La falta de agua en Sau ahoga a las empresas de turismo deportivo: ¡°Es el peor a?o de los ¨²ltimos 20¡å
El bajo nivel del pantano, las restricciones de ba?o y la menor afluencia a los espacios naturales de la zona ponen al l¨ªmite a las compa?¨ªas n¨¢uticas: ¡°Es el peor a?o de los ¨²ltimos 20¡å
La quietud es total. Son las 10.30 y el agua del pantano de Sau apenas se mueve. Los niveles siguen bajos y el ic¨®nico campanario de Sant Rom¨¤ permanece totalmente descubierto. Solo unas voces lejanas rompen la calma. Dos hombres navegan en una peque?a embarcaci¨®n con una vela. Cruzan el embalse, salen del agua y se marchan en una furgoneta. Silencio de nuevo. Ni rastro de turistas. Menos a¨²n de clientes de las empresas de kayak que esperan la lluvia con resignaci¨®n para revertir una muy mala temporada. ¡°Este a?o es el peor que recuerdo. No tenemos gente¡±, coinciden Sebasti¨¤ Par¨¦s y Marc ?lvarez, gerentes de Kayak Sau y Aquaterra Club, las dos ¨²nicas empresas que mantienen su oferta este verano en Sau. ¡°Y no sabemos si llegaremos hasta finales de mes si esto sigue as¨ª¡±, aseguran. La sequ¨ªa en Catalu?a asfixia cada d¨ªa m¨¢s a las empresas de turismo n¨¢utico en la comunidad.
La escasez de agua llev¨® a la Agencia Catalana del Agua (ACA) a restringir su uso recreativo para optimizar el uso dom¨¦stico. Y ante los bajos niveles del pantano de Sau (actualmente apenas supera el 21?% de su capacidad), las autoridades han prohibido navegar a barcos con motores de explosi¨®n o de combusti¨®n. Tampoco est¨¢ permitido ba?arse porque la concentraci¨®n de nitratos es demasiado alta. ¡°Todo ello hace que la gente no tenga el mismo inter¨¦s en venir o dude cuando les comunicamos que no podr¨¢n ba?arse, que es uno de los alicientes¡±, lamenta ?lvarez. El paraje sigue siendo igualmente agradable para ir en kayak o a vela, las dos ¨²nicas modalidades permitidas junto al motor el¨¦ctrico, pero los directores admiten que la experiencia no es la ¨®ptima. ¡°Hay m¨¢s barro, a veces se percibe mal olor y el espacio navegable es menor¡±. La Generalitat inici¨® en marzo un vaciado parcial para aprovechar el agua que quedaba para que no se contaminara con el fango y los peces muertos y alcanz¨® un 6,5?% de su totalidad. Las lluvias de mayo lo recuperaron hasta el 31?%.
Sin la afluencia de otros a?os, Par¨¦s y ?lvarez, con los embarcaderos frente a frente del embalse, se aliaron. ¡°Todo empez¨® porque un d¨ªa uno de los dos ten¨ªa m¨¢s gente de la que pod¨ªa asumir y nos prestamos las embarcaciones. As¨ª empez¨® todo¡±, relata Par¨¦s. Se turnan los d¨ªas de apertura y se pasan algunos clientes cuando coinciden m¨¢s grupos de los que pueden atender. ¡°Compartimos la facturaci¨®n. Sale m¨¢s a cuenta hacerlo as¨ª que tener que contratar a alguien¡±, resume ?lvarez.
No solo ha bajado la actividad acu¨¢tica. La movilidad en los accesos del Espacio Natural de Les Guilleres es limitada. De 10 a 12 de la ma?ana apenas han entrado 10 coches, seg¨²n contabiliza la joven que habilita la entrada: ¡°Entre semana hay poca gente, y en comparaci¨®n con el a?o pasado, cuando estaba todo lleno, tenemos menos visitantes¡±, comparte. ?Y a qu¨¦ se debe? ¡°El a?o pasado la gente sali¨® mucho m¨¢s a la naturaleza tras el fin de las restricciones por covid y adem¨¢s coincidi¨® con que la sequ¨ªa descubri¨® del todo la iglesia¡±. Se cre¨® un turismo de sequ¨ªa, dice, que este curso ha desaparecido porque ya no es novedad.
Las previsiones no son nada halag¨¹e?as. A las puertas del inicio de una temible ola de calor en la gran parte del pa¨ªs, los niveles de agua siguen bajando en Sau y no se espera lluvia en Catalu?a. ¡°Los mapas predicen un agosto menos h¨²medo de lo habitual en esta comunidad¡±, explica Samuel Biener, meteor¨®logo de Meteored, ¡°cuando es el segundo mes m¨¢s seco del a?o¡±. Biener remarca la necesidad de ¡°encadenar¡± diversos escenarios de lluvia para ¡°revertir¡± la actual situaci¨®n de sequ¨ªa, y abre la puerta a las buenas noticias a partir de oto?o. ¡°Puede ser algo m¨¢s h¨²medo seg¨²n algunos modelos¡±, dice. ¡°Aunque en la vertiente mediterr¨¢nea es todo un caos¡±, a?ade para ilustrar la complejidad meteorol¨®gica de la zona.
Los m¨¢s afectados aceptan la situaci¨®n con resignaci¨®n. ¡°Est¨¢ siendo un mal a?o, pero aqu¨ª hemos vivido de todo¡±, relativiza ?lvarez, que se instal¨® en Sau en 2003. ¡°Superamos la gran sequ¨ªa de 2008, ¨¦pocas en las que est¨¢bamos al 100?%, la covid y el a?o pasado en el que esto parec¨ªa Sitges de tanta gente que hab¨ªa¡±, compara el empresario. Consciente de la variabilidad de las precipitaciones, ?lvarez y Par¨¦s diversificaron sus negocios para no depender exclusivamente de la navegaci¨®n. ¡°Los kayak suponen la mitad de la facturaci¨®n anual, aproximadamente, pero tras 2008 apost¨¦ por ofrecer otras actividades porque vi que podr¨ªa volver a pasar¡±, explica ?lvarez. Ahora, las rutas en bici o las excursiones suplen el peor a?o de los ¨²ltimos 20.
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