨ªa que Puigdemont era una an¨¦cdota y me temo que, estos d¨ªas, esta an¨¦cdota no le dejar¨¢ dormir¡±. Junts no lo investir¨¢ ¡°a cambio de nada¡±.
Al final, no deja de ser curioso que el poder que los independentistas han perdido en Catalu?a lo hayan ganado en Espa?a, que el partido que puede dar la victoria a la izquierda sea el mismo que dividir¨ªa el pa¨ªs, hasta tal punto de que tiene en sus manos la llave de la gobernabilidad los pr¨®ximos cuatro a?os. Curiosa democracia esta, donde los pol¨ªticos ¡°oprimidos por el centralismo de la metr¨®polis¡± son los que van a decidir el gobierno de la ¡°metr¨®polis centralista¡±.
Casi una semana despu¨¦s del 23-J y conociendo como conozco la capacidad de defender el ¡°cuanto peor mejor¡± de los l¨ªderes independentistas de mi comunidad aut¨®noma, muy especialmente los de JxCat, no he dejado de pensar en la dificultad de pactar con ellos. Especialmente si estaban dirigidos desde una confortable residencia de Waterloo por el pr¨®fugo voluntario Carles Puigdemont, feliz de perjudicar al Gobierno de cualquier manera, evidenciando que no busca una soluci¨®n al conflicto, sino el enquistamiento del mismo en beneficio propio (ya lo hizo al huir dejando abandonados a sus compa?eros de Govern).
Todo hace pensar que la negociaci¨®n ser¨¢ complicada para Pedro S¨¢nchez, m¨¢xime si (esperemos que no sea cierto), Sumar consigue que Jaume Asens, el amigo ¨ªntimo de Puigdemont, forme parte de esa negociaci¨®n, lo que no est¨¢ claro si ayuda o dificulta.
Y al final, volvemos al principio. Desde Catalu?a se acaba decidiendo el destino de Espa?a. Igual que hizo Jordi Pujol poniendo de presidente a Felipe Gonz¨¢lez y a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, no ser¨ªa de extra?ar que Puigdemont acabara poniendo a Pedro S¨¢nchez.
Amigos, ojal¨¢ me equivoque, pero aprovechad las vacaciones veraniegas, porque antes de las de Navidad tendremos que reflexionar e ir de nuevo a las urnas.
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